Jaicec Espinosa Sandoval
El expresidente Alan García ha propuesto un “shock social”; es decir, destinar una importante cantidad de recursos para que mejore la calidad de vida de las poblaciones más necesitadas del Perú, en rubros tan importantes como agua potable y alcantarillado, electrificación, titulación de tierras y la de formalización de los emprendedores, porque como él mismo ha dicho, sin obras inmediatas la población seguirá divorciándose de la nación, por lo que es prioritario darle contenido real y palpable a la justicia social.
Desgraciadamente, este gobierno optó desde su inauguración por el camino de la confrontación, pretendiendo descalificar a posibles candidaturas para el 2016. Por ello, el presidente Humala abandonó su rol fundamental como promotor del crecimiento económico y de la inversión privada, atinando solo a otorgar dinero contante y sonante, no siempre de manera bien focalizada ni bien concebida como Qali Warma, rescatando sin ser mezquinos el programa Beca 18.
Además, de la lamentable falta de liderazgo del presidente en temas fundamentales para el país, todo los días surge un nuevo escándalo de corrupción que tapa al otro, así hemos tenido el denominado escándalo Orellana con su mafiosa red que se entrelaza con amigos del régimen y autoridades regionales, a las que en su momento Humala admiró y alabó, atreviéndose a decir que serían buenos ministros, en referencia a César Álvarez. Igualmente, todavía sigue a trompicones el escándalo por el resguardo a la casa de López Meneses, que ya sabemos positivamente, fue gran amigo de Humala por más de 30 años, existiendo muchas fotos que certifican esta amistad pero que por alguna razón López Meneses se niega a difundir. Desde aquí le exigimos que lo haga y pronto, o es que está encubriendo a la pareja presidencial.
Para terminar, el súper escándalo de Martín Belaunde y la “manchita” de íntimos amigos de Nadine, como Rodrigo Arosemena y Pancho Boza, tiene que ser esclarecido caiga quien caiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario