Pensamiento libre sin ideología es como coito asistido

miércoles, 31 de julio de 2013

#Julio2013 #Cosito #Indignados y #Demócratas Las Tendencias se Repiten. Por Ricardo Yturbe

#JULIO2013
#Cosito #Indignados y #Demócratas Las Tendencias se Repiten
Por: Ricardo Yturbe López
Miembro del Consejo Directivo del “Ojo Izquierdo” y
Director Ejecutivo del Centro Peruano para la Democracia

Si hay un mes que nunca olvidará Ollanta Humala en su vida, será julio del 2013. El mes en el que se le abrieron casi todos los frentes. Entre la persistencia en el plan de la re elección conyugal, la “Luz Verde” de Nadine, con los audios del Ministro de Defensa, Pedro Cateriano, dando cuenta que la Primera Dama dio autorización a unas compras estatales. Como olvidar la captura y la orden de detención delas ex parlamentarias, y funcionarias de este gobierno, Nancy Obregón y Elsa Malpartida, respectivamente, por apoyar al terrorismo (en el caso de Artemio, que de ahí al delito de narcotráfico hay un sólo paso) (Narcopartido?). Sin dejar de lado las promesas incumplidas de un Presidente que no entona con nadie (más que con Toledo, y no menciono a Perú Posible, por qué de eso... RIP), el incumplimiento del gas a doce soles, el estado de emergencia de la seguridad ciudadana (se llegó a tener casi un muerto por semana en julio). Amén de los conflictos sociales generados por su falta de tacto y muñeca política, Por un lado con los trabadores del sector público, por la abrupta e inconsulta aprobación de la Ley del Servicio Civil; con los jóvenes, por un lado, por la el abusivo y discriminador sorteo para el Servicio Militar y, por otro lado, por el cuestionado e intervencionista Proyecto de Ley de Reforma Universitaria; sin dejar a un lado el molondrón  armado con los médicos y enfermeras por incumplimiento de acuerdos salariales en el anterior paro (O sea que no escarmientan con un paro, sino que la quieren pegar de listos y se zurran en las actas firmadas con los representantes sindicales). Y no olvidemos a la cereza de la torta, la “repartija” del Congreso de la República en la elección de magistrados al Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y los miembros del Directorio del Banco Central de Reserva.

En este contexto político y social tan convulsionado, nacen un grupo de espontáneos llamados “Indignados”, pero hagamos una radiografía de lo que vendría a ser o debería que tener un indignado, a la luz de lo que se apreció en las movilizaciones de este mes que se apaga:

Indignado: Dícese de aquella persona que se cree con derecho exclusivo a protestar por lo mal enrumbado de este gobierno, sin dejar con opción, a ello, a aquellos que no piensan igual a ellos, o no forman partes de sus distintos movimientos, partidos y cofradías.

Pero hay algo que agregar a la jocosa definición, que protestan por un gobierno al que estos “indignados” apoyaron en campaña, fueron sus personeros, bajo el motes huachafos, como “Personeros Éticos” “Personeros Democrático”, o cualquier otro menjunje que les permita decir que sólo los unen principios, más no una organicidad sólida e ideológica. Y no sólo apoyaron y defendieron los votos del gobierno “traidor” de Humala, sino que comieron y se sirvieron de éste, durante el primer año y medio. La historia se repite, estos Indignados, en modo “Cívicos” se colgaron de las faldas de Paniagüa para copar ministerios y OPDs; luego en modo “caviar” se colgaron del poncho de Toledo, de la misma manera, mientras que ganaban sus siete o diez luquitas gringas, vivían calladitos estaban, pero luego cual verdaderas ratas, al ver que el barco se les hundía saltaron de él para irse con el “cachaco”, los revolucionarios anti castrenses del ayer, al servicio de un Comandante en retiro. Pero no les ligó por qué ganó Alan García, y sumaron una razón más para odiar al Partido Aprista Peruano, cortarles la mamadera estatal por cinco años, que dicho sea de paso, en algunos casos venían desde Fujimori en modo “Pandolfi´s people” y en otros más añejos, en modo “SINAMOS Boys”.

Esta casta de indignados son los que ahora marcan su distancia con las fuerzas democráticas y prefieren hacerle el juego a los del MOVADEF y otros loquitos calatos que pugnan por el derrumbe del orden constitucional arengando vivas por el cierre del congreso, la convocatoria a una constituyente, o la refundición de la república. Y peor aún, fungen de tontos útiles a ese sector humalista que busca la desestabilización del Congreso, tal como lo hicieron en la reunión con las Centrales Sindicales, días antes del #27Julio, que buscaron desarmar la movilización responsabilizando de la ley del servicio civil, exclusivamente al Congreso. Claro, satanicemos a un recinto, que en su mayoría alberga especies dignas de Disney World, o el Parque de las Leyendas, y que no goza con el apoyo del pueblo… Pero a fin de qué? De patear el tablero y decir “acá estoy yo que los salvaré de este Congreso incapaz”?…

Pues los verdaderos demócratas que siempre estuvimos en la lucha y la defensa de nuestra endeble democracia no les hacemos el juego a los golpistas, y saqueadores de la estabilidad política de nuestro país. Nosotros no aparecimos recién el 17 de julio para aprovechar una ola de descontento popular, para hoy salir como candidatos a regidores en la lista de Susana Villarán, la misma que apoyaba e impulsaba a la defenestrada casi Defensora del Pueblo, Pilar Freitas. Los verdaderos demócratas estuvimos presente siempre para advertir que existía una intención de perpetuarse en el poder, vía la re elección conyugal, la cual tuvo su punto álgido el jueves 4 de julio, con la jornada cívica “#HumalaMiente El Pueblo a las Calles”, la cual tuvo como correlato al día siguiente (viernes 05 de julio) el mensaje público de la Primera Dama, desistiendo a su candidatura.
Estamos en todas.


Asimismo, estuvimos en primera fila apoyando, saludando y felicitando la valiente decisión del Defensor del Pueblo en presentar la Acción de Amparo y Medida Cautelar contra el sorteo discriminatorio del Servicio Militar. Por qué la democracia no sólo se defiende por cálculo, ni por qué no está vinculado el adversario, es una labor de todos los días, y no sólo piteando por lo malo, sino felicitando lo bueno, de esa manera fortalecemos las instituciones democráticas. Y para defensa de instituciones democráticas les cuento que el término de “repartija” apareció por primera vez en escena cuando un Congresista que no es del agrado de los “indignados”, pero con probadas credenciales democráticas, acuso lo que se estaba cocinando en el legislativo con dicha elección.

Y ya que estamos en lo de la “repartija”, la real respuesta no se hizo esperar, el mismo 17 de julio acudimos a un acto que se suponía que era de base ancha y nos unían principios, pero prefirieron hacerle el juego a los reales enemigos del pueblo, esos que quieren el cierre del Parlamento, una nueva constitución a lo Chávez… Entonces, entendimos que la lucha era cara a cara con aquellos que querían el desmedro del Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, el efecto del plantón en la casa de Pilar Freitas, y el aviso que se visitaría la casa de los demás elegidos, no se hizo esperar, en dos horas las conferencias de prensa de distintos sectores anunciando dimisiones, renuncias, e intenciones de las mismas llegaron al primero poder del Estado.
Luego de que Humala desordenara desde su bancada hasta al Legislativo, se cobraron la primera cabeza, Víctor Isla le decía “good bye” a su reelección como Presidente del Congreso. Las bancadas se movieron para conseguir la convocatoria a una legislatura extraordinaria. Resultado: La Democracia ganó, una vez más

Siempre se apoyó, se apoya y apoyará las plataformas reivindicativas de los trabajadores, por ello nos sumamos a la movilizaciones convocadas por las Centrales Sindicales. Dicho sea de paso, cabe precisar que se constituyó una coordinadora de Centrales, conformadas por las cuatro Centrales Sindicales (CGTP, CTP, CUT, CAT). Según nos informan, la CGTP, habría abandonado la mesa de diálogo, luego de haber sostenido una reunión en palacio de gobierno, a espaldas de las otras tres centrales sindicales, por eso se explica su pronta desaparición y su apurada asistencia al local de la Presidencia de Consejo de Ministros, mientras que los jóvenes recibían palo, tragaban gas lacrimógeno, y los metían presos.

Pero no vale la pena ocuparse por los verdadero traidores de toda la vida, lo mismo sucedió en la Marcha de los Cuatro Suyos, donde la CGTP brilló por su ausencia al momento de que la represión fujimontesinista empezaba, y para pasar piola aparecieron una manchita de 50 tira piedras, que tal Huamán, no? Sindicalista de probadas credenciales democráticas??? Baaaaahh!!!! Ahora se siente amarrado de las manos y los pies, por qué también formaron parte de este gobierno, sino pregúntenle a su ex Secretario de Defensa, Checa, que fue Viceministro de Trabajo.

La importancia de pertenecer a una estructura orgánica sólida, la cual cuenta la misma historia de nuestro país defendió los derechos de los oprimidos, por las ocho horas, la autonomía universitaria, el estado laico, la defensa por la democracia.

Hoy nos toca y estaremos presente, igual que en 89 años, luchando contra todo intento de perpetuarse en el poder, defendiendo la igualdad ante la ley y no permitiendo que exista un servicio militar que tenga como principal víctima a los jóvenes de escasos recursos, defendiendo la autonomía universitaria de cualquier intento de intervención política del gobierno o sus amigotes, apoyaremos las acciones de nuestras autoridades democráticas en favor y defensa del pueblo, alzaremos nuestra voz y denunciaremos cualquier vínculo con fuerzas antidemocráticas, como el terrorismo, luchando de la mano con los trabajadores para que se haga justicia a sus plataformas de lucha, denunciando el abuso del poder y si es posible increparlo cara a cara, salvaguardando la libertad de expresión…. En suma cuenta, DEFENDIENDO LA DEMOCRACIA.

Por qué un gobierno, debe contar con una oposición responsable y leal al sistema democrático, que le demande el cumplimiento de sus promesas y denuncie los excesos, una oposición al gobierno y no a la institucionalidad democrática.

Entendiste la lección “Indignado”? Se trata de toda una forma de vida, no de una moda, ni un hashtag.

No somos "indignados". Por Luis Zaldívar



Las protestas ocurridas en el centro de Lima durante las últimas semanas y las que probablemente se convoquen en los próximos días han provocado que algunos activistas políticos y analistas espontáneos hagan un paralelo entre nuestra realidad y el movimiento de los indignados que surgió el año 2011 en Europa y Estados Unidos. Con una pisca de romanticismo, pero sobre todo con una gran cucharada de esperanza hueca, la idea logró llevar al plano internacional la sensación de que existe un “movimiento indignado” internacional que ha llegado al Perú[1]. ¿Es correcto hablar de “indignados” en el Perú? Habiendo participado en todas las marchas y convocado desde mi trinchera, creo que una rápida revisión de los hechos nos recuerda de la particularidad de nuestra protesta y de lo lejanos que estamos de las realidades europeas y norteamericanas a pesar de muchos.

El movimiento de los indignados fue un movimiento realmente alejado de la clase política que [2]. En cambio, en el Perú –donde no hay crisis económica y desempleo- las marchas del 4 de Julio fueron convocadas por los sindicatos en contra de la Ley Servir y por los estudiantes organizados en contra de la Ley Universitaria (ambos a su vez controlados por organizaciones de oposición), las del 17 y 22 de Julio fueron convocadas por organizaciones políticas conocidas  también de oposición al gobierno por un tema específico de coyuntura (la “repartija”) y la última del 27 de julio fue una nueva convocatoria sindical y de organizaciones que ya vienen trabajando en contra del gobierno. La única similitud que puedo ver en los reclamos de los indignados con nuestras protestas peruanas son los gritos por una “nueva clase política”; sin embargo, me pregunto si habrá existido una protesta en la historia donde no se haya planteado la “renovación de la clase política”, o la “participación ciudadana”, hacen mal los analistas del twitter en querer otorgarle un carácter novedoso a algo por el simple hecho de usar redes sociales. En el colmo de la pose europeísta, han querido copiar los símbolos de otras realidades para hacerle pensar a los despistados que los convocantes no tenían color político.
protestaba en contra de la crisis económica y el desempleo; como señaló Manuel Castells, los indignados “plantearon que la crisis la crearon los bancos y gobiernos y la sufre la gente… (y el movimiento) tuvo la madurez de levantar las campanadas … cuando sintió que a las asambleas diarias sólo asistían los activistas

Pero el no ser indignados es una buena noticia

En España, el único logro de los indignados fue lograr que el Partido Socialista Obrero pierda las elecciones y llegara el Partido Popular, la alternativa conservadora a una crisis producida por medidas de derecha. En Estados Unidos, los indignados dejaron de ser noticia hace un año, y ahora ha pasado a ser parte de la historia de la protesta sin ningún logro concreto. En cambio, en el Perú, las protestas convocadas por la oposición lograron tirarse abajo la desacreditada elección de cuestionados personales al Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, de la misma manera que hemos abierto el debate sobre la Ley de Servicio Civil y la Ley Universitaria. A todas luces se puede ver que la fuerza de una convocatoria abierta en donde las fuerzas de oposición convocaron pero no se apropiaron de las marchas han sido el mejor medio para hacer retroceder a un gobierno arbitrario e incapaz.

No caigamos en extranjerismos, mantengamos las ideas claras frente a la común apatía ciudadana pero
no caigamos en retóricas vacías que deslegitiman la protesta y engañan a los jóvenes; debemos ser sinceros y abiertos de quiénes somos los que protestamos y porqué, no usar la careta de “indignados” para trabajar alternativas políticas al 2016.



sábado, 27 de julio de 2013

La transcendencia del mensaje de hoy

Por: Víctor Raúl Trujillo de Zela
        Jaicec Espinosa Sandoval

Las celebraciones por los 192 años de nuestro nacimiento como república independiente llegan dentro de un ambiente signado por la desconfianza y el desconcierto, debido principalmente a las marchas y contra marchas de un gobierno bicéfalo que tras 2 años de gestión todavía no ha decidido que rumbo tomar. Lo que es muy preocupante, pues la “repartija” de la última semana para darle un total control del poder al gobierno, nos ha mostrado lo amenazado que se encuentra nuestro sistema democrático, el cual a pesar de sus incipientes 13 años, ya es el más largo de nuestra historia.

Y como en política no hay coincidencias, hay que estar sumamente atentos a las movidas del gobierno, que de un lado orquesta la “repartija” desde el mismo palacio de gobierno para luego salir a lavarse las manos y culpar al congreso, prestándose así al mal juego en el que muchos han caído para desprestigiarlo. Todo esto mientras en el interior del país, militantes del partido del comandante Humala recolectan firmas para cerrar el congreso y convocar a una Asamblea Constituyente. Además, es sabido que el comandante Humala se ha paseado por los cuarteles sondeando si tendría apoyo para un eventual autogolpe, lo que no ha tenido la acogida esperada entre los miembros de nuestras fuerzas armadas, quienes también se preguntan quién manda a quién en palacio.

Por todo esto, el comandante Humala deberá ser muy claro en el mensaje que dará hoy a la nación, teniendo solo dos posibilidades. O asume sus errores y convoca a un gobierno de unidad nacional, que vaya más allá de alianzas para ocupar cargos, convocando a todos los sectores democráticos que quieran trabajar para seguir reduciendo la pobreza tal como se hizo en el gobierno anterior. O se termina de sacar la careta democrática y opta por seguir el modelo del “Socialismo del siglo XXI”, lo que no sería una sorpresa, pues en su viaje a Cuba dijo que Hugo Chávez era un modelo a seguir.

Por lo tanto, mucho cuidado con lo que vaya a decir comandante Humala, porque los mayores que salieron a las calles para enfrentar la dictadura de Velasco y quienes crecimos saliendo a las calles para enfrentar a la dictadura fujimorista, ya le hemos demostrado que saldremos de igual manera para defender nuevamente la democracia con justicia social. Póngase entonces a gobernar, deje de atacar a sus contrarios, invierta en infraestructura, seguridad, salud y educación. Deje de invertir en reglajes y chuponeos a sus opositores, deje de blindar a los corruptos. Compita democráticamente con obras y propuestas, supere al gobierno aprista que redujo la pobreza en más de 20% y acabó con el analfabetismo. Sea conciliador y no confrontacional que los peruanos estamos hartos de los enfrentamientos. Recuerde que el Perú no es un cuartel y que usted lo tiene que liderar y no mandonear. Y se lidera señalando objetivos claros, concertando con los que no piensan igual, dando la cara y no corriendo. Buena suerte y feliz 28 de Julio.

viernes, 26 de julio de 2013

A tener en cuenta al protestar. Consejos del lic. Luis Felipe Jave

Luis Felipe Jave, el abogado de los jóvenes, nos deja algunos consejos para las marchas que se nos vienen:


Para los que van delante es preferible no tener ningún objeto que pueda ser considerado como arma por personal de la policía nacional del Perú (preferiblemente no tener nada en la mano) -me refiero a piedras, palos, navajas suiza, etc. Si desean pueden portar carteles pero que no sean sujetados por madera. Sólo portar lo mínimo indispensable (documento de identidad y carnet universitario en un lugar que no lo puedan perder al momento de ser dispersados), pues si son detenidos serán revisados y consignarán lo que encuentren en ustedes en un acta.

Los que van por detrás pueden portar banderas sujetas por madera, sin embargo deberán tener presente que obligadamente deben soltarlos inmediatamente si son tratados de ser dispersados por personal de la policía y no usarlos como armas. Es en ese momento que comenzarán los arrestos y quien sea cogido con un objeto contundente puede ser acusado de haber agredido a un policía.

Si son detenidos no ejerzan resistencia. Actúen con dignidad y aplomo. Traten de atraer las cámaras de TV de manera aplomada sin resistirse al arresto, no pierden la calma ni se asusten, a lo mucho perderán 24 horas de sus vidas mientras hacen un tour por la comisaría, el médico legista, seguridad del Estado y la fiscalía de turno, en caso extremo.



Al momento de pasar médico legista tienen que ser cuidados pues allí la policía amaña para que no quede registrado en papel cualquier agresión que hayan sufrido. Muchos por la adrenalina del momento no sienten sus golpes, es obligatorio revisarse el cuerpo, y ver si en alguna parte del mismo se presenta algún tipo de hematoma, o raspón y hacerlo evidente al médico legista.

Deben tener presente que en el centro existen cámaras de video de la municipalidad en toda la zona de protesta así que si cometen algún tipo de delito será registrado en cámaras que posteriormente la fiscal podrá pedir, en ese sentido se  les exhorta a no destruir ni alterar la propiedad pública intencionalmente.


Si son detenidos responder con la verdad, y no tratar de amañar pues el derecho de protesta está constitucionalmente protegido y si se comportan conforme con estos lineamientos no tendrán problemas

Sí hay salida. Por Agustín Haya de la Torre

La seria crisis política generada por la “repartija” de las magistraturas y el directorio del Banco Central de Reserva, pone sobre el tapete las graves limitaciones del gobierno y del toledismo, su aliado principal. Debilidad de la cual quisieron aprovecharse el fujimorismo y hasta el PPC, para colocar a su gente en los puestos vacantes.

El mecanismo constitucional obliga a sumar 87 votos, inalcanzables para alguna fuerza en solitario, dada la fragmentación política existente. El que no haya mayoría parlamentaria del partido que ganó la presidencia, no es novedad desde que se restableció la democracia. La correlación fue más sencilla durante el mandato de Alejandro Toledo, por una alianza estable con el grupo de Fernando Olivera y la condescendencia de otros. El Apra no pudo forjar ningún pacto formal y optó con habilidad por acuerdos puntuales. Con apenas 36 congresistas, dio siempre la impresión de formar mayoría.

Humala con casi medio centenar de parlamentarios no ha repetido la historia. Si bien no se le partió la bancada por la mitad, como sucedió el 2006 con la UPP, que pasó a votar casi siempre con la célula aprista, sufrió escisiones de su ala izquierda. Sin embargo, la falta de destreza y de brújula le pasan la factura.
Han tramado una alianza para cubrirse mutuamente con Perú Posible, al extremo de degradar un inevitable acuerdo político en una repartija. La pretensión de imponer candidaturas de poca calidad, generó el indignado rechazo de la sociedad civil y de las minorías parlamentarias.



No quedó otro camino más que dejar sin efecto la elección del paquete, ante los demoledores argumentos contra la falta de idoneidad de los propuestos. El propio Presidente de la República, padre putativo de la fea criatura, decide jalarle la alfombra al día siguiente de la votación.

La protesta sacó a las calles a miles de personas en todo el país, cuando existe un creciente descontento por la imposición de leyes arbitrarias, como la del servicio civil que vulnera el pacto colectivo, la del abusivo reclutamiento militar de los pobres o la que arrasa con la autonomía universitaria.

Como muchos preveían, Humala parece repetir la historia del ecuatoriano Lucio Gutiérrez. Coronel golpista el 2000, formó una alianza con las federaciones indígenas y grupos de izquierda para ganar las elecciones el 2003. Al poco tiempo se desembarazó de sus electores y convirtió su nacionalismo en otra expresión de la política tradicional. Derrocado tras dos años, enfrenta al presidente Rafael Correa.

Pese a todo, nuestra institucionalidad posee mecanismos más
sólidos. El Congreso vuelve sobre sus pasos, lo que resulta positivo. Para evitar aventuras, las fuerzas democráticas deben retomar las políticas de Estado del Acuerdo Nacional y el Plan Bicentenario, que este gobierno desdeña, para retomar con claridad el rumbo democrático y abandonar de una vez las fantasías reeleccionistas y la pesadilla golpista.

martes, 23 de julio de 2013

Frente al pesimismo. Frente único para una política nueva. Por Luis Zaldívar

Las movilizaciones que se han iniciado en julio de este año nos deben llevar a reflexionar sobre el sentido de la protesta y el futuro del país. No hacemos nada protestando si es que no tenemos en claro que es lo que queremos; es más, la protesta social puede ser utilizada por extremistas que desvirtúan a los movimientos democráticos y también puede ser utilizada por el gobierno que busca pretextos para iniciar una nueva dictadura. En un gobierno sin aliados y  a espaldas de la sociedad organizada, la protesta puede resultar en una experiencia perjudicial si es que no tiene objetivos claros.

Debemos empezar por no caer en un vacío llamado “contra la clase política” si es que no estamos dispuestos nosotros a reemplazarla. En las últimas marchas hubo personajes (posiblemente infiltrados) pidiendo cerrar el congreso o rechazando la existencia del Estado, actitudes que sólo le sirven a las dictaduras y debemos minimizarlas lo más posible.



En segundo lugar, debemos reconocer que no estamos inventando la pólvora al salir a protestar, ni siquiera estamos utilizando cánticos novedosos o los convocantes sean personajes nuevos en política. La diferencia se ha logrado gracias a la pluralidad de los participantes, la importante cantidad de independientes, y de que por fin hemos logrado representar un clamor popular de forma efectiva. Estos avances se ven en retroceso con actitudes infantiles de querer monopolizar la protesta por parte de algunos partidos políticos de izquierda, que en su frustración de figuretismo y amnesia crónica (como si ellos nunca hubiesen tenido casos de corrupción) optan por el autarquía y la división. No permitamos que la seudoizquierda desvirtúe la protesta.


Debemos consolidar a la nueva generación. Necesitamos escoger a los mejores cuadros para que dirijan movimientos y partidos y asegurarnos que la fiscalización sea efectiva para con nuestros representantes, que tengan la madurez para negociar con otras fuerzas al mismo tiempo de representar efectivamente a sus bases. Un aporte importante sería un pacto por elecciones internas limpias llevadas por la ONPE, un paso que pudiésemos tomar todos los partidos y movimientos desde ahora.

Usemos la imaginación, y marchemos frente al desgobierno en defensa de la democracia, pero digámosle no a la antipolítica paranoica que sólo busca dividir y no sumar. Necesitamos retomar el principio del Frente Único, pero no para crear un solo partido, sino para reconstruir el pacto social que nos une. Si estas movilizaciones ayudan a iniciar ese proceso, entonces en verdad habremos logrado algo.



AQUÍ NOS VEMOS

domingo, 21 de julio de 2013

Peligrosas marchas y contra marchas de un comandante golpista

Por:  Víctor Raúl Trujillo de Zela
        Jaicec Espinosa Sandoval


El mes de julio, mes de la patria que debería significar el mes de la unión entre todos los peruanos, se ha convertido en el mes de la protesta social y el desorden y caos gubernamental, como consecuencia de los errores del gobierno y de su evidente debilidad para manejar situaciones de crisis, pues cuenta con un primer ministro prácticamente inexistente y un ministro de defensa que recibe órdenes de la señora Heredia, que no es funcionaria pública. Todo esto mostrado por la prensa, la que ya le comienza a resultar incómoda al comandante y la señora, sobre todo luego de haber tenido que renunciar a la reelección conyugal.

Vale recordar además, que la familia Humala es una familia genéticamente golpista y también lobbista, pues ahora en el siglo XXI hay muchas maneras de quebrar la democracia, tal como lo hizo el difunto Hugo Chávez en Venezuela, en el cual el mismo comandante Humala ha declarado ver un modelo a seguir. Aunque esté transitoriamente peleado con sus exaliados de la izquierda radical, entre ellos su amigo y uno de sus financistas principales, Salomón Lerner.

Por ello nos resistimos a creer que haya tanta torpeza y debilidad, marchas y contra marchas en las decisiones que se toman en palacio, como el ejemplo vergonzoso de la repartija por cuotas del Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo, prescindiendo de la solvencia intelectual y moral de los llamados a ocupar esas plazas. Todo esto encabezado por el presidente Humala y secundado por Alejandro Toledo e inexplicablemente también por Lourdes Flores y Keiko Fujimori. Esto, junto a una avalancha de críticas justificadas de parte de la prensa, hicieron salir a los jóvenes a marchar por las calles de Lima, lo que obligó que en menos de 24 horas la pareja presidencial de “luz verde” para anular semejante entuerto.

Todo este desgobierno hace pensar que la conducción del país se le está yendo de las manos a la pareja presidencial, lo que es sumamente peligroso para la estabilidad democrática y el crecimiento económico. Recordemos pues que el Perú es un país que ha sido gobernado más años por dictadores que por presidentes constitucionales, lo que ha costado muchas vidas, tragedias familiares, retrocesos lamentables en el desarrollo del país y sobre todo corrupción y cero fiscalización. Lo que hizo famosa una frase de Haya de la Torre en la época del dictador Velasco (también admirado por el presidente Humala): “¿Y quién moraliza a los moralizadores?”

Los verdaderos demócratas, sobre todo aquellos que sabemos lo que es sufrir persecución por causa de la justicia, aquellos que queremos un país que marche hacia el primer mundo como hasta el momento lo venía haciendo, dentro de una sociedad tolerante, pluralista, libre y justa, debemos estar muy atentos a los siguientes pasos, cada vez con más tufillo autoritario, del comandante Humala, quien ya está advertido por el pueblo de la conmoción social que se produciría por un pueblo digno que ya no se dejará pisotear.


jueves, 18 de julio de 2013

Constitución de 1979. Por Agustín Haya de la Torre

Treinta y cuatro años atrás se firmó la mejor Constitución de nuestra historia republicana. La mano agónica de Víctor Raúl Haya de la Torre dejaba su huella definitiva y rescataba, en ese acto final, el sentido que para los griegos tenía la agonía: lucha, combate.

La Asamblea Constituyente significó un proceso de refundación de la República, donde se propuso que el Estado surgiera de los derechos fundamentales. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en cuya formación Haya de la Torre participó como representante del Perú, fue la piedra basal de la carta política. Los asambleístas, elegidos libremente, decidieron que el Perú se incorpore al proceso de universalización de la libertad y la democracia, inaugurado por la fundación de las Naciones Unidas tras el fin de la II Guerra Mundial.



Al convertir a la persona en el fin supremo de la sociedad y del Estado y repudiar la explotación del hombre por el hombre y del hombre por el Estado, la política adquiere un nuevo sentido. Entonces el arte de la convivencia busca como metas permanentes la libertad y la igualdad, partiendo del reconocimiento de que todas las personas son dignas e iguales en libertad y derechos. El texto recoge los más avanzados preceptos en el reconocimiento de la dignidad de las personas, en cuanto a las libertades civiles y políticas, en el reconocimiento de los derechos sociales y la protección de las personas y en la defensa de la economía social y el desarrollo sostenible.

Los avatares de la política trajeron como consecuencia que la década inicial de su andadura se cruzara con la guerra terrorista de Sendero Luminoso y la crisis de la deuda externa. Cuando el Perú salía de su más larga dictadura militar, un grupo de enemigos de la democracia emprendió una guerra feroz y sin tregua.

No fue el espíritu de la Carta la que impidió su defensa, sino que la crisis, por errores de las fuerzas constitucionales, permitió que un oportunista ganara en las elecciones de 1990. El curso democrático fue torcido por un golpe de Estado que nos hizo retroceder a otra dictadura.

El régimen cívico militar alimentado por el neoliberalismo, puso en el blanco la Constitución democrática. Redujo derechos ciudadanos y sociales, eliminó la bicameralidad, disolvió los gobiernos regionales y el tribunal constitucional. En el extremo, tergiversó el concepto del Estado subsidiario, propio del derecho administrativo, para convertirlo en un aspecto clave del neoliberalismo, al prohibir la actividad económica del Estado.

Los derechos humanos traducidos en la política internacional, permiten desde los años cincuenta del siglo
pasado, la formulación de una serie de pactos y convenios que generan las condiciones para su realización. La propuesta del desarrollo humano integral, posibilita que el consenso de las naciones trate de eliminar la pobreza mientras se crea un mejor clima para las capacidades del ser humano.

La Constitución de 1979 resulta entonces una propuesta para el futuro
.                                 

jueves, 11 de julio de 2013

Ecuador, ¿la patria grande?. Por Alan Salinas

Hace dos semanas atrás estuve por Ecuador por asuntos personales, pero mi visita no esquivó mi
curiosidad de querer saber qué ocurre social y políticamente en nuestro vecino del norte. Es así que fui en búsqueda de algunos elementos que me dieran pistas sobre el movimiento político Alianza País, su posicionamiento en el poder y su relación con la sociedad, la oposición y la democracia.

Actualmente en Ecuador frente a la llegada al poder de Alianza País (ligado a Rafael Correa), tanto académicos como activistas políticos están en un fuerte debate sobre la naturaleza que tienen los movimientos políticos frente a los partidos tradicionales. Por un lado se señala que los primeros surgen con el objetivo de hacer escuchar/procesar sus demandas corporativas frente al Estado. Y aunque pueden tener alcance nacional, sus propuestas programáticas siguen estando restringidas a un sector de la sociedad, como es el caso de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). La relación líderes-bases es horizontal, vale decir, las plataformas reinvindicativas se deciden mediante el mecanismo de la asamblea. Llegar al poder no es la prioridad, sino ejercer presión social y político frente al Estado. Por otro lado,  se sostiene que si bien los partidos políticos surgen para hacer procesar sus demandas sociales, éstos tienen estructuras verticales de relación líderes-bases, que mediante su Comité Ejecutivo Nacional y su Comisión Política deciden las medidas a llevar adelante. Las agendas en este caso agrupan diversas propuestas de la sociedad. Su fin político es llegar al poder para hacer cumplir su propuesta programática.


La diferenciación nos permite apreciar los límites y alcances de cada concepto, pero ¿qué pasa cuando un movimiento político llega al poder? Ese es el caso de Alianza País, frente político ligado al movimiento de Rafael Correa y al CONAIE. Dicha alianza en un principio se reforzó muy bien para llegar al gobierno, pese a las tensiones permanentes dentro del frente. Las banderas que abrazaban eran de reinvindicación del movimiento indígena y el cambio del modelo neoliberal que los partidos tradicionales defendían (1). En ese marco llegaron al poder. Estando ya en el gobierno, Rafael Correa en el 2007 da curso a un proceso constituyente donde se redacta una nueva Constitución en el año 2008. En ella se definía al Estado como Plurinacional e intercultural, reconociendo reinvindicaciones indígenas que se hicieron públicas desde el levantamiento de 1990. Ampliando el marco de reconocimiento cultural. Hasta ahí todo bien con el frente. El problema se acentúa con las acciones de gobierno posteriores de Rafael Correa, vale decir, con discursos a favor de la explotación minera, con la descorporativización de la política estatal y con actitudes contrarias a la movilización social. En ese momento la CONAIE rompe con el frente y pasa al lado opositor (2).

Si bien el gobierno rompe políticamente con la CONAIE, su aliado inicial, una gran cantidad de dirigentes y militantes del movimiento indígena Pachacutik (ligados a la CONAIE) continúan trabajando para el Estado y para Alianza País. Dividiendo al movimiento, para de esa manera no perder la cuota étnica en su discurso (Ospina y Lalander: 2012). Asimismo, desde el Estado, Correa va construyendo nuevas alianzas. Eso lo podemos apreciar en el discurso y en la relación directa hacia las “bases”. Como nos dice la asambleísta Soledad Buendía en la entrevista, “cada 15 días Correa tiene gabinetes itinerantes hacia la sociedad civil, la ciudadanía y gobiernos autónomos descentralizados”. De esta manera recoge las demandas directamente y va construyendo una nueva hegemonía política y social. Para dar sustento a su discurso desde el gobierno ha aplicado políticas públicas gratuitas en educación y salud, el cual le genera un fuerte respaldo en sectores populares y medios.

En su relación con la oposición, Alianza País prácticamente no tiene contrapesos. En la parte política, de 130 miembros en la Asamblea, este movimiento político tiene 100 asambleístas. Esto nos revela que cualquier proyecto de ley a favor de lo “público” pues se aprueba sin ningún problema. Ahí tenemos por ejemplo la controversial “Ley de Comunicaciones”. En la parte social, podemos apreciar que la oposición se encuentra prácticamente dispersa y sin respaldo popular. De un lado los grupos políticos  en Guayaquil ligados a la derecha que reinvindican las autonomías no son el contrapeso suficiente para el gobierno. Del otro lado, el movimiento indígena que hasta el momento es la oposición más fuerte que tiene Correa, y que abraza el tema de las autonomías. Pero es complicado pensar en una alianza política entre la derecha política y el movimiento indígena sobre el tema de las autonomías. El tiempo dirá si puede surgir una alianza a partir de este punto en común entre estas dos plataformas políticas. 

En lo que respecta a la democracia, Alianza País ha ido construyendo un discurso en torno a la revolución ciudadana para hacer frente a los discursos corporativos de su fuerte opositor: el movimiento indígena. Sobre ese marco, Rafael Correa ha generado la idea de que la ciudadanía se refuerza participando en “gabinetes itinerantes” con el ejecutivo. Palabras como “participación” y “poder ciudadano” en la Constitución legitiman las acciones de gobierno en torno a la democracia directa. Las “autonomías” que defienden y abrazan el movimiento indígena y grupos de la derecha política en Guayaquil no forman parte del vocabulario gubernamental por atentar contra la unidad de la nación. Gran contradicción sobre el lema del gobierno, y contra el otro componente de la democracia: la representativa. Por otro lado, mediante la “Ley de Comunicaciones” aprobada hace poco, lo que pone en contradicción el gobierno es un principio elemental de la democracia como es la libertad de expresión y de propiedad frente al activismo estatal como instrumento de control y regulación social y política de la esfera pública. Mejor no seguir con otros tipos de libertades que hasta el momento no se debaten en la Asamblea como la unión civil entre las personas del mismo sexo.

Para terminar, si bien Alianza País ha promovido y fortalecido un discurso y una práctica en torno al
movimiento político desde el Estado, generando una forma distinta de acercamiento hacia la ciudadanía organizada e individual, así como políticas de reconocimiento indígena en la Constitución y políticas públicas gratuitos en educación y salud hacia los sectores antes desprotegidos como los sectores populares y las clases medias, no deja de ser criticable la tensión permanente que genera contra las libertades, principio elemental de la democracia. Sobre eso, a la larga puede desencadenar en una convulsión social como está sucediendo en Venezuela y Brasil.

Notas:
(1)    Entrevista realizada el 26 de junio del 2013 a la asambleísta Soledad Buendía, militante de Alianza País.

(2)     Ospina Peralta, Pablo y Lalander, Rickard 2012. “Razones de un distanciamiento político: el movimiento indígenas ecuatoriano y la revolución ciudadana” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año XIII, N° 32, noviembre.









Solucionética - Ollanta en trompo. Por Luis Zaldívar


Ollanta Humala decidió al finalizar su primer año de gobierno que ya no quería saber nada de los aliados que lo llevaron al poder y que realistamente era imposible cumplir todo lo que había prometido en diez años de demagogia y mezquindad. Al finalizar su segundo año decidió que tener al frente a la izquierda comunista no era suficiente, así que decidió pelearse con todo el resto de fuerzas organizadas, quedándose en una eclética alianza con un movimiento caudillista en declive como Perú Posible.  Si a esto se le suma la nula capacidad de su gabinete para gestionar políticas públicas y la cantidad de errores que comete la pareja presidencial para comunicar, Humala y sus seguidores deben estar  muy alegres de tener una oposición relativamente constructiva.

Pero el desarrollo democrático está en riesgo. La falta de debate público y sostenido sobre la ley de servicio civil ha logrado que el dictamen aprobado por el ejecutivo sea una fuente de conflicto permanente con los sindicatos. El respaldo oficialista a la ley del General Mora que pone a las universidades a merced del gobierno desvirtúa la importancia de una reforma y ha provocado que los estudiantes y funcionarios se movilicen pidiendo mejorar la ley. La poca reacción para contrarrestar la caída de inversiones ha logrado desacelerar efectivamente la economía, poniendo en riesgo a largo plazo el desarrollo sostenible en el país. Todas estas noticias ocurren mientras que la crisis internacional va pasando y casi todos los países van reactivando sus economías. A todas luces, Humala aparece como el único culpable.

Lamentablemente Humala está pecando de lo que más le criticó a Alan García: soberbia. Eso es lo que demuestra al decir a los cuatro vientos que está haciendo una reforma educativa cuando no se ha capacitado un solo profesor, o cuando dice que está haciendo inclusión cuando está repartiendo comida envenenada en un programa mal llevado como Qali Warma, o cuando manda un Decreto Supremo que legaliza la destrucción del Patrimonio Arqueológico. A todas estas cosas Humala ha respondido diciendo que no está pensando en cambiar ministros, parece que un ego casi colosal es lo que lleva al presidente a caer en las encuestas

Los gremios ya salieron a convocar a la protesta nacional estas fiestas patrias. Muchas organizaciones ya se han plegado ¿Será que Humala reconsiderará su postura? Por el bien del país, esperemos que sí


miércoles, 10 de julio de 2013

La encrucijada egipcia. Por Agustín Haya de la Torre

El triunfo de los Hermanos Musulmanes en las primeras elecciones realmente democráticas de la historia de Egipto, a mediados del 2012, generó una contradicción insalvable. Si bien la cofradía islamista optó tiempo atrás por la moderación y una cierta aceptación del pluripartidismo, desde su fundación en 1928 busca conquistar el poder para imponer la sharia, la ley islámica.

Su meta es la teocracia, así tengan que recurrir a estrategias electorales para llegar al poder. El nuevo presidente Mohamed Morsi, representaba precisamente a los moderados, pero en el año de gobierno, su propósito de ir a un régimen religioso afloraba con fuerza. Pese a su capacidad de organización partidaria y a su influencia de décadas en otros países de la región, no demostraron certeza para administrar la enorme y compleja sociedad egipcia.

El país entró en un periodo de modernización desde la revolución militar de Gamal Abdel Nasser en 1952, que derrocó al rey Faruk y puso término a la dependencia del Reino Unido. El nacionalismo de los militares impulsó movimientos semejantes en varios países árabes, cuyo dominio se extendió por largo tiempo en Irak, Siria y Libia, principalmente. La nacionalización del petróleo y la cercanía al bloque soviético, los convirtió en actores de la política internacional.

El nacionalismo militar rigió hasta el derrocamiento de Hosni Mubarak el 2011. Ello no modificó de manera sustancial el papel del ejército como árbitro de la política. Profundamente insertado en el manejo de la economía y con un fuerte peso social, constituye el pilar de un republicanismo autoritario que quiere tutelar la transición democrática.

La contradicción abierta por el triunfo de una fuerza religiosa no podía durar mucho tiempo. Si bien usaron el sufragio universal y ganaron limpiamente, sus objetivos no son democráticos. Tarde o temprano el callejón sin salida se estrecharía. Las amenazas contra las libertades civiles y la ineptitud, sacaron de nuevo a las calles a los ciudadanos que volvieron a repletar la emblemática plaza Tahrir, la plaza de la liberación.

El ejército decidió dar el golpe e instaurar un gobierno provisional, con la promesa de convocar elecciones en breve plazo. En la crisis lograron recomponer la correlación de fuerzas al romper la coalición islamista y atraer a su lado a los salafistas, antiguos aliados de Morsi.

La violencia ha cobrado varias decenas de muertos y el futuro resulta incierto. El país se ha polarizado y nada asegura que la antigua Hermandad no vuelva a ganar elecciones como hasta ahora.

El dilema exige superar políticas tradicionales, so capa de repetir otra etapa de dictadura militar, solo que Los políticos dialogantes de todas las fuerzas afrontan un reto de enorme envergadura. O vuelven al pasado bajo la amenaza permanente de una guerra civil o logran colocar las bases de una democracia plural, con los militares en sus cuarteles.                                 
ahora con la Hermandad indignada por su expulsión del poder.

viernes, 5 de julio de 2013

Cuidado con los talibanes. Por Agustín Haya de la Torre


Desde que el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamó que todas las personas somos iguales en dignidad y derechos, la civilización contemporánea da grandes pasos para generar condiciones que eviten la discriminación de las libertades por razón de raza, color, sexo, religión, opinión política o clase social.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, un grupo de congresistas intenta desconocer tal avance.
Caracterizados por su fundamentalismo religioso, pretenden modificar leyes y códigos a fin de impedir que los homosexuales ejerzan sus derechos ciudadanos, al extremo de no querer castigar la violencia surgida del odio sexista. Eliminar el aborto terapéutico y prohibir la educación sexual en los colegios, forma parte de su activa agenda antisocial.
El Congreso de los Estados Unidos acaba de anular la legislación que no permitía el matrimonio entre personas del mismo género. Cuando la tendencia avanza en América Latina, resultaría contraproducente que uno de los primeros países en legalizar la homosexualidad, como sucedió en el Perú desde 1921, revierta a niveles propios de regímenes teocráticos y totalitarios.

Desde que el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamó que todas las personas somos iguales en dignidad y derechos, la civilización contemporánea da grandes pasos para generar condiciones que eviten la discriminación de las libertades por razón de raza, color, sexo, religión, opinión política o clase social.



En el caso del aborto, el Código Penal ampara al de carácter terapéutico, pero castiga a la mujer violada que no quiera terminar el embarazo. La aberración llega al extremo de condenar de todas maneras a prisión a la persona que así lo hiciere. La presión del extremismo religioso impide hasta ahora la reglamentación del artículo 119 del mencionado código.

No hay duda de que el aborto es un trauma, una situación límite que nadie desea. Si ocurren casos graves, ya sea por embarazos que atentan contra la vida de la madre o del feto, o no consentidos por el uso de la fuerza, el consenso internacional señala que la sociedad y el Estado deben brindar las condiciones para que la mujer afectada decida por voluntad propia. En El Salvador las leyes impuestas por los fanáticos demostraron su crueldad inhumana al obligar a Beatriz, una muchacha de 22 años enferma de lupus, a engendrar un feto sin cerebro poniendo en riesgo su vida.

En nuestro país pasamos por un caso parecido a principios de siglo, cuando se impidió abortar a Karen Llontop, madre también de un feto descerebrado. Estos casos de maldad, devienen del dogma religioso del “concebido”, que no entiende algo tan elemental como que la naturaleza genera muchas veces embarazos que atentan contra la vida y abortos naturales que ni siquiera son advertidos.

El fanatismo encarnado en sectores ultraconservadores, católicos y evangélicos, nos puede causar un severo daño social. El extremo de prohibir la educación sexual en los colegios, nos retrocede a una sociedad primitiva e inculta, con graves daños para la salud y la convivencia social.

La ofensiva de los fundamentalistas enfrenta los pactos y convenios internacionales que desarrollan la Declaración Universal y que el Perú suscribe.