Ecos de la vieja política: Raúl Castro y Mario Huamán. Por Luis Zaldívar
La semana pasada han habido dos acontecimientos que en el Perú de hace 30 años hubiesen tenido
una importante relevancia a nivel nacional. Por un lado, el Partido PopularCristiano tuvo elecciones internas y eligió como presidente a Raúl Castro,
afirmando así la línea institucionalista con un perfil muy tecnocrático que ha
definido al PPC en las últimas décadas. En la otra trinchera, Mario Huamán fueuna vez más reelegido secretario general de la CGTP, con lo cual nos aseguramos
otro ciclo de hegemonía comunista en el sindicato de trabajadores más
representativo del país.
En el caso del PPC hubo una pequeña emoción respecto a una línea renovadora a
la cual la máquina le cerró el paso, y en cuanto a la CGTP, parecen estar
bastante felices de que tuvieron a sindicalistas europeos (todos ellos
comunistas reciclados) hablando sobre la crisis del capitalismo, a pesar de que
el discurso no aplica a nuestra realidad.
Estas
noticias son pésimas para el país. ¿Qué idea nueva puede ofrecer Raúl Castro
para el sistema de partidos en el Perú? ¿Qué de interesante puede haber en que
la CGTP haga una nueva asamblea para elegir a los mismos representantes de
siempre? Peor aún, los discursos de
Castro y Huamán no son más que una repetidora de formalismos que no le dicen
nada al país. Castro ofrece un PPC “más popular” y descentralizado,
mientras Huamán y su séquito continúan con su táctica de demostrar fuerza paraque Humala de trabajo a sus allegados[4].
Al igual que algunos sectores del Partido Aprista –que en otros tiempos daba
cátedra de discurso político– el sindicalismo comunista y los dirigentes del
PPC parecen estar hablando para sus ombligos sin darse cuenta que el país ha
cambiado mientras ellos se han congelado.
El Perú es
informal, y el peruano promedio no le va a creer a dos señores que encarnan
instituciones que no se vinculan para nada con sus vidas. El PPC, más todavía
con el señor Castro, sigue siendo el partido de las clases medias conservadoras
de los 70´s (esas que no aceptan que la empleada doméstica se siente con ellos
a la mesa ni que vaya al colegio), y la CGTP con el señor Huamán sigue siendo
el bastión de los caudillos politizados expertos en vivir de la licencia
sindical utilizando a las masas como fuerza de choque de cuando en cuando.
Ninguno de los dos tiene un discurso asequible, y ninguno hace un intento para
hacer pedagogía política, formando los talleres desde los cuales se forma una
nueva conciencia nacional.
En los
próximos años los que estamos metidos en política tenemos que dejar de pensar
que “estar con el pueblo” significa repetir consignas sin significado real.
Debemos enfocarnos en ser auténticos, en no pretender ser infalibles, en
mostrar que se puede hacer política desde una institución sin dejar que la
institución te carcoma. Todo eso es posible, pero lamentablemente no podemos
esperar que el partido de los abogados arribistas o el sindicato de los huelguistas
acomodados vaya a darnos el ejemplo.
Señor Saldivar,porque ud, hace conparaciones entre la CGTP.Y el SR,Raul Castro representante reaccionario de derecha si como sabemos cada cual representan intereses contrarios entre si por un lado el SR,Castro defiende intereses de los grupos de poder, y la CGTP con su secretario general SR, Mario Huaman representan a los trabajadores que dia a dia vienen luchando contra esa alianza reaccionaria y corrupta APRO FIJIMORISTA representantes del inperialismo que se exfuerzan por bloquear la comisioon que investigara los actos de entreguismo,y corrupcion de la tirania APRISTA en el gobierno pasado,se preocupa por la CGTP porque teme a los trabajadores y sus organizaciones y porque ademas sabe que los trabajadores y el pueblo peruano exigira que el delincuente Alan Garcia esta ves no escape como en el pasado,y porque no se preocupa del Cascaron de la CTP amarilla vende obreros de orientacion APRISTA que nunca se renovan y conviven con todos los gobiernos desde su fundacion.
ResponderEliminarSeñor Jorge Vázquez. Permítame romperle el corazón e informarle que usted es también parte de la vieja política.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Luis Z.