Por Santorino Izquierdo, pseudónimo del pueblo
Empezando 1992, el gobierno de Alberto Fujimori
impuso el decreto legislativo 763, que abolió los beneficios de la Ley 20530 o
ley de jubilación del sector público. Esta ley había sido fortalecida en sus
alcances benéficos para los pensionistas mediante la Disposición General y
Transitoria Nº 8 de la Constitución de 1979. Según esta disposición, a partir
de 1980 y durante diez años, la pensión de los jubilados iría elevándose hasta
lograr el nivel de un trabajador en funciones de la misma categoría. Este
mecanismo era conocido como “cédula viva”.
Mediante el mencionado decreto, el gobierno de
Fujimori abolió dichas mejoras. Siendo todavía congresista, Luis Alberto
Sánchez libró una dura batalla contra dicha arbitrariedad, generando amplio
respaldo de los pensionistas del sector público. Sin embargo, en abril de ese
mismo año, el Congreso fue disuelto y Sánchez se vio prácticamente desempleado.
LAS quiso entonces acogerse a su derecho a la jubilación. Empezaron entonces
una serie de represalias para negarle una remuneración de acuerdo a su
categoría. Una de las argucias fue negarle los años de servicio como
congresista del período 1990-1992. Otra fue considerarlo solamente docente. Una
tercera fue impedirle cobrar ya que se encontraba en querella contra el Estado.
La opinión pública expresó su disconformidad con
este clarísimo abuso de poder contra el venerable LAS, desconociendo sus
méritos profesionales e intelectuales, su avanzada edad y sus problemas de salud. Hubo pronunciamientos en
defensa de Sánchez de numerosas personalidades y entidades, entre ellas su alma
mater, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que le otorgó en desagravio
la distinción de rector emérito.
Ante el severo recorte de sus ingresos, LAS tuvo
que solventar sus gastos diarios trabajando otra vez en su despacho de abogado,
dando clases universitarias y ampliando su actividad como periodista.
Entre 1993 y 1994, estando muy delicado de salud,
el maestro LAS elevó al Presidente del llamado Congreso Constituyente
Democrático, Sr. Jaime Yoshiyama, sucesivos oficios notariales de reclamo que
no fueron atendidos. Lo hizo el 16 de febrero,
el 20 de abril y el 28 de agosto de 1993. El último reclamo, airado pero
firme en su derecho, fue publicado en los diarios del 5 de febrero de 1994, un
día antes de su deceso. LAS murió el 6 de febrero de 1994, defendiendo hasta el
final su legítimo derecho negado por el dictador, que no tuvo ninguna
consideración humanitaria por el gran maestro.
Click en las imagenes para leer los documentos publicados por Luis Alberto Sánchez contra Fujmori poco antes de su muerte.
Parece que se olvidan lo nefasto que fue la famosa ley 20530 para el erario nacional. Esa ley fue un verdadero disparate que todos terminamos pagando. No se trata de LAS sino de la malhadada ley 20530, la pero ley que se ha dado en la historia del país.
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