Twitter: @gianpov
Haya decía “Sin conciencia histórica o hay conciencia política ni conciencia revolucionaria”
Cuando decidí empezar a hacer política vi
como previo paso el integrar una institución que me forme para tener las
capacidades suficientes y lograr ser, en un futuro, una autoridad elegida por
la población para poder satisfacer las necesidades y demandas de la gente y
cambiar aquella realidad que iba conociendo poco a poco.
Mientras pensaba a qué partido político
ingresar, me detuve a investigar un poco sobre los que aún existen en el Perú y
es en esa travesía que, confieso, quedé completamente maravillado con la
historia del APRA y como es que esa historia representa la historia del Perú de
los últimos casi 90 años. La biografía del APRA representa la lucha contra las
dictaduras, el fortalecimiento de la democracia, la liberación de la
conciencia, la defensa de derechos inherentes a la persona, representa la
Reforma Universitaria (que fue en 1919, pero sobre ese espíritu siempre se
mantuvo el APRA desde su fundación en 1924) y la gratuidad de la enseñanza, el
inicio del ingreso de la mujer y jóvenes a espacios políticos en los que su
participación estaba vetada. Entonces, después de aceptar una realidad
histórica, tomé la decisión de pertenecer
al Partido del pueblo, de los pobres, de los provincianos, del Perú
profundo, en síntesis al Partido de todos.
Tengo dos 2 años de militancia y debo
confesar confieso que tengo la misma firmeza con la que ingresé, porque no entré al APRA para ser seguidor de alguien
en especial (e irme, como suele verse en el congreso o en movimientos políticos
regionales, cuando este me decepcione), sino para continuar con la obra que
Haya De la Torre inició y que es deber de esta generación consolidar.
Recordemos que las generaciones anteriores consolidaron la libertad en el Perú
por medio de luchas sin descanso, llenas de persecución, destierro y muerte. Y
ahora toca, a quienes asumen el reto de conducir el partido, consolidar el pan,
pero con experiencia en Gobierno y Gestión, con capacidad intelectual y
corrigiendo errores del pasado.
El Partido no necesita sólo el cambio de
rostros, sino también el cambio de prácticas y por eso es justo preguntarnos:
Llegó la renovación ¿y ahora qué? ¿Qué queremos construir de hoy en adelante?
La tan anhelada renovación tiene como deber
máximo –considero- reconectar al APRA
con su base social y adecuar sus prácticas a la era globalizada, dándole más
dinamismo a la estrella, poniendo la agenda política local y nacional por medio
de propuestas coherentes para cada uno de los sectores. Esta renovación no debe
pensar únicamente en armar un esqueleto débil para una campaña política, sino
en construir una estructura reforzada para seguir siendo el Partido-Escuela que
llegue nuevamente a la conciencia de la gente como lo dijo un joven Haya De la
Torre, busquemos la construcción de una institución que nos asegure 90 años más
de aprismo con líderes cuya única consigna sea llevar al Perú a una verdadera
Justicia Social de Pan con Libertad por medio de más obras de agua, desagüe, de
electrificación y conectividad, dándole seguridad a la gente, reduciendo la
desnutrición crónica infantil y reduciendo a cero la pobreza a nivel nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario