¡Sí se puede! |
En esta ocasión Víctor Raúl Trujillo y Jaicec Espinosa, amigos del sopateologismo, se sacuden de la coyuntura política para compartir sus puntos de vista sobre las olimpiadas celebradas en Londres y el cariz rezagado pero optimista que persiste en los latinoamericanos.
Olimpiadas: la magia de la juventud y el deporte
Por: Víctor Raúl Trujillo de
Zela
Jaicec Espinosa Sandoval
No es ilusión ni
espejismo, es el ejemplo a seguir en todos los actos de nuestra vida, intimar y
actuar con disciplina y con un alto espíritu competitivo a la vez. Además, es
una gran fiesta democrática por cuanto conviven jóvenes de más de 200 países,
de todas las etnias, religiones, orientaciones sexuales e incluso ideologías,
dando un ejemplo a la humanidad y especialmente a los mayores de que sí se
puede vivir de manera pacífica y constructiva, bajo la atenta mirada de la
hermosa e histórica Londres, ciudad fundada por los romanos hace ya casi dos
mil años.
El arte y la música fueron el valor agregado a la apertura y clausura de esta cita universal, sobretodo los inmortales John Lennon y Freddie Mercury |
Por eso, y ante
los graves problemas que confronta el mundo desarrollado en lo económico y
social, los cuales ya se vislumbran en América Latina, incluído nuestro país,
es posible tener fe y esperanza en el futuro, porque si vemos estos maravillos
juegos universales en retrospectiva, constataremos que hubiese sido imposible
imaginar a un joven de padres africanos y de tez mulata compitiendo por
Alemania. Atrás quedó, gracias a Dios, la supuesta supremacía aria que ha dado
paso en ese país y en el mundo a una coexistencia de razas. Por eso, hoy no
llama la atención que en selecciones de fútbol como la alemana, haya jugadores
de origen africano y turco, como también se ve en países como Holanda, Gran
Bretaña y Francia, líderes en la integración racial, que ninguna crisis
económica debe detener.
Es por ello
extraordinario observar atletas de apariencia muy frágil ganando medallas de
oro en duras pruebas de resistencia. O como en el notable caso colombiano, en
el que jóvenes criollos y afrodescendientes han logrado conseguir ocho
medallas, incluída una de oro, fruto de un largo proceso de formación y
capacitación, debido en parte al apoyo de los últimos gobiernos en alianza con
la empresa privada, y en especial con el apoyo de sus propias familias, siendo
un vivo ejemplo de disciplina para los jóvenes desorientados, propensos a
sucumbir al mundo de las drogas y la criminalidad.
Por todo ello,
es lamentable que nuestro país no haya obtenido nuevamente ninguna precea,
destacando solamente una humilde atleta del ande, que por lo menos y sin ningún
tipo de apoyo, ha logrado quebrar el récord sudamericano, honor a ella y a su
familia. Sin embargo, para poder competir al igual que algunos vecinos como
Colombia, Brasil y Argentina es urgente que el gobierno y el parlamento tomen
conciencia, dicten las normas y hagan una planificación para desarrollar y elevar
el nivel de competitividad, así como masificar el deporte peruano, lo que estoy
seguro permitirá ir reduciendo poco a poco la criminalidad juvenil y los altos
índices de alcoholismo y drogadicción en los jóvenes del país.
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