Pensamiento libre sin ideología es como coito asistido

lunes, 29 de abril de 2013

90 años de aprismo: La agenda pendiente. Por Alan Salinas

Combativo Alan Salinas

El ex presidente Alan García acaba de publicar “90 años de aprismo. Hay, hermanos, muchísimo que hacer[1]. En este texto, lo que el ex presidente explica es la vigencia de la doctrina aprista a la luz de la crisis de representación política y la globalización. Conceptos como Frente ÚnicoEstado Antiimperialista y democracia social, entre otros, son abordados en relación a la nueva dinámica social y política de nuestro país, así como a los nuevos retos que plantea esta nueva interdependencia global.

Diversos analistas han explicado que actualmente los partidos políticos todavía no se han adaptado a los cambios sociales y económicos de estos últimos tiempos. En otras palabras, el nuevo rostro emergente del Perú ha desbordado las agendas programáticas de los partidos políticos. Por otro lado, con respecto al rol del Estado se ha explicado que frente al tema del capital extranjero, hay una debilidad institucional y una dependencia en demasía que no permite desarrollar una industria nacional.

Frente a estos temas en cuestión, pasaré a analizar los siguientes conceptos presentados en el texto “90 años de aprismo”. El primero es el rol del Frente Únicocomo propuesta a un entendimiento con un sector emergente e informal que ha transformado silenciosamente nuestra sociedad y economía en los últimos veinte años. En segundo lugar, analizaré el rol del Estado Antiimperialista en su relación con el capital extranjero.


Sobre el tema de la crisis de representación política, Alan García sostiene que elFrente Único (propuesto por Haya de la Torre desde su artículo “¿Qué es el APRA?” hasta sus escritos posteriores) sigue vigente para hacer frente a una sociedad Post-Consenso de Washington y Post-Fujimorismo. En palabras del ex Presidente, la nueva situación social y económica del país precisa de un “momento constituyente” para que nuestras instituciones políticas puedan representar al sector informal y provinciano del país, dado que hasta la fecha no han sido tomados en cuenta, salvo en situaciones electorales.

El concepto de Frente Único, a contraposición del planteamiento clásico de partido de clase (como lo definía el marxismo-leninismo), agrupa a las fuerzas sociales (profesionales, clase medias, intelectuales) y las fuerzas productivas de un país (pequeñas y  medianas empresas y trabajadores), todos en una sola plataforma política de concertación nacional y de tolerancia/respeto democrático. Este concepto es entendido bajo la lógica de un antintiimperialismo constructivo, donde la lucha política no es de clase contra clase, sino de pueblo contra pueblos.

En estos últimos años, el país ha crecido de manera sostenida sin el acompañamiento de instituciones políticas que canalicen las demandas sociales y políticas de manera concertada. Vivimos un momento en que la sociedad peruana está generando una vigorosa economía popular/informal, demandas descentralistas, nuevas clases medias pragmáticas, reconocimiento individual, nuevas aspiraciones vinculadas al mundo de las tecnologías de la información. Todo esto genera nuevos códigos sociales y culturales que los partidos políticos (o plataformas políticas más amplias) no lo han traducido en una agenda de concertación nacional que los represente orgánicamente, y no sólo para elecciones. ¿Estamos preparados para eso? Ese es el reto del APRA, como sujeto político, saber conjugar reconocimiento individual con el compromiso a una causa colectiva. El Frente Único de concertación nacional (aún vigente doctrinariamente) puede servir como instrumento de entendimiento con ese nuevo Perú.

En lo que respecta al rol del Estado frente al capital extranjero, en “90 años de aprismo” se plantea que el Estado Antiimperialista, bajo la lógica de un antiimperialismo constructivo[2], debe saber tratar con el Capital. ¿Cómo? En un mundo globalizado e interdependiente, aislarse económica y políticamente de otros países es condenarse al fracaso. Uno de esos casos es Cuba, entrampada y ahogada como modelo por ausencia de democracia, inversión tecnológica e innovación. Por otro lado, no tener clara la función del Estado ante el mercado es generar temor en la ciudadanía y en la inversión privada. Ejemplo de ello es Venezuela, que bajo un modelo estatista amenaza cualquier tipo de inversión extranjera o nacional.

De acuerdo a lo presentado líneas arriba, el Estado Antiimperialista, ante un mundo interconectado y de libre mercado, debe poner garantías y condiciones para aquel que quiera invertir en nuestro país. Porque a mayores garantías para la inversión extranjera, mayores puestos de trabajo, construcción de infraestructura social y económica para nuestro país. Porque a menor tasa arancelaria a tecnologías de punta, mayor desarrollo de nuestra pequeña, mediana y gran industria nacional. Porque a más Tratados de Libre Comercio (TLC) con varios países (como actualmente se tiene con Singapur, China, Chile, México, EE.UU. Japón, etc.) mayores inversiones peruanas tendremos en el extranjero. En ese sentido, para el fortalecimiento del Estado es necesario no depender de una sola nación para el intercambio comercial. Por ejemplo, si sólo tuviésemos TLC con EE.UU., en estos momentos estaríamos con crisis económica, pero como tenemos TLCs con varios países nos genera mayor autonomía frente a posibles desajustes en la economía mundial.

Asimismo, como se señala en el texto, el Estado Antiimperialista debe tener clara su función ante el mercado. Aparte  de su función reguladora y promotora de la inversión privada, debe saber cuándo intervenir en ella. El año 2009, año de crisis económica mundial, el Estado peruano llevó a cabo “El Plan Anticrisis” donde la inversión pública fue mayor a la inversión privada, esto se hizo con el fin de mantener el crecimiento económico, y evitar el desempleo. Esta intervención se hizo a corto plazo, para reactivar la economía nacional. En ese sentido, tener clara la función del Estado frente a problemas del mercado es vital para generar justicia social. Por lo tanto, el Estado Antiimperialista, concebido por Haya de la Torre, sigue teniendo vigencia. Haya tuvo razón.

Finalmente, leer “90 años de aprismo” nos lleva a pensar sobre la agenda pendiente que nos dejó Haya de la Torre doctrinariamente, de la continuidad de su legado, tanto para los aprista como para los no apristas. En su momento no fue entendido, se lo culpó de viraje, de claudicar a sus principios, cuando nadie se daba cuenta (entre ellos analistas sociales y políticos marxistas de entonces) que el mundo y el Perú cambiaban. El viejo Haya de la Torre pensaba en una dimensión más realista, adelantándose a su tiempo. El Frente Único (que emergió contra el clasismo) y el Estado Antiimperialista (como instrumento para mediar su propia inserción en un mundo global) siguen aún vigentes.

PD: No quiero dejar pasar mi aprecio militante por el compañero Armando Villanueva del Campo, un hombre leal a la causa del aprismo. Hace unos días nos dejó físicamente, pero su legado político y doctrinario queda.



[1] García Pérez, Alan. “90 años de aprismo. Hay, hermanos, muchísimo qué hacer”. Editorial Titanium. Perú. 2013.
[2] Haya de la Torre sostuvo que el antiimperialismo constructivo plantea una comprensión de la dinámica del capitalismo mundial. Que si bien el capitalismo tiene un aspecto negativo (colonialista y militar), pues también tiene un aspecto positivo como son las inversiones y la tecnología para el desarrollo de los pueblos. 

domingo, 28 de abril de 2013

La compra de Refinería La Pampilla: ¿Inicio de la Gran Transformación? Por Víctor Raúl Trujillo & Jaicec Espinosa



La compra de Refinería La Pampilla: ¿Inicio de la Gran Transformación?


Por: Víctor Raúl Trujillo de Zela
Jaicec Espinosa Sandoval



En medio de una ola de rumores, indicios y silencios cómplices, Ollanta Humala se encamina a seguir los lineamientos políticos esbozados en La Gran Transformación, por lo que es muy posible se termine comprando el 51 % de la Refinería La Pampilla. Lo que ha desatado una serie de pugnas en el gobierno entre los nadinistas, nacionalistas, caviares y militares de la promoción del presidente.

Esto porque la situación económica y financiera de Petroperú no es la mejor, debido a que la empresa se dedica solamente a algunos procesos del negocio petrolero y no está integrada verticalmente. Así, las utilidades obtenidas en los últimos años son pequeñas y no cubren la inversión que requiere el Proyecto de Modernización de la Refinería Talara, para lo que se necesitan US$3,500 millones. Y si se decide comprar Refinería La Pampilla por un monto de US$400 millones, se tendría que realizar una inversión inmediata de mil millones de dólares para montar las unidades de hidrodesulfurizacion (en cumplimiento a la normatividad ambiental que regirá a partir del 2015).

Se asumirá también una deuda que bordea los US$400 millones y otros compromisos que bordean los US$2 mil millones. Obviamente de las cuentas de Petroperú no podrán salir estos fondos, por lo que el gobierno central tendrá que ser el gran inversionista, relegando la inversión en sectores como educación, en el que este gobierno solo tiene retrocesos.

De otro lado, la actividad de refinación es sumamente riesgosa, pues sus márgenes de ganancia son muy pequeños debido a que la fijación de precios se efectúa de acuerdo con el comportamiento de los precios internacionales, resaltando que Petroperú y La Pampilla importan el 60% y el 80% del petróleo que cargan en sus refinerías respectivamente. Así, la compra de dicha refinería requeriría que Petroperú compre grandes volúmenes de petróleo o productos, lo que se traduce en otro fuerte gasto, pues un embarque de petróleo de 380 mil barriles tiene un costo aproximado de USS$40 millones.



Imaginemos las compras del orden de 1 millón 500 mil barriles, a lo que habría que sumarle que de acuerdo a requerimientos técnicos y legales, Petroperú debe mantener un inventario equivalente a 90 días de carga de sus refinerías, teniendo que mantener entre sus refinerías de Talara, Iquitos, Conchán y el Milagro, inventario de 9 millones de barriles de crudo. Si Refinería La Pampilla se incorpora a sus operaciones, las necesidades de inventario ascenderán a 18 millones de barriles, equivalentes a unos US$1,800 millones, con el riesgo de desvalorización de inventarios ante las fluctuaciones del precio internacional del crudo.

Es decir, si el precio internacional del crudo baja y la empresa estatal se stockea a un precio alto, en ese momento se originarán grandes pérdidas. También existen aspectos adicionales que no se pueden soslayar, pues al fusionarse las empresas existirán funciones técnicas y administrativas que se duplicarán y que exigirán una racionalización del personal.

Por ello concluimos que no es recomendable la compra de la refinería La Pampilla, debiendo invertir todo ese dinero no sólo en educación, sino en carreteras y salud, fomentando y promoviendo la inversión privada motor del crecimiento económico, del que ya hay signos de desaceleración, lo que inmersos todavía en un sombrío panorama internacional, nos podría llevar a un crecimiento del desempleo y de la inflación, con lo cual se complicaría la situación económica y social del país. La que hasta ahora, por el crecimiento sostenido y la reducción de la pobreza por más de 10 años, ha demostrado que debe seguir en el mismo modelo, pero como el comandante Ollanta ha lanzado la frase "que el mejor modelo es el chavista" cualquier cambalache económico y social puede suceder si el pueblo lo permite.

viernes, 26 de abril de 2013

Viva Venezuela Libre!


El Apuro de Maduro. Por Agustín Haya de la Torre


 
Con una diferencia de apenas 1.5% y con poco más de la mitad de los votos escrutados, el mundo vio con sorpresa cómo las autoridades electorales de Venezuela se apresuraban a declarar “irreversible” el triunfo de Nicolás Maduro. No esperaron a que se resolvieran las impugnaciones ni que se atendieran las irregularidades que por centenares denunciaba la oposición democrática. Ni siquiera se dieron el trabajo de anunciar el resultado final.

El heredero proclamó su victoria a la carrera, asustado por la masiva pérdida de votos. Dedicado a insultar a su adversario durante toda la campaña, fue imposible escuchar de sus labios algún discurso coherente y programático. La prensa internacional, ante tal despliegue oratorio, se dedicó a contar las infinitas veces que citaba a Hugo Chávez y solo se despabiló cuando se le presentó el pajarito.

El resultado sorprende, pues, desde la elección de octubre, el chavismo perdió más de 700 mil votos. A diferencia de entonces, el Consejo Nacional Electoral demoró largas horas para dar cifras ajustadas e incompletas, pese al voto electrónico.




Ante las gruesas dudas y tras la recomendación de la Organización de Estados Americanos de revisar los comicios, Maduro tuvo que recurrir a la UNASUR para asumir a trompicones la presidencia a los cinco días del batacazo. La cumbre de Lima no tuvo más remedio que repetir lo que la OEA resolvió, con el añadido de que el apresurado líder bolivariano traía bajo la manga el compromiso de revisar la totalidad de las papeletas de votación.

El resultado es quizás el mejor para la concertación democrática que respalda a Henrique Capriles. Lo consolida como líder y lo coloca en el papel de fiscalizador de un gobernante que, sin la personalidad de su antecesor, tiene que enfrentar una situación crítica.

Pese a contar con las mayores reservas de hidrocarburos del planeta y con una renta petrolera de 100 mil millones de dólares al año, el país vive agobiado por la escasez, la inflación, el Desempleo, la corrupción y la delincuencia. El desbarajuste de precios es descomunal, el desorden generado por el control de cambios ha llevado a sus estrategas de la economía a creer que el caos es una conspiración de la derecha.

La paradoja es que el chavismo consolida el modelo primario exportador, convirtiéndose en el emblema latinoamericano del extractivismo. El 96% de sus ingresos provienen del petróleo y prácticamente no produce nada más.

La crisis provocada por un mecanismo electoral abusivo y ventajista, donde hay un ganador que asume elAmérica Latina prácticamente libre de dictaduras, pero los problemas de los venezolanos los tendrán que resolver ellos mismos. Maduro con su afán de polarización y su intolerancia antidemocrática, va camino a seguir perdiendo los votos que el histrionismo patrimonialista de su progenitor logró acumular.
mando sin que los votos acaben de ser contados, habla de sus debilidades tras catorce años en el poder. La comunidad internacional demandará que la Carta Democrática se cumpla, en una en una América Latina prácticamente libre de dictaduras, pero los problemas de los venezolanos los tendrán que resolver ellos mismos. Maduro con su afán de polarización y su intolerancia antidemocrática, va camino a seguir perdiendo los votos que el histrionismo patrimonialista de su progenitor logró acumular.

lunes, 22 de abril de 2013

Solucionética: Qali Warma, estafa descomunal. Por Luis Zaldívar





Este año escolar será 2013 recordado por miles de familias como el año en que sus hijos en ves de recibir la acostumbrada ración de apoyo para su desarrollo escolar obtuvieron comida podrida, sin registro sanitario y con tardanza. Las 64 denuncias registradas en estos escasos dos meses[1] necesariamente nos tiene que llevar a preguntarnos ¿Qué está ocurriendo aquí?

La respuesta es bastante simple: una estrategia equivocada y la ineficacia de la tecnocracia de izquierda que se subió al carro con Toledo y ahora con Humala, pero que no quieren asumir los pasivos de su gestión.

La estrategia de Qali Warma a sido en cierta forma reinventar la pólvora, acusando de corrupción al programa PRONAA que venía funcionando desde los noventas para hacer dos cambios: 1) el nombre, y 2) darle a los colegios la potestad de elegir a los proveedores. Con un obvio desconocimiento de la realidad, la administración de la señora Guiselle Romero avalada por la ministra Trivielli se propuso descentralizar las compras de los alimentos a los padres de familia, causando de inmediato el único resultado posible: corrupción rampante e imposibilidad de fiscalizar tantos procesos al mismo tiempo. Dejándose llevar por su visión elitista de “todos los pobres son buenos”, los funcionarios de Qali Warma han preferido entregarle la alimentación de nuestros niños a los dueños de panaderías que están haciendo su negocio en vez de ellos mismos hacer el trabajo de concesionar a los proveedores y fiscalizarlos.



Peor aún, existen muchas denuncias de corrupción sobre la elección de las juntas que eligen a los proveedores[2], con el agravante de que Qali Warma por ser el programa insignia de Nadine Heredia es también el foco de reclamos de puestos de trabajo por los militantes nacionalistas. La soberbia y torpeza es tal en la administración que hasta hace cinco días tenían 12 toneladas de alimentos del PRONAA guardados en la municipalidad de Huanta. ¿Qué acaso ya eliminamos el hambre en el Perú? ¿Ya podemos dejar la comida tirada?

No hay mucho que defender del PRONAA, pero todos podemos darnos cuenta de que éste funcionaba mejor que los programas actuales, diseñados específicamente para estafar a la población y delegar las responsabilidades a otros. La soberbia de los trabajadores del MIDIS probablemente les haga pensar que ellos están haciendo una revolución, cuando lo único que están haciendo es regresarnos a la época de los 80´s donde los partidos políticos eran los que tenían control sobre los programas sociales.

 Ojalá que esta administración sea capaz de retroceder y se vuelva centralizar la elección de proveedores, no les caería un momento de lucidez. Los niños merecen más.

domingo, 21 de abril de 2013

La evidente dictadura en Venezuela. Por Renzo Ibañez Noel


Los que nunca hemos simpatizado con el proyecto chavista no necesitamos muchos argumentos para oponernos al último descalabro ocurrido en Venezuela. Es más, siendo conscientes de que el chavismo ha sido mayoritario hasta hace muy poco, igual nos hemos opuesto a un modelo económico que privilegia el despilfarro del dinero, producido  casi exclusivamente por las ingentes cantidades de petróleo,  por sobre la creación de bases económicas sólidas y que, pretenciosamente, intenta intervenir en otros países.

Sin embargo, hay muchos que siguen considerando al chavismo una “variante” de democracia, la cual se ha basado en la popularidad del fallecido caudillo, un discurso construido en dos dimensiones, por un lado una retórica social-reivindicacionista y por otro uno que denuncia a “enemigo yakee” y sus “secuaces” dentro de Venezuela (oposición), así mismo,  en la existencia de un sistema electoral que  arrincona a los opositores, y por último, la nula intención por respetar la libertad de prensa, estilo que Chávez, salvando las distancias ideológicas y de formas,  copió del dictador Alberto Fujimori. En ese sentido, tenemos que tener algunas cosas claras:


1.      No existe democracia en donde el Tribunal Supremo de Juticia está totalmente copado –literalmente -por partidarios del partido mayoritario[1]. Esto no permite a ningún ciudadano ampararse en el Poder Judicial para defender sus derechos contra el gobierno. Es importante recordar que estos señores jueces no son “supuestos chavistas”, sino que son gobierno-confesos que van a mítines y hacen campaña. Esta cooptación además no admite competencia interna, ya que pareciera ser que el requisito para acceder a un puesto en  las instancias judiciales es la de de tener un “carnet chavista”[2].

2.      El congreso no sólo es mayoritariamente oficialista, sino que han despojado a la oposición de toda posibilidad de presidir comisiones y ahora último no se le da la palabra a quien cuestione los resultados electorales, todo ello es motivado y construido por un sólido sistema electoral que está diseñado para dar incentivos y complacencias al gobierno de turno, generando mayorías aplastantes en desmedro de una oposición que no tiene mecanismos de defensa dentro de la Asamblea Nacional[3].

3.      Ninguna democracia se puede sostener en el fraude. Nicolás Maduro antes de las elecciones decía que se allanaba a cualquier conteo, luego dijo que era “técnicamente imposible” hacer un reconteo, y ahora ha tenido que aceptar por presión, tanto interna como externa, un reconteo que no será absoluto y que no cuenta con la transparencia suficiente, lo cual hace que se reaviven las suspicacias, habida cuenta el tiempo transcurrido y la muestra evidente de que el Consejo Nacional Electoral es un tentáculo más del gobierno chavista.

La entronización de Maduro bajo las condiciones señaladas es solo la muestra de cómo un país y sus
instituciones han sido transformadas para dar cabida a un sistema obsoleto y obtuso,  que ahoga las libertades de los venezolanos y que busca la permanencia de una neo-oligarquía partidaria con discurso social, con supuesta semántica progresista pero oligarquía al fin y al cabo, una elite que se ha llenado los bolsillos de petrodólares a costa de la destrucción del aparato productivo y de la pobreza de miles de venezolanos que hoy cada vez más gritan un cambio urgente para el país de Bolívar, esperemos que así suceda.




sábado, 20 de abril de 2013

Armando: Testimonio personal. Por Víctor Raúl Trujillo de Zela


Armando: Testimonio personal. Por Víctor Raúl Trujillo de Zela


Conocí a Armando Villanueva en enero de 1956, a pocos días de su clandestina llegada procedente de Chile. Tocó el timbre de mi casa y yo, de tan sólo 13 años, me quedé impresionado por su voz, con la cual me preguntó por mi padre, y de sus cejas. Me dijo –Hola, ¿está tu papá?, dile que ya llegué-. A lo que le respondí –Muy bien compañero-. Mi familia y yo vivíamos a la espalda de la casa de Armando, en el corazón de San Isidro viejo. Yo ya sabía quién era Armando, pues mi padre lo conocía desde que este llego al Partido, aún de 15 años y vistiendo pantalones cortos.

Inmediatamente a su llegada, Armando se contactó con Ramiro Prialé, quien también había regresado clandestinamente meses antes, y se pusieron a trabajar juntos, pues las elecciones generales estaban por llegar. El Apra se encontraba fuera de la ley, por lo que los apristas no éramos ciudadanos completos, pues podíamos elegir pero no ser elegidos.

Luego de fracasar las conversaciones con Hernando Lavalle, candidato apoyado por Odría, nos decidimos a apoyar al único candidato que ofrecía devolver las libertades políticas a todos los peruanos, Manuel Prado. Y en una demostración sin precedentes de gran organización, en tan solo 72 horas el Apra volcó todo su apoyo hacia Prado, quien nos había perseguido durante su primer gobierno.

Manuel Prado ganó las elecciones y cumplió con su palabra, siendo su primer acto, volver a la legalidad al Apra y devolver las libertades políticas a todos los peruanos, sean del bando que fuesen. Así se inició el régimen de la “Convivencia”, denostado por algunos perdedores, pero que tuvo la virtud de convocar a grandes intelectuales y técnicos del país, tales como Jorge Basadre, Raúl Porras, Antonio Pinilla, Jorge Grieve, Pedro Beltrán, José Gálvez entre otros.

Armando no solo fue un gran y sacrificado político, incapaz de odiar ni de guardar rencores a sus adversarios. Era también un hombre extremadamente bueno y sincero, casado con una extraordinaria mujer, Lucy Ortega, y padre de una gran hija, Lucía.

Muchas veces fui a su domicilio a conversar, a franquearnos como un par de buenos amigos. Como anécdota puedo contar que, hablando sobre el Partido, le pregunté si mejor hubiera sido evitar la separación de Andrés Townsend del Partido, a lo que el “negro” Armando me respondió de manera afirmativa, añadiendo -por eso fui a su entierro y di el primer lampazo-.

Defendía con pasión sus puntos de vista y más que un político, fue un terco luchador social y un maestro, el cual por su militante posición antiimperialista siempre contó con el respaldo de los jóvenes. Por eso, los apristas y el pueblo peruano debemos tomar mucha atención a sus invocaciones. Que el Perú necesita amor entre los peruanos, tolerancia e irrestricto respecto a la libertad, y que el Apra debe mantener férreamente su unidad, modernizarse y dar mayor protagonismo a jóvenes en posiciones importantes dentro y fuera del Partido.

jueves, 18 de abril de 2013

Armando y la izquierda democrática. Por Agustín Haya de la Torre

Cumplir más de ochenta años de militancia política resulta algo excepcional, en un país plagado de dictaduras y regímenes precarios. Armando Villanueva del Campo inició su vida enfrentando a Sánchez Cerro, apenas un colegial y pronto, al cerrarse cualquier resquicio democrático, no dudó en participar en la insurgencia popular.
 Como todo el que se juega la vida por La Libertad y la justicia social, sufrió persecución, cárcel y destierro. Lo acusaron de terrorista con número y todo, incluso de traficante. La lucha antidictatorial postuló siempre la democracia y la constitucionalización del país, cuando la oligarquía feudal impedía el estado de derecho y la arbitrariedad se imponía. La primera generación de jóvenes apristas alcanzó la madurez en la acción bajo el mando directo de Víctor Raúl.
 Hijo de un prominente médico de la época de Augusto B. Leguía, encontró como ideal de vida el combate por el pan y La Libertad. Pese a sus largos años de prisión y de clandestinidad, jamás claudicó. Hombre de vasta cultura, cuya inquietud lo llevaba desde recitar de memoria poesía española y latinoamericana, hasta seguir los avances de Stephen Hawking o leer los libros que los sílabos de ciencias sociales recomendaban con afán de estudiante.
 En su casa uno podía asistir a la actuación de un violinista, al recital de un poeta o al concierto de un coro completo de Música barroca.


 Su fina ironía y sentido del humor lo hicieron entrañable. Desde que sintió ruido de fuegos artificiales en el asalto al cuartel Barbones, para descubrir que provenía de las balas que le silbaban alrededor o saborear nostálgico los tallarines rojos que mi madre llevaba a la prisión que compartía con mi padre. Cáustico, contaba los años de gracia solicitados a Don Sata (“a quién más le voy a pedir si soy ateo”) cuando se le ocurrió definirse como un “cadáver de vacaciones”. saludado cuando salía de algún trance, aseguraba con su sonrisa cascada que su epitafio diría que murió en buen estado de salud.
 Un combatiente contra las tiranías que en los periodos democráticos buscaba concertar, resulta para algunos difícil de entender. La mano extendida al adversario que lo persiguió y no la venganza, habla de su grandeza republicana. La defensa del aprismo como izquierda democrática la sentía como un compromiso vital, por ello alcanzar la convivencia pacífica con plenos derechos e igualdad social marcó su andadura.
 En todo el espectro democrático, de izquierda a derecha, tuvo no solo relaciones políticas sino amistades leales. Creía profundamente en el ser humano, en sus capacidades y potencialidades. Su empatía con los jóvenes era proverbial. Su fe en los partidos como pilares de la democracia, irreversible y su visión de la muerte, la de los antiguos griegos.
 Con Francisco de Quevedo podremos decir en su homenaje que del vientre a la prisión vino en naciendo; de la prisión fue al sepulcro amando; y siempre en el sepulcro, estará ardiendo.



martes, 16 de abril de 2013

El verdadero Mariátegui. Por Hugo Vallenas



El 16 de abril de 1930, hace 83 años, falleció en Lima José Carlos Mariátegui, brillante intelectual autodidacta que fundó el pensamiento marxista en el Perú. Lamentablemente, de su esfuerzo solo logró germinar un minúsculo conglomerado de agrupamientos que se atribuyen el nombre de Partido Comunista Peruano (entre estas diversas facciones se encuentra el funesto grupo “Sendero Luminoso”).

Si bien José Carlos Mariátegui era un comunista “convicto y confeso”, no fundó el 7 de octubre de 1928 el Partido Comunista Peruano sino el Partido Socialista del Perú, agrupación cercana pero no afiliada al comunismo, dentro de la cual hubo un pequeño núcleo comunista. En esa ocasión fue cofundador del PSP el grupo socialista de Luciano Castillo, que no tenía afinidad alguna con las ideas de Mariátegui y pronto se apartó.

El PSP fue transformado en PCP en abril de 1930 (apenas fallecido Mariátegui) por Eudocio
Ravines, enviado de la Internacional Comunista, quien excomulgó las ideas de Mariátegui bajo el epíteto de ser “populistas” y “pequeño-burguesas” y orientó la política de este grupo hacia reiterados desastres. Pero esta segunda fundación no la celebran los comunistas peruanos porque en 1942, tanto Ravines como los principales integrantes del núcleo fundador de 1928: Esteban Pavletich, Julio Portocarrero, Ricardo Martínez de la Torre, etc., fueron expulsados por colaborar ignominiosamente con el gobierno de Manuel Prado. Ravines se convirtió, casi de inmediato, en un defensor de la extrema derecha peruana y pronto se reveló que siendo dirigente del PCP ya era un agente de la CIA (la Central de Inteligencia de los EE UU).


Desde 1930, el PCP ha ido de tumbo en tumbo y subdividiéndose hasta el infinito. Hemos tenido el PCP “Unidad” (prosoviético y ardorosamente provelasquista entre 1968-1975); el PCP “Bandera Roja” (maoísta y luego “albanés"); el PC del P “Patria Roja” (maoísta del “librito rojo” y hoy seguidor del PC Chino proimperialista); y el PCP “Por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui” (más conocido como “Sendero” a secas). Ha habido además una larga serie de sub grupos de corta vida como “Puka llacta”, “Estrella Roja”, etc., etc.; y diversos grupos comunistas de origen “no tradicional” como el MIR de las guerrillas de 1965 y los distintos desgajamientos de Vanguardia Revolucionaria que incluyen el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el PUM (Partido Unificado Mariateguista) y otros más que se pierden en el infinito.


En cada crisis y fraccionamiento, los pequeños caudillos en pugna no consiguen organizar una argumentación política convincente. Por esta razón suelen refugiarse en los breves textos legados por Mariátegui, dándole a los breves artículos y comentarios periodísticos que publicó en su corta vida, la dimensión de magnos tratados científicos.

Con todo el respeto que se merece la honesta figura de José Carlos Mariátegui, es indispensable reconocer que su legado no tiene la envergadura ni la trascendencia que sus epígonos pretenden. Esa insuficiencia es parte de la crisis permanente de los comunistas criollos.


Acompañándolos en esta triste celebración, ofrecemos a nuestros lectores rojos y rosaditos el
artículo de Hugo Vallenas titulado “El verdadero Mariátegui”. Este artículo se publicó con motivo del aniversario del natalicio de JCM en 1989, hace 22 años. Los argumentos siguen vigentes ya que los “rabanitos” comunistas y comunistoides no tienen nada nuevo que decir.

domingo, 14 de abril de 2013

¿Por qué Ollanta quiere llevar jóvenes pobres obligados a los cuarteles? [Ojo Izquierdo]

La propuesta del gobierno por el regreso del Servicio Militar Obligatorio no ha retrocedido ante los cuestionamientos que se ha hecho desde la oposición a una norma que atenta contra la libertad de los jóvenes de elegir su camino profesional. Hace unos días Humala declaró

Les pido a todos los jóvenes que hagan el servicio militar, que aprendan allí porque en el Ejército les enseñarán a leer y escribir, a conducir, los que no saben. Van a aprender la disciplina y el carácter”” [1]

Si bien estamos de acuerdo con que la vida militar es una excelente opción para todos los jóvenes que se sientan atraídos por una vida de servicio a la patria desde los cuarteles, es insultante que el presidente quiera obligar a los que no pensamos como él a pagar una discriminatoria multa o a vernos forzados a dejar nuestras vidas para seguir un camino que no hemos elegido. No existe evidencia alguna que ser militar en el Perú te transforme en una persona disciplinada, recta o moralmente mejor que otros, y el presidente Humala con su cúpula militar no puede pretender imponer su forma de vida como una rehabilitación cuando lo único que es es una imposición.

Cuando Humala quería limpiar su imagen de su pasado filo fascista del etnocacerismo también estaba de acuerdo con nosotros[2]. Inclusive llegó a decir que la vida militar “no es reformatorio ni una correccional, es para que vayan a hacer voluntariamente su servicio y debe ser un ser trabajo que tenga atractivos para los jóvenes”[3]. Al llegar al poder, y acercándose cada vez más a su formación dictatorial y autoritaria, Humala se desdice y quiere imponer una moral del siglo XIX a pleno siglo XXI.

Así que debemos luchar. No podemos quedarnos quietos mientras el gobierno alegremente gira al autoritarismo. Un 75%  de peruanos rechazamos la multa de 1850 soles para los hijos de familias pudientes que puedan pagar esa suma[4]. Si encuestamos jóvenes, estamos seguros que el nivel de desaprobación de la norma es mayor. Nuestra tarea es representar a esa masa de jóvenes que tienen que ver en los grupos políticos su posición expresada.

En defensa de la democracia y la decencia en la política peruana. Por Jaicec Espinosa y Nito Trujilo


El país ha sido notificado de las reales intensiones del gobierno que presiden Ollanta Humala y Nadine Heredia, quienes están decididos a seguir el ejemplo del difundo autócrata venezolano Hugo Chávez, intentando perpetuarse en el poder mediante lo que inteligentemente el expresidente Alan García ha denominado la reelección conyugal. Para lograr esto, han sumergido al país en un proceso de desmocratización, empoderando a los militares, sobre todo a sus compañeros de promoción, los cuales ya están ocupando estratégicos cargos en la estructura militar, por lo que no extrañaría que en un futuro inmediato también lo hagan en el ámbito civil.

Claros ejemplos de esto son principalmente el haberle entregado a la Marina de Guerra del Perú la administración de los puertos y el intentar volver a la obligatoriedad del servicio militar. Considerando también que el comandante se ha rodeado de asesores militares, los que le  aconsejaron arremeter con todo contra la figura del expresidente Alan García, quien hasta hace pocos días se había mostrado como un hombre que intentaba apoyar al gobierno, promoviendo la inversión en el Perú por todo el mundo, para que así el ciclo de crecimiento económico y justicia social que lleva más de 10 años se siga fortaleciendo.


Pero el comandante en retiro que nos gobierna, ha respondido a estos gestos del expresidente de una manera por demás descortés, tratando de ridiculizarlo, utilizando un lenguaje de cuartel que es inaceptable para referirse a cualquier Jefe de Estado.  Afortunadamente el tiro le ha salido por la culata a la pareja presidencial, pues ha servido para que una serie de importantes líderes políticos e intelectuales del país denuncien las intenciones chavistas de perpetuación en el poder de la pareja gobernante y sus ya conocidos titiriteros, autores de un desfasado plan de gobierno que osaron llamar “La Gran Transformación”, burda imitación de una frase de Haya de la Torre pronunciada en 1923 mientras partía a su primer exilio.

Ante estas respuestas, la pareja inquilina de la Casa de Pizarro estaría intentando armar una suerte de frente amplio con todos los grupos de izquierda, tanto de la extrema como de la caviar, el nacionalismo y de algunos otros políticos, especialmente jóvenes de cuyas buenas intenciones no dudamos, pero que por su juventud no saben lo que significaría que el Perú se convierta en un país como Venezuela o Argentina, que usan un modelo económico basado en regalar dinero del petróleo o aplicar subsidios indiscriminadamente , herramientas que los han llevado al borde de la quiebra económica, pues carecen de políticas que alienten la inversión privada, motor del crecimiento en todo el mundo y creadora de empleo productivo.

Por ello, los partidos políticos que están por la defensa de la democracia y en contra de la reelección conyugal deben de modernizarse iniciando un proceso de rejuvenecimiento de sus cuadros, con gente que sepa gestionar y sintonizar con el pueblo, pero sobre todo iniciar una sana política de depuración de militantes sobre los cuales exista la sospecha de conductas indebidas. 

viernes, 12 de abril de 2013

Reelección Conyugal

Un madrugador inicio de campaña lleva al gobierno dual al intento de inhabilitar a Alan García. La pareja gobernante presume que será un rival insalvable el 2016 y para aliviarse el camino, no se les ocurrió nada mejor que recurrir a la probada sagacidad del presidente de la llamada megacomisión que lo investiga.

Apurado tras dos años de pesquisas que le han valido el reconocimiento nacional por su inconsistencia, sin ningún resultado medianamente serio, decidió adelantarse a su propia comisión y presentó, para sorpresa de sus colegas, un informe en un programa de televisión donde
denunciaba los indultos a “delincuentes” otorgados en el quinquenio anterior.

Por el tono utilizado, quedó claro que creía que los indultos y las gracias presidenciales corresponden a los condenados por su inocencia. Lo respaldó en el acto el primer ministro Jiménez Mayor, sin acordarse que llevaba varias decenas de traficantes de
Drogas beneficiados con su firma y la del presidente Ollanta Humala.

Manifestando prematuras lagunas, tampoco recordaba que desde la transición participó en el otorgamiento de gracias y reducción de penas. Mucho menos quería que le mencionen su colaboración con la dictadura de Alberto
Fujimori, junto con otros “izquierdistas”, en una nefasta reforma judicial conducida por un militar y digitada por Montesinos.



Todo no pasaría de una comedia de equivocaciones, donde el astuto congresista intentó coronar el espectáculo con la “confidencia” de un cabecilla del
narcotráfico, informante habitual de los medios y proveedor de la marihuana de cierto estrafalario reo de Piedras Gordas; salvo porque responde a la estrategia de la reelección conyugal.

Uno de los resultados de la
crisis de los partidos devino en la aparición de clanes familiares que tratan de cubrir el vacío con suerte desigual. Las gens Fujimori y Toledo consiguieron cierta articulación política sin poder desprenderse en absoluto del apellido.

El árbol genealógico de don Isaac no alcanza tal nivel. La deriva ideológica los lleva del etnocacerismo nazi pasando por el bien financiado chavismo, hasta el centro derecha en el que anclaron desde la segunda vuelta. En todo el lapso transcurrido nadie puede verificar la vida institucional del registrado pero fantasmal Partido Nacionalista Peruano. Sus dirigentes están pintados en la pared y sus más destacados parlamentarios saben que todas las decisiones las toma el “equipo presidencial”, o sea la pareja.

Como nunca intentaron construir una organización en serio, solo les queda promover a la otra mitad del equipo gobernante. Necesitarían derogar la ley electoral que desarrolla el mandato constitucional para impedir que desde el poder se perpetúe la familia. El esquema de los Kirchner resulta clarísimo y si no logran modificar la ley en el
Congreso, recurrirán a una interpretación auténtica del Jurado Electoral.

miércoles, 10 de abril de 2013

Mi día del Arqueólogo y la culpa de Tello. Por Hernán I. Hurtado

Julio César Tello Rojas (1880- 1947)
¡debería estar en algún billete!

Mi día del Arqueólogo y la culpa de Tello.
Por Hernán I. Hurtado


Cumple de Julio C. Tello y día del arqueólogo peruano. Saludos y buena vibra.

El 11 de abril se celebra el nacimiento del huarochirano Julio César Tello Rojas (1880- 1947) y por su emérita trayectoria en pro de la arqueología andina celebramos su cumpleaños como el  "día del arqueólogo peruano".

Se ha dicho mucho sobre Tello e incluso no dejan de aparecer publicaciones póstumas del nutrido Archivo Tello que es producto del hábito boasiano (César Astuhuamán: 2006) de recopilar y acumular información hasta el último de sus días.

No pretendo explicar racionalmente porque me incliné por esta profesión, sólo quiero salpicar y atar emociones en torno a mi aventurada y temprana decisión de ser arqueólogo. Cuando uno se zambulle en  los abruptos pasajes de la historia entiende que esta no es lineal ni rígida, sino que se comporta como el mismo hombre en proporción a la historia de la humanidad, es decir, es flexible y antojadiza, ilógica y muchas veces irracional y caprichosa, que por más que sucedan circunstancias parecidas nada vuelve a ser igual. Por esto le echo la culpa a mi abuelo y a Julio César Tello, quien fue mi cómplice y compañero de las silenciosas huidas al viejo museo de Pueblo Libre y la maldita pasión por preocuparme por pueblos aparentemente “muertos” pero a la vez anchos de enigmática vida.

Esta imagen se me viene a la mente
cuando hablan de Tello. Este es el busto
que yace en el Museo de Pueblo Libre
que a la vez es tu tumba vigilante.
Es único
Recuerdo cuando era niño de 4 años y mi abuelo paterno (médico de profesión) me comentaba con emoción y terquedad que no era posible bañarse dos veces en un mismo río y que la vida es como un río que discurre y he ahí el aporte del señor Heráclito, además que le hubiera gustado ser arqueólogo –yo decía: ¿qué cosas para difíciles?- y me comentaba de una rara enfermedad que tuvieron los antiguos peruanos que fue investigada por un médico que le gustaba la arqueología. Me hablaba con tal emoción de un tal Julio César Tello y solo atinaba a escucharlo con filial atención. En realidad me parecía fascinante y entretenido, aunque no entendía por completo como un doctor pudo saber quiénes eran más antiguos y porque todo, aparentemente, se resumía a cerámicas, huesos, telas y demás cosas raras y seductoras. No creo que su intención fuese en sugestionarme para que sea arqueólogo, sino para que sea médico y a la vez interesado por la historia. Sin embargo las grandes dosis de historia, la repetida narración del sabio Julio César Tello, las alucinantes películas de Indiana Jones, el vivir tan cerca de museos y la suerte de viajar por el país y poder recorrer muchos sitios arqueológicos.

En el verano del 93 me matricularon en un curso de collage en el viejo Museo de Antropología, Arqueología e Historia y reconozco que soy torpe para los quehaceres plásticos. La entrada era por la puerta lateral, la de jirón San Martín (la puerta que usamos para la biblioteca), y el taller era al costado de los gabinetes de textiles y cerámica, y  me gustaba recorrer con inocente discreción esos tétricos espacios que escondían cajas y cajas de algún tesoro antiguo -¡Pensaba en momias, maldiciones y cofres de monedas de oro!-. Cuando se percataban de mi presencia huía al patio cerca de la cafetería y al fragor de mi prisa me saludaba con solemnidad el busto de Julio César Tello -con el tiempo me enteraría que ahí fue enterrado-. Apenas se distraía el vigilante del pasadizo, entre el patio y el museo, aprovechaba en escabullirme a  las  tenebrosas y oscuras salas que exponían desde lo más antiguo hasta la historia de la república. Creo que en esos momentos decidí involucrarme con aquellos objetos que significaban o simbolizaban un pueblo que ocupó esta geografía muchísimo antes que mis contemporáneos y hasta me atreví a pensar que podía ser descendiente de aquellos antiguos peruanos y con mayor responsabilidad debería conocerlos mejor.