LAS CASAS CREDITICIAS APUESTAN POR
EL SECTOR INFORMAL
Por Liliane Cheverier
Recuerdo claramente hace varios
años atrás, cuando obtuve mi primera tarjeta de crédito. Fue una de las
primeras tarjetas básicas que daba en ese tiempo Scotiabank y que después de la
compra del Banco del Trabajo, crearon este monstruo llamado Crédiscotian. Y
digo monstruo porque es el encargado de succionar toda la cartera de créditos
de altos riesgos.
La pilera de documentos que pedían
los grandes grupos financieros, fueron perdiendo valor, cuando se termina de
saturar el mercado formal, donde ya uno contaba con más de una tarjeta de
crédito y a la elección de diferente
marcas, pues tener posición económica ya no lo generaba el ingreso salarial;
sino el poder crediticio.
El mercado informal ha sido parte
de la cultura económica por más de una década, donde ahora se pone los ojos de
una manera aprobatoria para la inversión, ya que éste, va generando un
crecimiento acelerado y propiciando que más monstruos como Crédiscotian
comiencen a crecer.
Mi Banco es uno de aquellos grupos
financieros que se iniciaron colocando prestamos a PYMES y micro empresarios,
teniendo la modalidad de tarjetas de débito; con saldos más elevados que los
brindados por otras entidades y sin tanto requisitos; pero con la desventaja de
quedar enganchados a altos intereses anuales. Y qué hay de las famosas casas
comerciales que ponen una diversidad de promociones y ofertas de sus mejores
productos, que al final siempre terminan siendo la mercadería con poca salida.
En su desesperación, las pequeñas
tiendas de electrodomésticos tratan de subsistir contra estas grandes casas
comerciales y ahora CARSA pone en el
mercado una nueva tarjeta de crédito que afianzará sus productos ante un sector
más popular. Es un conglomerado de pequeñas tiendas a nivel nacional y que
estará patentado por El BANCO FINANCIERO, perteneciente al grupo Pichicha, que
a su vez también son dueños de CARSA. Dicha tarjeta llevará la famosa marca
VISA.
El sector financiero ha reportado un alto crecimiento, con una baja
morosidad en los pagos pero aun no se está llevando un control fiscal adecuado
en este tipo de adquisiciones. ¿La SBS llegará a tomar medidas para poder dar
un respiro a los usuarios?
Por ahora sólo queda guardar el
bolsillo y dejar de escoger el plástico que mejor quede con la billetera.
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