Liliane Cheverier |
El Banco
Mundial ha indicado en su reciente Informe Anual sobre América Latina,
sobre considerando sus países de mediano crecimiento, que su desarrollo ha llegado
a una etapa crucial de maduración, pudiendo darse un colapso en la
economía regional. Asimismo se informó que China no sería el salvavidas de
estos países, por lo que ahora toca enfrentar el desafío de continuar el crecimiento
económico, enfrentando una desaceleración con fuerte impacto de la crisis
Europea.
Según el
Banco Mundial cada país tendría asegurada una medida de defensa, en tanto
cuenta con un sistema de cada Banco Central que permite una flexibilidad en el
manejo de la inflación afecta al cambio. Y todo estaría bien posicionado en
base al buen nivel de las Reservas Internacionales, aplicando tasas de
interés por encima de las internacionales y dándose espacio para bajarlas,
amortizando el impacto de los factores económicos negativos provenientes del
exterior.
Chile
podría jugar con los fondos acumulados del cobre y Bolivia tiene como respaldo
lo que está dejando su colchón fiscal. Algo similar tendría el Perú, gracias a
las exportaciones mineras de los últimos años.
Se deberían
aprovechar estas relaciones como fuente de crecimiento a largo plazo, tanto en
el Perú como en América Latina.
La
primera década de relaciones con China tuvo como entorno la
venta de materias primas por productos tecnológicos pero de baja calidad. Esto
a diferencia de las relaciones con los "Tigres Asiáticos" que nos
daban mayor equidad y estabilidad en el intercambio tecnológico y de conocimientos
esenciales. Por ello, en América Latina se desea que estos beneficios comerciales
puedan ser implementados en mejoras de infraestructura, por lo que dichas
relaciones se deberían llevar a otros niveles de interconectividad que
garanticen crecimiento a largo plazo. Por eso se debe evaluar los productos que
ingresan a nuestro país y el valor que pueda tener.
Por otro
lado, el actual director del Departamento para el Hemisferio Occidental del
Fondo Monetario Internacional, Nicolás Eyzaguirre, aseguró hace poco: " El
camino para evitar la crisis es difícil y los canales de transmisión
velocísimos; sin embargo, confiamos en que se puede lograr buenos
resultados". Es verdad, los peligros son ciertos, pero tenemos
oportunidades para sobrellevar sus efectos negativos.
Los datos
acerca de la economía real del mundo aun no parecen estar fuertemente
afectados por una crisis de confianza; se espera un crecimiento en este año del
4 %. Pero todas las acciones están teniendo lugar en los mercados financieros,
en la bolsa de valores y en el tipo de cambio, y es probable que comiencen
a afectar a la economía real aunque hasta el momento no hay ningún
registro de desaceleración material por parte de EEUU, Europa o China; todo el
efecto está en los precios.
En
conclusión:
Aunque en
nuestro continente los indicadores no han producido un margen
negativo causado por la crisis mundial, debemos analizar lo que
arrastrará el inminente colapso de los bancos europeos, donde no se ha
podido tomar medidas para recapitalizarlos. Esto ya está impactando
a los Estados Unidos, lo que terminará afectando a China. Nuestros bancos están
totalmente expuestos a este impacto y empezarán a contraerse cuando los
problemas de endeudamiento se vuelvan aun más insostenibles, haciendo caer
nuestra demanda.
Pero eso
no significa que tengamos que dejar de lado nuestro gasto fiscal; el Estado no
puede frenar los proyectos de mejoras para la infraestructura en las zonas más
necesitadas ni los programas sociales donde se trabaje por la mejora de la
educación y la salud y contra la desnutrición. Pero los proyectos a los
que aún no se les ha determinado el costo fiscal, ni mucho menos el
porcentaje de utilidad del desarrollo que generaría, tendrían que esperar y se
sólo se daría prioridad a los de más urgente necesidad.
Si la
crisis financiera externa afectara la demanda en materia prima, la defensa
tanto del Perú como América Latina serían sus políticas monetarias, ya que
presenta una inflación baja por la cual podría suministrar liquidez si es
necesario. Tomemos en cuenta esto: Estados Unidos ya dio luz verde al TLC con
Colombia; quizás mantener la estabilidad de América Latina seria el objetivo
clave de estos países como una salida al desempleo, problema que ya ha
generado protestas; y esto nos beneficiaría con nuevos tratados donde
nosotros ahora seríamos la posición exigente.
Hasta la
próxima.
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