La tentación autoritaria... |
Advertencia: El siguiente análisis de la realidad histórica y política de nuestro país es colaboración de Víctor Raúl Trujillo de Zela y el carismática Jaicec Espinosa Sandoval. La Sopa Teóloga no se responsabiliza por los vaticinios aquí vertidos ni sus repercusiones directas y/o colaterales.
Es bueno
repetirlo una y otra vez, América Latina siempre ha tenido largos ciclos de
regímenes autocráticos o dictaduras. Obviamente en países como Perú, Bolivia y
Ecuador, es en donde mejor se pueden apreciar estos ciclos, frente a la
excepción a regla que podrían ser países como Costa Rica, Chile y Uruguay. Así, en el Perú se ha constituido como regla
que los regímenes democráticos tengan una duración no mayor de 12 años, por lo
que en estas fiestas patrias habríamos llegado a nuestro límite.
Y aunque el
presidente Humala haya dado un mensaje de unidad y una serie de metas para el
2016, como si la historia y el desarrollo del Perú y la justicia social recién
hayan comenzado el 2011 con su gobierno, se sabe que hay voces susurrando al
oído de la pareja presidencial, que cinco años no son suficientes para
gobernar, por lo que habría que volver a La Gran Transformación pero
caviarizada, y hacer una reforma constitucional para que el comandante pueda
tentar la reelección o un cambio en la ley electoral para que Nadine postule.
Será por eso que en su discurso no ha hablado de la democracia como sistema de
gobierno, lo que nos parece una grave omisión.
Por eso, resulta
trascendente restablecer la majestad del parlamento, hoy tan venido a menos por
su mediocridad y un liderazgo que ha sido la negación de lo que ese poder del
Estado significa y es, el ágora fundamental para representar, dialogar y
fiscalizar. Tenemos pues que defender la autonomía de los poderes del Estado, a
pesar de sus notorias deficiencias y de fallos cuyas sentencias nos puedan
gustar o no. La institucionalidad de un país no es juego ni antojo ideológico,
es herramienta fundamental para el fortalecimiento de la democracia.
"Mis discursos eran mejores que los de Ollanta y mis asesores eran caviares..." |
La historia nos
enseña que siempre hay gente dispuesta a subirse al coche y en ese sentido la
denominada izquierda caviar, que hoy cogobierna el país, siempre ha estado
dispuesta, habiendo apoyado ya autocracias y dictaduras.
Tenemos pues el ejemplo de la dictadura de Velasco, de la que hasta ahora son asolapados defensores tanto ideológica como políticamente. Sin mencionar que muchos de ellos también se vendieron y trabajaron, bajo el paraguas de tecnócratas, a la autocracia fujimorista, a la cual hoy sin ningún rubor ni vergüenza atacan despiadadamente. Tan igual que muchos grupos económicos mercantilistas a los que solo les preocupan los intereses de sus propios bolsillos. Por estas razones, debemos estar siempre alertas y vigilantes para defender a la democracia y a la libertad, las únicas capaces de guiar el desarrollo económico con justicia social.
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