Es hora de la "Nueva Izquierda" |
No
se puede negar el ineluctable devenir de la historia, cuando las ideologías,
junto con sus estatuas, caen, cae también una época, un contexto: las
condiciones para la revolución popular que la autotitulada “Izquierda”, es
decir, el conglomerado de grupos marxistas y marxistoides que bien de las ONG’s
y las universidades, flameaba como bandera ante los viscerales embates del
Capitalismo, ya no existen. La historia
así nos lo ha registrado. Sin embargo, se caería en un error si se pretendiera
decir que la revolución y los intereses
de la clase popular han desaparecido. No. Antes bien, los intereses de la clase
popular y la revolución existen porque existen los derechos del ciudadano de la
clase trabajadora y profesional. Pero surge una pregunta, ¿la clase política,
que dice llamarse heredera de los principios marxistas, o de la presunta “verdadera”
izquierda, lucha por esos derechos? ¿Qué son en estos momentos García Naranjo,
Javier Diez Canseco, dentro del espacio llamado “la Izquierda”? ¿No era, acaso,
ser consecuente con la “lucha” convertirse en oposición ante el “Conga sí va”?
Lo que sucede es que la “izquierda”, hoy, está
pagando sus crasos errores al atomizarse y de no se capaz de crear consensos (de lo que
tanto parlotean los “izquierdistas”) al interior de sus
agrupaciones. Tal parece que lo único
digno de recordar de la “Izquierda” es la figura del gran Barrantes
(imaginemos lo que hubo de sentir el aún joven Javier Diez Canseco, ante la
prominente ascendencia política que construyó “Frejolito” tras su congratulada
gestión municipal, muy cercana al aprismo del período 1985-1990), pero hoy, los
vecinos de Lima no pueden decir lo mismo de Susana Villarán.
No es mi culpa, la culpa es de los marxistas |
Ollanta
Humala (sobre quien pesa la sospecha de los asesinatos en Madre Mía), o el
Partido Nacionalista, agrupó a “las izquierdas” bajo una sola firma: Gana Perú,
y haciéndoles suscribir una lista de promesas. Figura extraña, un militar a la
cabeza de la “gran transformación”. Detrás de él, un Mario Huamán, Carlos
Tapia, Diez Canseco y los envejecidos rojos y rosados de siempre. Bueno, ya
José Carlos Mariátegui se entregó a los placeres del itinerario de sus viajes
por Europa, pagados por el dictador Leguía. Es decir, la inconsecuencia de “la
Izquierda” no es novedad. Asimismo, no debiera sorprender el accionar de
Humala, de hacer a un lado a los grupos de “izquierda”, pues el militar, al parecer, dentro de su
parquedad, tiene las cosas claras: el discurso setentero, ochentero de esta
clase política, a pesar de que se encubra con verborrea ambientalista, de
interculturalidad, y demás ambages, no sintoniza con la dinamicidad del mundo, con
la Globalización, con el siglo XXI. Y la respuesta de algunos “izquierdistas”
de renunciar, mientras que otros se dejan seducir por las embajadas, muestra
que la “Izquierda” es un espectro, una macabra imagen de lo que ellos han
pretendido creer ser. Pues, mientras un
indignado Mario Huamán señala que “este gobierno se ha derechizado”, un Javier Diez Canseco ratifica el compromiso
hasta el 2016. Pero, amable lector, el compromiso implica entonces apoyar el
“blindaje” de las corruptelas de Chehade, con el descarnado capitalismo de la gran
minería en Cajamarca.
Ahora
“la Izquierda” se relanza. Es ya evidente que el actual gobierno los ha
separado, pero han decidido “quedarse en el Gobierno”. Tal vez refleje con
mayor notoriedad la situación de “la izquierda” que Carlos Tapia diga que “la
izquierda no se iba a dejar botar”. Y,
muy al costado, el buen Sinesio junto a
Gregorio Santos, pretende formar una “verdadera izquierda”. Y, en el espacio
universitario, sus plataformas de lucha se circunscriben a las marchas y
revueltas, pero sin ser propositivos; incluso, maquillan la corruptela de los
favores entre profesores y alumnos bajo la figura de la cátedra paralela. Los que han pasado por una universidad
nacional, saben que es así.
"La Izquierda”
adolece de sus militantes, lo peor que le puede suceder a la “Izquierda” es que
sigan empeñándose a ser los mismos personajes los rostros representativos del
espectro llamado “izquierda”. Y también, la desidia de no darse cuenta de que
estamos en el siglo XXI, y que los “debates” en los que se entrampan, ya han
sido superados. A ver si de una vez por todas, se jubilan.
¿QUIENES SERÁN LOS NUEVOS DUEÑOS DEL PERU?
ResponderEliminarEl periodista Reinaldo Trinidad afirmo en el programa matutino: "Rueda de los sábados de RPP”, el sábado 14 de enero que el gobierno de Don Manuel Prado; convino con el terrateniente Pedro Beltrán Espantoso que la máxima cantidad de hectáreas de tierras cultivables de propiedad personal seria 250 hectáreas; Belaunde en su primer gobierno lo bajo a 150, Velasco con su famosa y revolucionaria “Reforma Agraria" limitó hasta 50 luego al año siguiente (en 1970) lo regreso hasta 150, es decir ejecutó lo legislado por Belaunde ¿Cuál es la diferencia? Entre lo legislado por Belaunde y por Velasco?
El gobierno de Fujimori legisló que cada persona natural podía ser propietaria hasta 3,000 hectáreas, el gobierno de Toledo a través del Tribunal Constitucional y de carácter inapelable, presidido por la terrateniente Delia Rebolledo Demur actualizó los Bonos Agrarios dado por Velasco, de manera que los terratenientes podrían cobrarse con precio actualizado, recuperar su propiedad anterior o tomar en pago cualquier terreno del estado por el mismo valor.
El actual gobierno de Ollanta a través del congresista Virgilio Acuña propone que el actual congreso apruebe que el máximo de hectáreas de propiedad individual de tierras cultivables debe ser 25 mil hectáreas en la Sierra y 20 mil hectáreas en la selva, esto significaría que habrían regiones enteras en la Sierra y en la Selva en que sería propietario una sola persona.
¿ES LA VUELTA AL LATIFUNDIO?
¿QUE DICEN LOS QUE AFIRMAN QUE LE PERU ES CAPITALISTA?
¿QUÉ DICEN NUESTROS MAS AFAMADOS POLITOLOGOS?