El 16 de abril de 1930, hace 83 años, falleció en Lima José Carlos
Mariátegui, brillante intelectual autodidacta que fundó el pensamiento marxista
en el Perú. Lamentablemente, de su esfuerzo solo logró germinar un minúsculo
conglomerado de agrupamientos que se atribuyen el nombre de Partido Comunista
Peruano (entre estas diversas facciones se encuentra el funesto grupo “Sendero
Luminoso”).
Si bien José Carlos Mariátegui
era un comunista “convicto y confeso”, no fundó el 7 de octubre de 1928 el
Partido Comunista Peruano sino el Partido Socialista del Perú, agrupación
cercana pero no afiliada al comunismo, dentro de la cual hubo un pequeño núcleo
comunista. En esa ocasión fue cofundador del PSP el grupo socialista de Luciano
Castillo, que no tenía afinidad alguna con las ideas de Mariátegui y pronto se
apartó.
El PSP fue transformado en PCP
en abril de 1930 (apenas fallecido Mariátegui) por Eudocio
Ravines, enviado de
la Internacional Comunista, quien excomulgó las ideas de Mariátegui bajo el
epíteto de ser “populistas” y “pequeño-burguesas” y orientó la política de este
grupo hacia reiterados desastres. Pero esta segunda fundación no la celebran los
comunistas peruanos porque en 1942, tanto Ravines como los principales
integrantes del núcleo fundador de 1928: Esteban Pavletich, Julio Portocarrero,
Ricardo Martínez de la Torre, etc., fueron expulsados por colaborar
ignominiosamente con el gobierno de Manuel Prado. Ravines se convirtió, casi de
inmediato, en un defensor de la extrema derecha peruana y pronto se reveló que
siendo dirigente del PCP ya era un agente de la CIA (la Central de Inteligencia
de los EE UU).
Desde 1930, el PCP ha ido de
tumbo en tumbo y subdividiéndose hasta el infinito. Hemos tenido el PCP
“Unidad” (prosoviético y ardorosamente provelasquista entre 1968-1975); el PCP
“Bandera Roja” (maoísta y luego “albanés"); el PC del P “Patria Roja” (maoísta
del “librito rojo” y hoy seguidor del PC Chino proimperialista); y el PCP “Por
el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui” (más conocido como “Sendero” a
secas). Ha habido además una larga serie de sub grupos de corta vida como “Puka
llacta”, “Estrella Roja”, etc., etc.; y diversos grupos comunistas de origen
“no tradicional” como el MIR de las guerrillas de 1965 y los distintos
desgajamientos de Vanguardia Revolucionaria que incluyen el Partido Comunista
Revolucionario (PCR), el PUM (Partido Unificado Mariateguista) y otros más que
se pierden en el infinito.
En cada crisis y
fraccionamiento, los pequeños caudillos en pugna no consiguen organizar una
argumentación política convincente. Por esta razón suelen refugiarse en los
breves textos legados por Mariátegui, dándole a los breves artículos y
comentarios periodísticos que publicó en su corta vida, la dimensión de magnos
tratados científicos.
Con todo el respeto que se
merece la honesta figura de José Carlos Mariátegui, es indispensable reconocer
que su legado no tiene la envergadura ni la trascendencia que sus epígonos
pretenden. Esa insuficiencia es parte de la crisis permanente de los comunistas
criollos.
Acompañándolos en esta triste
celebración, ofrecemos a nuestros lectores rojos y rosaditos el
artículo de
Hugo Vallenas titulado “El verdadero Mariátegui”. Este artículo se publicó con
motivo del aniversario del natalicio de JCM en 1989, hace 22 años. Los
argumentos siguen vigentes ya que los “rabanitos” comunistas y comunistoides no
tienen nada nuevo que decir.
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