¿Habéis vivido algo parecido?
Cuando conversas con un compañero frontonero (quienes por su
militancia aprista, en los duros años de la persecución, fueron recluidos en la Isla del Frontón) comprendes
el grado de vocación de servicio y sacrificio por los inmaculados ideales de
libertad y justicia que la tiranía no pudo doblegar con años de tortura, sino, todo lo
contrario, consagró hombres incorruptibles firmes en sus principios e
inquebrantables a la adversidad. Resulta que además se daban licencia para
celebrar el onomástico del primer compañero frontonero Jefe del Aprismo,
Víctor Raúl Haya de la Torre, o en otras palabras para conmemorar la Fraternidad Aprista. Esta es la narración del c. frontoniano J. Santos
Rugel Díaz en la Revista RENOVACIÓN Nº 24 (Abril de 1946)
“A las cuatro de la tarde, una gran actuación conmemorativa. Un campesino recita un verso espontáneo manantial de lira. Un obrero recuerda las ejemplares horas de lucha proletaria del Jefe del Aprismo. Y un profesional analiza el sentido social e histórico de la vida, obra y pensamiento de Haya de la Torre. Seiscientos corazones rebozan de entusiasmo. Las rejas de la colonia penal se estremecen al impacto de seiscientas rebeldías. El peñón vibra y hasta el mar parece detener por un instante el monólogo sempiterno de sus olas.”
ESTAMPAS DE LA PRISIÓNPor. J. Santos Rugel DíazUn 22 de Febrero en El Frontón
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