José Bulnes
La crítica y autocrítica es
el arma marxista-leninista del maoísmo, con esta arma logran deshacerse del mal
estilo y hacerse y conservar el buen estilo; es decir, la autocrítica profunda procura
al grupo maoísta hacer revisión de sus tácticas y de sus principios. Esto
implica una asimilación profunda de la disciplina partidaria. Preguntémonos si
la izquierda caviar practica este método de cohesión política e ideológica. La
respuesta es no. Entonces, cabe formular la pregunta, ¿por qué estúpidamente el
otrora comunista ferviente Tapia pretende plantear una discusión “ideológica”
al MOVADEF (a todas luces el brazo político de Sendero Luminoso)? Más aún,
llama a que los estudiantes universitarios discutan el tema del MOVADEF, y que
planteen una lucha-discusión académica e ideológica.
Por otro lado, no basta con
soltar la generalidad de que “todos somos responsables de que re-surja esta
facción llamada MOVADEF”, o de que la débil institucionalidad del país y su
precaria democracia han hecho posible los extremismos, o, peor aún, porque aún
el Perú profundo no ha sido reivindicado. Todo esto no está ausente de cierta
verdad. Pero, como toda generalidad, no indica a los responsables. El informe
de la CVR, con sus sesgos políticos, llama “conflicto interno” a lo que fue una
masacre terrorista. La no verdadera inclusión de todos los peruanos, sino solo
de aquellos que los organismos, y ahora como política de este gobierno,
consideran como vulnerables, victimizados; cuando la inclusión o es amplia o
solo recrea una nueva marginación.
Es risible que los medios
indiquen que los integrantes jóvenes del MOVADEF no tienen idea de lo que
ocurrió en los ochenta. Olvidan que no tiene sentido tener noticia de lo que
aconteció, salvo que se retroceda el tiempo. Lo que importa aquí es la interpretación que se haga de lo
que aconteció. Y lo que cuenta para los que integran el MOVADEF es precisamente
la interpretación que se hace de los hechos históricos. Solo que, para un
tiempo desideologizado como el nuestro, más universidades (particulares sobre
todo) que quieren entender la realidad peruana leyendo a Honneth o a Amartya
Zen, no entienden que esta
interpretación se hace, además, vinculándolo con una lectura ideológica; es
decir, MOVADEF tiene impacto en los jóvenes y la esfera pública, porque conecta
la lectura de la historia y la actualidad con la ideología, añadiéndole la
puesta en práctica de su crítica y autocrítica. Sí tienen clara noción de lo
que ocurrió. Pero interpretan la muerte o el asesinato de manera muy otra a la
que entendería un consecuente demócrata. Decir que no tienen idea de lo que
ocurrió, es ser muy ingenuo.
Ante esto, ¿quién podría
contrarrestar esta presencia del MOVADEF? Conviene decir que no se trata de
pertrechar a una organización de tal modo que salga a un ring ideológico. No. De
lo que se trata es de corregir, primero, una actitud demasiado misericorde con
los terroristas, desde las ONG’s, las universidades, medios de comunicación,
intelectuales, etc. Al mismo tiempo, es de vital
importancia renovar el movimiento estudiantil bajo verdaderos principios
democráticos y de justicia social, vinculándolo al movimiento popular, rural y
urbano con planteamientos constructivos en defensa de sus necesidades. No basta
con el diálogo, de lo que se trata es de políticas concretas, construir un
nuevo liderazgo social que ayude a crear economía de bienestar en los diversos
departamentos. Para ello hay que dejar de ver en el cerro al Apu, y ver más
bien un capital que explotar en forma mancomunada.
Los apristas no
tenemos ningún problema en discutir ideológicamente con el MOVADEF. A
diferencia de los rábanos nos apoya toda una tradición, pero el problema va más
allá de discutir con una secta terrorista, que declara la guerra en un contexto
democrático. Nuestro horizonte es el de forjar un país con justicia
social, y no solo enunciarlo como gustan los caviares. Apuntamos a un país que
llegue a su bicentenario con una integración real, una integración con nivel
económico, y no una integración que reivindique la parcela de los ancestros de
una etnia. Esa es nuestra tarea. Los extremistas, acaso, existirán siempre,
pero de momento existen porque los que han bregado por la inclusión social, la
han aplicado pero solo para sus allegados: los caviares.
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