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miércoles, 1 de julio de 2015

El Reto de la Renovación del APRA: Consolidar la obra de Haya. Por Gianpierre Poma Vía y Rada

Escribe Gianpierre Poma Vía y Rada
Twitter: @gianpov


Haya decía “Sin conciencia histórica o hay conciencia política ni conciencia revolucionaria”

Cuando decidí empezar a hacer política vi como previo paso el integrar una institución que me forme para tener las capacidades suficientes y lograr ser, en un futuro, una autoridad elegida por la población para poder satisfacer las necesidades y demandas de la gente y cambiar aquella realidad que iba conociendo poco a poco.

Mientras pensaba a qué partido político ingresar, me detuve a investigar un poco sobre los que aún existen en el Perú y es en esa travesía que, confieso, quedé completamente maravillado con la historia del APRA y como es que esa historia representa la historia del Perú de los últimos casi 90 años. La biografía del APRA representa la lucha contra las dictaduras, el fortalecimiento de la democracia, la liberación de la conciencia, la defensa de derechos inherentes a la persona, representa la Reforma Universitaria (que fue en 1919, pero sobre ese espíritu siempre se mantuvo el APRA desde su fundación en 1924) y la gratuidad de la enseñanza, el inicio del ingreso de la mujer y jóvenes a espacios políticos en los que su participación estaba vetada. Entonces, después de aceptar una realidad histórica, tomé la decisión de pertenecer  al Partido del pueblo, de los pobres, de los provincianos, del Perú profundo, en síntesis al Partido de todos.

Tengo dos 2 años de militancia y debo confesar confieso que tengo la misma firmeza con la que ingresé, porque  no entré al APRA para ser seguidor de alguien en especial (e irme, como suele verse en el congreso o en movimientos políticos regionales, cuando este me decepcione), sino para continuar con la obra que Haya De la Torre inició y que es deber de esta generación consolidar. Recordemos que las generaciones anteriores consolidaron la libertad en el Perú por medio de luchas sin descanso, llenas de persecución, destierro y muerte. Y ahora toca, a quienes asumen el reto de conducir el partido, consolidar el pan, pero con experiencia en Gobierno y Gestión, con capacidad intelectual y corrigiendo errores del pasado.

El Partido no necesita sólo el cambio de rostros, sino también el cambio de prácticas y por eso es justo preguntarnos: Llegó la renovación ¿y ahora qué? ¿Qué queremos construir de hoy en adelante?

La tan anhelada renovación tiene como deber máximo –considero-  reconectar al APRA con su base social y adecuar sus prácticas a la era globalizada, dándole más dinamismo a la estrella, poniendo la agenda política local y nacional por medio de propuestas coherentes para cada uno de los sectores. Esta renovación no debe pensar únicamente en armar un esqueleto débil para una campaña política, sino en construir una estructura reforzada para seguir siendo el Partido-Escuela que llegue nuevamente a la conciencia de la gente como lo dijo un joven Haya De la Torre, busquemos la construcción de una institución que nos asegure 90 años más de aprismo con líderes cuya única consigna sea llevar al Perú a una verdadera Justicia Social de Pan con Libertad por medio de más obras de agua, desagüe, de electrificación y conectividad, dándole seguridad a la gente, reduciendo la desnutrición crónica infantil y reduciendo a cero la pobreza a nivel nacional.

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