Pensamiento libre sin ideología es como coito asistido

domingo, 27 de noviembre de 2011

Daniel Parodi vetado en La República


Desde esta tribuna expresamos nuestra solidaridad con Daniel Parodi, quien sin ninguna razón aparente ha sido vetado de su columna semanal en el diario La República. Respetamos la posición del columnista, quien se ha limitado a señalar que su columna había venido creciendo y de que existen diferencias ideológicas entre la línea editorial y su posición, la cual ha sido también expuesta en este frente.
Esperamos que este veto no sea un precedente y que los intelectuales que difieren del pensamiento único que ciertos sectores quieren imponer encuentren siempre lugares donde exponer sus ideas.
Red Ojo Izquierdo

viernes, 25 de noviembre de 2011

Claridad - La guitarra y el cajón. Por Agustín Haya de la Torre


El problema es que cuando eran guitarristas, promovieron la demagogia y se enredaron en cosas como el incumplible balón de gas a doce soles y las falacias anti mineras, con frases que aún encandilan a buena parte de sus seguidores.



La condecoración al líder histórico del Partido Popular Cristiano, Luis Bedoya Reyes, al día siguiente de pronunciarse a favor de la explotación de la mina Conga, indicaría un punto de inflexión en la política gubernamental. Apenas una semana antes, en Hawai, el presidente había tenido duras frases contra la minería, hasta sostuvo que sólo existía desde la república.

Después de comprobar que el cuarto del rescate no estaba lleno de papas y camotes y que el capitalismo nació incentivado por el oro y la plata llevados de América, el gobierno se jugó entero por la gran inversión minera.

Dio un paso valiente al rectificarse, pues durante la campaña dijeron exactamente lo contrario. El nacionalismo alentó desde su fundación a fuerzas enemigas de la modernidad y de la explotación de nuestros recursos naturales. Cuando candidato, se encargó de oponer agua versus oro y agricultura contra minería. Los extremistas de la economía pre moderna estaban encantados. Sus activistas estuvieron durante años en todo tipo de movilizaciones contra el desarrollo económico del país.

La declaración de Humala, en realidad no es la primera. Quizás ello desató la intemperancia de sus antiguos votantes que empezaron de nuevo a lanzarse contra la inversión minera. En Cajamarca, el presidente regional Gregorio Santos, militante de Patria Roja, no perdió la oportunidad para encararle que se había vendido a los grandes empresarios.

¿se voltea?

Hasta don Isaac Humala, ha vuelto a exponer su pensamiento cada vez más fascista y reaccionario. No sólo defiende abiertamente la minería tradicional, de túneles y socavones, famosa por dañina, sino que insiste en que sólo los militares pueden gobernar el Perú. saluda el sesgo militar que a su juicio tiene el gobierno de su hijo y con ello alimenta la idea de un golpe.

Algunos, se van acongojados
Ahora sabemos que hay dos humalismos: el de la guitarra, que usó consignas demagógicas para ganar las elecciones y el del cajón, esto es el de la responsabilidad de gobernar. En este hay dos variantes: la de Omar Chehade, que trata de usar el poder en provecho propio y la que asume la pareja presidencial, que parece empeñada en querer hacer bien las tareas.


De hecho el gobierno ha dado pasos importantes al reactivar el Acuerdo Nacional y acercarse a las fuerzas democráticas, reconociendo la pluralidad y la necesaria concertación democrática. Las dudas subsisten porque han elegido una bancada repleta de capitalistas marginales y gobiernan en una extraña alianza que incluye neoliberales y viejos anarquistas desfasados. Todo esto mientras el patriarca impulsa una dictadura militar y otras perlas del clan venden sus influencias por “paquetes completos”.

martes, 22 de noviembre de 2011

Solucionética - Ecos de la vieja política: Raúl Castro y Mario Huamán. Por Luis Zaldívar



Ecos de la vieja política: Raúl Castro y Mario Huamán. Por Luis Zaldívar

La semana pasada han habido dos acontecimientos que en el Perú de hace 30 años hubiesen tenido una importante relevancia a nivel nacional. Por un lado, el Partido PopularCristiano tuvo elecciones internas y eligió como presidente a Raúl Castro, afirmando así la línea institucionalista con un perfil muy tecnocrático que ha definido al PPC en las últimas décadas. En la otra trinchera, Mario Huamán fueuna vez más reelegido secretario general de la CGTP, con lo cual nos aseguramos otro ciclo de hegemonía comunista en el sindicato de trabajadores más representativo del país. En el caso del PPC hubo una pequeña emoción respecto a una línea renovadora a la cual la máquina le cerró el paso, y en cuanto a la CGTP, parecen estar bastante felices de que tuvieron a sindicalistas europeos (todos ellos comunistas reciclados) hablando sobre la crisis del capitalismo, a pesar de que el discurso no aplica a nuestra realidad.

Estas noticias son pésimas para el país. ¿Qué idea nueva puede ofrecer Raúl Castro para el sistema de partidos en el Perú? ¿Qué de interesante puede haber en que la CGTP haga una nueva asamblea para elegir a los mismos representantes de siempre?  Peor aún, los discursos de Castro y Huamán no son más que una repetidora de formalismos que no le dicen nada al país. Castro ofrece un PPC “más popular” y descentralizado, mientras Huamán y su séquito continúan con su táctica de demostrar fuerza paraque Humala de trabajo a sus allegados[4]. Al igual que algunos sectores del Partido Aprista –que en otros tiempos daba cátedra de discurso político– el sindicalismo comunista y los dirigentes del PPC parecen estar hablando para sus ombligos sin darse cuenta que el país ha cambiado mientras ellos se han congelado.

El Perú es informal, y el peruano promedio no le va a creer a dos señores que encarnan instituciones que no se vinculan para nada con sus vidas. El PPC, más todavía con el señor Castro, sigue siendo el partido de las clases medias conservadoras de los 70´s (esas que no aceptan que la empleada doméstica se siente con ellos a la mesa ni que vaya al colegio), y la CGTP con el señor Huamán sigue siendo el bastión de los caudillos politizados expertos en vivir de la licencia sindical utilizando a las masas como fuerza de choque de cuando en cuando. Ninguno de los dos tiene un discurso asequible, y ninguno hace un intento para hacer pedagogía política, formando los talleres desde los cuales se forma una nueva conciencia nacional.

En los próximos años los que estamos metidos en política tenemos que dejar de pensar que “estar con el pueblo” significa repetir consignas sin significado real. Debemos enfocarnos en ser auténticos, en no pretender ser infalibles, en mostrar que se puede hacer política desde una institución sin dejar que la institución te carcoma. Todo eso es posible, pero lamentablemente no podemos esperar que el partido de los abogados arribistas o el sindicato de los huelguistas acomodados vaya a darnos el ejemplo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Mar de Vanidades - El PAP a la deriva. Lo que dicen las bases



Diálogos de Veterano y Bisoño

El PAP a la deriva. Lo que dicen las bases

Es un día viernes a eso de las siete de la noche. Veterano y Bisoño se encuentran de manera casual en las cabinas de internet que están en la avenida Venezuela, a pocos metros del cruce con la avenida Alfonso Ugarte.

Bisoño se da cuenta que don Veterano no maneja con mucha habilidad la computadora. Se le cierran las ventanas, no consigue ingresar a las páginas que desea consultar, refunfuña y golpea el teclado, causando sonrisas en los niños que juegan a destruir planetas al lado suyo.

—¡Don Veterano! ¿Cómo está usted? ¿Lo ayudo?

—Gracias, amigo Bisoño, pero creo que ya terminé. ¿Nos tomamos un café en la Casa del Pueblo?

—¿Con su pan con lechón?

—Sólo si es en el cafecito de la señora esa que está junto al patio de deportes. En la cafetería grande atienden mal y se han vuelto careros. Yo invito.

—Gracias, don Veterano.

Cómodamente sentados y con el lonche ya servido, Bisoño pregunta a don Veterano:

—¿Qué buscaba usted en la internet?

Algún pronunciamiento del Partido sobre la situación política, sobre los 100 días del gobierno de Humala, sobre la corrupción humalista que se está destapando, sobre qué proponemos frente al problema de la Mina Conga y finalmente sobre el prometido Congreso partidario.

—¿Y qué encontró?

—Absolutamente nada.

—Pero don Jorge del Castillo ha seguido bajando a las bases…

—Con su documento viejo e incompleto escrito por funcionarios de la Friedrich Ebert. Nos hemos vuelto felipillos de los socialdemócratas que han hecho en Europa lo mismo que Alan García en el Perú: enriquecerse y favorecer a los grandes monopolios transnacionales. Por eso la gente en Europa los repudia.

—Pero el “tío George” da entrevistas en televisión.

—Dice algunas cosas ingeniosas pero sin precisar si somos o no oposición y qué debemos decirle al país. Lo de Mina Conga es decisivo. O estamos con los empresarios mineros o estamos con los campesinos que defienden el agua. El candidato Humala prometió defender a los comuneros y ahora que es presidente los ha abandonado. Ya se viene la huelga general de Cajamarca. ¿En qué lado se ubica el aprismo?

—Quizás pide usted demasiado don Veterano. Hemos dejado el gobierno hace poco, hay acusaciones de corrupción que se van a investigar y tenemos muchos problemas internos. Quizás es mejor arreglar nuestros problemas primero.

—¿”Hemos” dejado el gobierno? Yo no he estado en el gobierno. Y estoy a favor de que se investigue a todo el mundo. Lo que no podemos hacer es dejar de ser lo que somos: un partido político.

—Lo que me temo, don Veterano, es que vamos a seguir como estamos hasta que el Cristo del Morro Solar baje el dedo. Cuando ocurra ese milagro y al gran señor de las alturas que es el Presidente del Partido Aprista, con poderes estatutarios para disolverlo si quiere, se le ocurra decir algo, veremos a todos sus acusadores correr a decirle chi cheñó en primera fila. Estoy cansado de escuchar ataques contra don Alan que luego se vuelven suspiros de colegiala.

—Es verdad. Mientras tanto, ojalá que las bases se pongan los pilas como debe ser y organicen al pueblo para defender sus derechos. La economía ya no va a estar tan sólida, el Presidente parece que pretende reelegirse, por las buenas o por las malas y la inclusión social prometida ya fue archivada. Necesitamos que el aprismo se ponga al frente del pueblo por el pan y la libertad. ¿Es mucho pedir eso?

—Parece que sí. El Partido Aprista va a la deriva. No hay línea política y no hay fecha para el Congreso. No hay padrones saneados, no hay democracia interna y en todos los comités la gente se está aburriendo y ya no acude. ¿Qué hacemos?

—Podemos ir al cine. Los viernes dan películas gratis aquí en la Casa del Pueblo. ¿Quiere venir?

—¿Qué películas dan?

—“El Padrino”, “Buenos muchachos”, todas de mafiosos…

—¿Alguna relación con la realidad partidaria? ¿Algún mensaje subliminal?

—No lo sé, habría que investigar… ¿Vamos a ver?

—Para otra ocasión, compañerito. Mejor me voy a mi comité distrital a exigir una asamblea que acuerde pronunciarse sobre la situación política y sobre el Congreso del partido. Todos deberíamos hacer lo mismo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Respuesta de Daniel Parodi a Hugo Vallenas respecto a la Reforma Agraria


Muy agradecidos, publicamos la respuesta de Daniel Parodi a la réplica que Hugo Vallenas hiciera a su artículo en La República

La Reforma Agraria de Velasco da para seguir dialogando, y es para sentirnos orgullosos de que tenemos a dos historiadores de nivel interesados en debatir con ideas frescas uno de los procesos más importantes del siglo XX,. ¡Muchas gracias Daniel!

Un debate muy contemporáneo (foto del 2011)

Querido Hugo:

Te respondo más bien de manera breve las interesantes observaciones que le haces a mi artículo “El otro Andahuasi” porque, en realidad, nuestras coincidencias son mucho más de lo que parecen y superan largamente nuestras discrepancias.

Hay tres puntos que sí quisiera discutir contigo:

Daniel Parodi
1.- En tu réplica citas una serie de autores que ofrece datos estadísticos acerca de los negativos resultados de la Reforma Agraria.  Parecería, por ello, que yo hubiese presentado una Reforma Agraria exitosa y triunfal, cuando lo que he dicho en mi artículo es que “las reformas de Velasco lastimaron el aparato productivo nacional, la sustitución de importaciones no funcionó, y nuestro Estado, entre la bancarrota y el terrorismo, estaba ávido de capitales frescos que proviniesen del sector privado. De allí la ley fujimorista de 1995 que creó las condiciones para la privatización irrestricta de la tierra y de allí también que la mayoría de cooperativas agrarias se haya reprivatizado”.
En tal sentido, lo que haces parecer como el centro de nuestra discrepancia es en realidad una coincidencia y por ello nada más tengo que añadir al respecto.

2.- Lo que sí sostengo en mi artículo –y me reafirmo en el concepto- es que Velasco “acabó con el latifundismo, el gamonalismo, el señorialismo, y con todos los  rezagos coloniales que aún pervivían en nuestra serranía, tan alejada de la ciudadanía, de la inclusión y de la igualdad.” En otras palabras, con Velasco se eliminan los rezagos de antiguas formas de dominación, profundamente arraigadas, que durante buena parte del siglo XX fueron denunciadas por el aprismo, el movimiento indigenista, entre otros. Los errores en la formulación de esta Reforma Agraria –que tú has apuntado de manera muy documentada e irrebatible- generan problemáticas nuevas, pero son otras problemáticas. La Reforma Agraria de Velasco no fue un éxito, no permaneció, no generó –como tú dices y yo omití en El Otro Andahuasi-  un modelo a seguir, entonces lo aclaro en estas líneas.


3.- Vinculado con el punto anterior, tú sostienes que la Reforma Agraria  sólo puso en evidencia la cruda realidad del latifundismo, cuando yo pienso que acabó con él, a pesar de generar nuevas problemáticas. Cuestionas además la verticalidad de la Reforma toda vez que fue ejecutada por un gobierno militar. Aquí yo encuentro que recoges un lugar común en el aprismo en torno al velascato. Así, por ejemplo, hace muchos años escuché a Fernando León de Vivero sostener que Velasco quiso hacer revolución sin pueblo. Reconoces, no obstante, que las omisiones programáticas del Partido Aprista favorecieron la aplicación de otras alternativas, y es aquí donde yo encuentro un primer paso para reinterpretar Velasco desde una mirada más contemporánea.

Vallenas y dos gamonales

Sobre el particular, yo creo que la tarea es historizar más el siglo XX, lo que implica separar el análisis histórico del juicio político. Así como he cuestionado a Nelson Manrique por utilizar en su estudio sobre el aprismo una serie de lugares comunes de la Nueva Izquierda setentera, pienso que también nosotros deberíamos despartidarizar el análisis histórico del siglo XX, para enfocarlo como un proceso de larga duración, rico, acelerado, conflictivo y complejo; y dentro de él colocar y discutir la trascendencia de sus diferentes actores.

Un abrazo fraterno

Daniel   

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Humala, Chehade y el general Velasco. Por Hugo Vallenas


¿Que sucedió en verdad?

El destacado historiador, buen amigo de La Sopa Teóloga y notable cultor del afro-jazz (lidera el grupo Lavanda Afro & Rock), don Daniel Parodi, ha publicado en La República del 11 de noviembre un elocuente artículo demandando al PresidenteHumala cumplir con sus promesas de respaldo a los trabajadores y campesinos azucareros de Andahuasi. Para quienes no han podido leerlo lo transcribimos más abajo.


Totalmente de acuerdo con don Daniel en que “combatir la desigualdad y la exclusión no es parte de la agenda neoliberal”, por lo cual se hace indispensable que el Presidente Humala “lidere” y “expulse de su entorno” a quienes representan no sólo corrupción sino además complicidad con intereses monopolistas, como es el caso del vicepresidente Chehade, lobbysta del grupo Wong. En La Sopa Teóloga no nos hacemos muchas ilusiones respecto al actual gobierno pero igual es indispensable exigir la salida de los grupos más retardatarios y antidemocráticos.

Sin embargo, no deja de ser importante discutir los referentes teóricos del planteamiento del profesor Parodi. Él señala como un dato fundamental a tomar en cuenta la reforma agraria que “en 1969 [el general Juan Velasco] aplicó y acabó con el latifundismo, el gamonalismo, el señorialismo, y con todos los  rezagos coloniales que aún pervivían en nuestra serranía, tan alejada de la ciudadanía, de la inclusión y de la igualdad”. Añade don Daniel que Velasco consideró “imperativo acabar con la oligarquía” en un país que “hacía rato que no estaba para patrones y aristocracias”.

Una mirada crítica a la reforma agraria velasquista

Ojalá fuera cierto todo lo que refiere Daniel Parodi. El general Velasco tomó el poder en octubre de 1968 con un firme propósito reformista pero no tuvo un equipo de cuadros de conducción política ni un movimiento o partido político que le diera respaldo para desarrollar sus objetivos. Ni siquiera tuvo el consenso adecuado en la propia Fuerza Armada. Por tratarse de una dictadura, la gestión de la reforma agraria iniciada en 1969 fue excesivamente vertical y económicamente deficiente.

Octubre de 1969: El general Velasco celebrando el primer aniversario de su gobierno de facto en la Plaza de Armas de Trujillo (Foto de Caretas Nº 404, 15-24 Oct. 69)
A diferencia de la revolución mexicana, que sentó la premisa de la nacionalización de la tierra para luego transferirla a los campesinos (como postulaba el APRA en 1926 y 1928), dejando en manos del Estado todos los pormenores de la indemnización a los antiguos latifundistas; la reforma agraria peruana de 1969-1975 estableció una lista de cuotas de afectación y transfirió todas las obligaciones de la deuda agraria a los adjudicatarios, que sólo tenían una reserva de dominio temporal sobre la tierra. A esto se agregó la arbitraria imposición de tres tipos de empresas asociativas que el Estado teledirigía: las cooperativas agrarias de producción (CAPs), las sociedades agrícolas de interés social (SAIS) y las empresas rurales de propiedad social (ERPS), cuyas decisiones gerenciales eran dictadas por el gobierno al margen de los campesinos.

La reforma agraria militar quedó inconclusa y cimentó una crisis productiva, que nos obligó a importar alimentos básicos. Hasta 1976 sólo el 39,6% de la PEA rural fue beneficiada por la reforma. Además, las nuevas formas empresariales (CAPs, SAIS y ERPS) resultaron ineficientes: llegaron a controlar el 45% de la tierra agrícola pero sólo generaban el 21,9% del valor bruto de producción agropecuario (VBPA). Y lo más importante de todo: la reforma no tomó en cuenta al millón de minifundistas con menos de 3 hectáreas que representaba casi la mitad de PEA rural (cuyo total sumaba 2,3 millones de trabajadores sin considerar sus familias); estos últimos siguieron desamparados desde el punto de vista legal y crediticio (ver: José Matos Mar y José Mejía: La reforma agraria en el Perú, IEP, Lima, 1980, cuadros 26, 27 y 28). La reforma agraria no llegó a cumplir sus fines y terminó siendo impopular.

La mejor prueba de ello es que la reforma agraria militar no generó un sindicalismo rural defensor del “proceso peruano”. Se formó, por el contrario, un fuerte sindicalismo campesino opositor “clasista” (es decir, comunista) que veía en la reforma agraria una maniobra para abrir el camino hacia la inversión rural a “los sectores más dinámicos y modernos de la burguesía monopólica”, antes marginados del campo por el viejo latifundismo conservador (ver: Luis Rocca Torres: Imperialismo en el Perú. Viejas ataduras con nuevos nudos. Imp. Ramos. Lima, 1973, p. 30).

Las empresas asociativas creadas con la reforma agraria militar tampoco tuvieron grandes inyecciones de capital ni políticas promocionales. Por ejemplo, las CAPs azucareras de la costa norte, no obstante sufrir una baja en los precios internacionales de sus exportaciones, mantuvieron una elevada presión tributaria y no se les concedió (como sí ocurrió con el sector minero privado de esos años) exoneraciones por reinversión. Al final el subsector colapsó y fue declarado en emergencia en 1977 (ver: Enrique Juscamaita y otros: La reforma agraria y permanencia de los enclaves en la periferia. El caso de la agroindustria azucarera peruana, ECO, Lima, 1978, p. 45).

El sociólogo Aníbal Quijano denunció en 1971 el nuevo tipo de conflictos que el gobierno militar generaba en las grandes haciendas intervenidas en la costa norte, entre ellas Tumán, donde se enfrentaban “los trabajadores de las ex haciendas cañaveraleras […] y la burocracia administrativa de las mismas”, ya que “los administradores, técnicos y dirigentes de las cooperativas agroindustriales tienen sueldos mucho más altos que cuando existía el régimen terrateniente privado” (ver: Aníbal Quijano Obregón: Nacionalismo, neoimperialismo y militarismo en el Perú, Ed. Periferia, Buenos Aires, 1971, p. 207). La corrupción rápidamente tomó control del proceso reformista, amparada por el sistema dictatorial.

Y respecto al punto de vista del campesinado organizado, esta es la percepción de la reforma agraria que difundían los dirigentes campesinos “clasistas” (que eran además perseguidos por la dictadura): “Conviene precisar aquí el sentido de la llamada reserva de dominio de la que los intelectuales nacionalistas reformistas ‘militantes del proceso’ no dicen una sola palabra. Para estos, los campesinos ya son ‘dueños de su destino’, ya son ‘propietarios de sus medios de producción’, y eso no es cierto. Serán propietarios cuando hayan pagado toda la deuda agraria. La reserva de dominio la tiene el Estado, que conserva el derecho de despojar la adjudicación de los predios a los campesinos que no han cumplido con pagar” (ver: Pedro Atusparia: La izquierda y la reforma agraria peruana, Ediciones Labor, Lima, 1977, pp. 5 y 6).

Por cierto, esto no niega que la reforma agraria velasquista tuvo una gran importancia política (puso en evidencia la cruda realidad del latifundismo hasta para el peruano más desinformado) y prestó atención a la protesta secular de los campesinos. Pero no podemos idealizarla ni tomarla como un modelo válido. Fue dictatorial y al final fue capturada y aprovechada por los “monopolistas modernos” del estilo de Dionisio Romero.

Este comentario tampoco puede desconocer que la reforma agraria velasquista llenó un vacío político creado por los drásticos recortes que hizo nuestro querido Partido Aprista Peruano al programa agrario que lo caracterizó desde su fundación. En sus Congresos internos, el PAP reafirmaba su adhesión a los principios agrarios de la revolución mexicana pero en la política cotidiana, al menos desde 1963 hasta 1968, supeditó sus propuestas a los intereses de los grandes propietarios agroindustriales que formaban parte del partido que era su aliado parlamentario, la Unión Nacional Odriísta (por ejemplo Julio de la Piedra, connotado líder de la UNO, era el principal propietario de la hacienda Pomalca).



sábado, 12 de noviembre de 2011

LA MARCHA DE LAS PUTAS


Sábado 12 de Noviembre, Lima- Perú
Hernán Iván Hurtado Castro


Av. Arequipa con dirección al Parque Kennedy


“¡ Alerta, alerta, alerta que camina…
 la marcha de las PUTA’s por América Latina!”
“¡No soy una vagina, tampoco unos pechos,
soy una mujer exigiendo sus derechos!”
“¡Ni en la casa ni en la calle..alto a la violencia!”




¡Ojo Izquierdo Presente!



¡Y ya cayó, y ya cayó... el machismo ya cayó!
Los ojoizquierdistas, los ultra antimachistas irreconciables con el conservadurismo de viejo cuño, se dieron cita en el Parque Washington para acompañar al contingente de P.U.T.A.S (Por una transformación auténtica de la sociedad) con el sublime propósito de sensibilizar a la sociedad hacia el respeto a la mujer y repudiar cualquier forma de violencia de género.

Activistas: Luis Zaldívar y Alan Salinas
La vieja avenida Arequipa, desde la plaza Washington hasta el parque Kennedy, atestiguó esta protesta sin precedentes dejando marcado el soberano respaldo de jóvenes estudiantes y público de todas las edades. El eco y la algarabía, entre bombos y pancartas, de las arengas imprimieron la calurosa mañana de concientización de la igualdad de género y el total rechazo a las prácticas discriminatorias.


¡Desnudas o vestidas...exigimos tu respeto!
Fieles a los ideales de justicia y libertad acudimos a este encuentro de reivindicación de la mujer indoamericana y estamos seguros de haber contribuido en cimentar los pilares de la nueva ciudadanía.

L. Zaldívar : ¡Agua sí!, ¡oro no!

Un buen ciudadano

Leer nuestro respaldo a la marcha

Indoamericanos siempre con los derechos femeninos. LEER FÉMINA POWER DESDE LAS CATACUMBAS

lunes, 7 de noviembre de 2011

Solucionética - El ataque del consultivismo. Por Luis Zaldívar



Solucionética - El ataque del consultivismo. Por Luis Zaldívar

En medio de tanto escándalo mediático en estas fechas de aniversario de los 100 días del gobierno nacionalista, los temas realmente importantes están pasando desapercibidos.

¿Quien gobierna?
Entre las cosas positivas para el país de estos primeros 100 días podemos comprobar que el nuevo gobierno pudo sacar una mejor tajada tributaria a las mineras, aunque fue más pequeña que la prometida a los peruanos y esperada por sus bases. Por otra parte, a pesar de las horrorosas hojas de vida de los militantes nacionalistas y de los vínculos cuestionables del gobierno con los dirigentes cocaleros, se ha visto que el viraje pro yanqui del humalismo respecto a la política antidrogas está dando algunos resultados interesantes.Sin embargo, la falta de coherencia del conjunto de  la política gubernamental y las declaraciones del presidente Humala en el Acuerdo Nacional este viernes 4 de noviembre hacen que estos y otros pequeños avances se vean como destellos de suerte en un gobierno que no sabe en qué está metido.

Sucede que el presidente, o sus asesores que parecen gobernar por él, están proponiendo una “megaconsulta” para decidir temas como el ordenamiento territorial, la política hídrica, el mapeo de lugares para actividades productivas, reservas naturales, etc. Es una medida peligrosa desde el punto de vista de la estabilidad institucional porque quita de las manos del gabinete y del propio Congreso los aspectos más delicados y técnicos del manejo del poder y vuelca todos estos atributos en la persona del presidente y su capacidad de convocatoria plebiscitaria. Algo así como quitar al poder judicial el manejo de las leyes y dejar las sentencias en manos de quienes buenamente se reúnen en una plaza.

Aún cuando no se ha dicho ni una palabra sobre cuáles serían los mecanismos por los cuales todos los peruanos decidiríamos sobre temas de los que no conocemos, no se me ocurre cómo una “megaconsulta” tenga algún tipo de final feliz para los intereses nacionales. Para empezar, sería imposible manejar el tema sin una politización y polarización extrema. La elección de los temas que entrarían en la consulta sería absolutamente arbitraria, dado que no estarían entrando cientos de temas que muchos piensan que deben ser repensadas como el marco legal de las comunidades indígenas, o la política salarial. Luego, está el gravísimo error de pensar que todos tenemos una opinión formada sobre los lugares en los que –por ejemplo – debe haber hidroeléctricas o no. Solamente la campaña informativa sobre los temas de agenda demoraría los cinco años del gobierno humalista. Da la impresión de que esta propuesta viene de ciertos sectores peruposibilistas que están buscando chamba privilegiada de consultores más que en un intento de ordenar el país. El resultado sería debilitar los poderes públicos y encumbrar desmedidamente al presidente. Y no olvidemos que este estilo de gobernar “directamente con el pueblo”, consultándole “lo que realmente quiere” sin necesidad de mediadores elegidos y en base a un presidencialismo extremista, ha sido típico del gobernante venezolano Hugo Chávez.

La parte más crítica de la propuesta es la referida al ordenamiento territorial. ¿En verdad cree el presidente que le va a preguntar a la gente si quiere mudarse? ¿Y qué va a hacer si la mayoría acepta? ¿Forzará a mudarse a los que no estuvieron de acuerdo? Parece que el humalismo no entiende que los procesos de ordenamiento territorial vienen siendo trabajados hace años y todos los estudios dicen que se deben crear focos productivos alrededor de los cuales se construya. Esto es lo que propuso el Acuerdo Nacional mediante el Plan Bicentenario 2021. Es insólito de que una persona llegue a la presidencia y crea que el ordenamiento territorial es una consigna de facebook a la cual la gente le pone “me gusta” sin ninguna conexión con la realidad.


Ya había escrito antes sobre cómo la famosa consulta previa resultaba ser un engaña muchachos en la práctica, y ahora veo que estas prácticas oficialistas de legislar por presión plebiscitaria quieren convertirse en el método fundamental de la gestión de gobierno, gastando nuestros recursos estatales en referéndums constantes, y convirtiendo al país en un zoológico donde prime el macho alfa con más dinero e influencias para utilizar las consultas y asegurarse una curul el 2016 o una alcaldía el 2014. De esta veta es que salen los comeoros y las robacable.

A este paso, vamos a tener sesiones de consulta previa en el restaurante Brujas de Cachiche todos los jueves, pero para ver cómo se resuelven todas las crisis se vienen.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Comentarios sueltos - Corruptos blindados. Escribe José Faustino


 Corruptos blindados. Escribe José Faustino
Resulta chocante ver la vehemencia con la que Javier Diez Canseco defiende al lobista Omar Chehade. Su exaltación profesional cultivada durante treinta años de parlamentario, puesta al servicio de un sinvergüenza, obliga a revisar las características de la alianza gobiernista.
Uno de los lemas principales de la campaña de la “gran transformación”, fue precisamente el de la lucha contra la corrupción y es en este tema donde en sus primeros cien días han naufragado estrepitosamente. Todo empezó con el viaje extra oficial de Alexis Humala y dos congresistas electos a Rusia, para negociar armamento, pesca y gas .En ese momento la opinión pública descubrió además, que sus acompañantes huanuqueños tenían vínculos con el narcotráfico. En las primeras semanas de iniciada la legislatura, saltaron otros casos de congresistas corruptos de la bancada oficialista.
Apareció la denuncia contra Amado Romero, representante de Madre de Dios, quien cobraría cinco kilos mensuales de oro (300 mil dólares) por proteger a los mineros ilegales. Luego contra Gloria Anicama y su esposo, de la empresa de cable pisqueña Orión, por piratería. También nos enteramos que el agitador de Andahuasi Wilder Ruiz, defensor del grupo Bustamante, tenía decenas de denuncias y procesos judiciales.
Para coronar el pastel, se descubre que el vicepresidente Omar Chehade estaba metido en oscuros enredos. Tenía escandalizados con sus presiones a los jueces, visitaba ministros para que favorezcan ilegalmente a determinadas empresas y finalmente convocaba al alto mando policial para sobornarlos, a fin de que que desaloje Andahuasi a favor del grupo chileno Wong.
Hace semanas que estas denuncias ocupan los titulares de los medios y el gobierno no sólo se lava las manos, sino que el propio Chehade lideró su blindaje llevando de las narices a la bancada oficialista en este trance.
Esto no resulta extraño porque en realidad no se trata de advenedizos en el nacionalismo. Romero, Anicama, Ruiz y los congresistas huanuqueños, entre otros, han desempeñado intensa labor partidaria en sus departamentos. Son los líderes provincianos del nacionalismo, que han encabezado movilizaciones, paros, y campañas contra el gobierno aprista. Romero por ejemplo, financiaba grandes manifestaciones de miles de mineros ilegales que llegaron a tomar y saquear Puerto Maldonado. Los medios de la pareja Anicama en Pisco agitaban mañana tarde y noche contra la reconstrucción, creando malestar y desasosiego con todo tipo de falsedades. Ruiz promovió varias tomas de carreteras y acciones violentas en Andahuasi.
Ninguno de los mencionados es además gente pobre. Al contrario, son parte de ese capitalismo emergente, enriquecido en la informalidad, al que no le interesan leyes ni constituciones y mucho menos pagar impuestos, sólo lucrar. y financiar al político que los ampare.
De la misma forma como los cocaleros enriquecidos con el narcotráfico se adhirieron al naciente humalismo y hasta lograron elegir representantes, estos ricos capitalistas marginales son parte esencial del movimiento. Lo han formado, lo han solventado, son sus líderes.
El mismo Chehade es el abogado de Ollanta Humala en el juicio de Madre Mía, donde la pérdida de expedientes y el soborno de testigos para ocultar las graves violaciones de los derechos humanos son por todos conocidas.
Es decir, los “comeoro”, “robacables”, “comeazúcar” y amigos de los narcos, forman la base militante y dirigente del nacionalismo. Diez Canseco, si quiere ganarse el liderazgo de esa bancada de bandoleros, pues tiene que defenderlos. Es más, como está desesperado por presidir la comisión contra García, sin duda su mayor obsesión siquiátrica desde hace cuarenta años, pues tiene que dar muestras de su fidelidad a los corruptos que lo van a elegir.

Más bien el problema de Humala es que si quiere seguir en su nuevo libreto de centroderecha aplicando el modelo económico que antes criticaba, va a tener también que demostrar que no está tan comprometido con los impresentables parlamentarios que lidera Chehade y blinda Diez Canseco.