Lo que no hizo la alcaldesa en La
Parada
Irresponsabilidad criminal
Por Hernán Hurtado y Billy Morales
En un artículo publicado el
domingo 28 en El Comercio por la dama de grandes cualidades Roxanne Chessman
(en efecto, la mamá de Federico Dantón), podemos leer una interesante y
cuidadosa comparación entre el impecable e incruento desalojo de Santa Anita
del 28 de mayo del 2007 y el reciente trágico desalojo de La Parada. Añadiendo
algo de nuestra propia investigación podemos establecer lo siguiente:
Primero: El operativo del 2007
tuvo una minuciosa preparación en la que participaron el alcalde de Lima, Luis
Castañeda Lossio, el ministro del Interior, Luis Alva Castro, y los jefes de la
Policía Nacional. ¿Coordinó con alguien la alcaldesa? ¿Qué reuniones realizó
para la preparatoria del operativo? Ninguna, transfirió el encargo al ministro
Pedraza, quien tampoco se caracteriza por distinguir un zapato izquierdo de
otro derecho y es tan culpable de la tragedia como la alcaldesa.
Segundo: El 2007, la policía y el
ministro del Interior reunieron abundante información de inteligencia para
planificar el operativo. Tuvieron incluso una maqueta del lugar para prever los
desplazamientos de la policía y la posible acción de resistencia de los
involucrados. ¿Hubo algo parecido para este operativo? No hubo nada. Peor aún,
la alcaldesa no tomó ninguna precaución y se fue de viaje, que parece ser lo
único que hace bien.
Tercero: Las acciones del 2007 se
realizaron poniendo en práctica tres principios tácticos policiales: diversión,
sorpresa y disuasión. Para el primer aspecto hubo falsas acciones de desalojo
desde un mes antes, con visitas sorpresivas de la policía para inspecciones
diversas, desorientando a los revoltosos que ya habían amenazado con brutales
acciones de violencia. Para el segundo aspecto, se escogió cuidadosamente día y
hora (28 de mayo del 2007 a las 6 am) para cogerlos desprevenidos. En el tercer
aspecto, la policía intervino en alto número (7 mil efectivos) con camiones,
tanquetas y fuerte armamento, con el fin de disuadir a los antisociales con su
presencia y superioridad de fuego. Más aún, como hubo una labor previa de
inteligencia, la policía ya tenía detectados a los cabecillas, que fueron
capturados de inmediato. Sólo uno logró escapar en medio de las acciones. El
resultado fue una impecable operación que terminó antes de las 8:30 am. Sólo
hubo 1 herido y 14 detenidos. ¿Tuvo una estrategia parecida la alcaldesa? Para
nada. Lo peor, obra del ministro Pedraza, fue exponer a los policías a ser
emboscados por los revoltosos, quienes los superaban en número y armas
contundentes. Y sólo al ministro Pedraza se le podía ocurrir enviar policías a
caballo para ese operativo.
Cuarto: En el desalojo del 2007
hubo una amplia coordinación entre alcaldía y gobierno central con diversas
autoridades e instituciones, como la Fiscalía de la Nación, la Defensoría del
Pueblo, los grupos de Derechos Humanos, la Cruz Roja, etc. Un destacamento de
la policía femenina tuvo a su cargo prever incidentes que afecten a madres de
familia y sus niños. Hubo personeros de todas estas entidades en el operativo. También
se tuvo amplio contacto con los medios informativos. La finalidad era que
ningún momento de las acciones dejara de tener testigos imparciales. ¿Hizo lo
mismo la alcaldesa? En absoluto.
Quinto: El 28 de mayo del 2007, día
de las acciones en Santa Anita, las autoridades ediles, el procurador público y
los jefes policiales estuvieron presentes durante todo el desarrollo del
operativo. ¿Hubo lo mismo en el centro de Lima? Nada que ver. Hubo un caos
terrible sin autoridades presentes. Ya sabemos que la alcaldesa Villarán se las
picó el día de las acciones en La Parada, pero, ¿acaso estuvieron algunos de
sus preciosas y preciosos colaboradores y regidores? La niña caviar Marisa Glave,
tan bocona ella, ¿dónde estuvo?
Los sucesos de La Parada
demuestran la absoluta incompetencia de la alcaldesa Villarán y su equipo de
gobierno municipal. No merecen estar un día más en la alcaldía. Acusar a toda
la gente desempleada y de vida precaria de la zona de La Parada y los cerros
aledaños de ser “asesina a sueldo” es no tener la menor idea de cómo es Lima. Y
en lo que toca al ministro Pedraza, ufanarse de haber actuado con “mano dura”
el sábado después de haber fracasado el jueves, exponiendo a la policía al
fracaso y la humillación, es no tener sangre en la cara.
Gracias por los aportes. filosofodetacna.blogspot.com
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