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jueves, 21 de febrero de 2013

El SI(lencio) de los inocentes. Por Alan Salinas


El trasfondo sociológico del Si a la revocatoria
(publicado en http://www.noticiasser.pe/20/02/2013/opinion-libre/el-silencio-de-los-inocentes)
El proceso de revocatoria ha generado un controversial debate sobre lo que hay detrás del voto sobre el SI. Para unos (López, Alvarez, Tuesta), lo que existe son intereses oscuros y caos que ponen en juego la institucionalidad democrática, al no permitir la continuidad de la gestión de Susana Villarán en la alcaldía de Lima (1). Para otros (Meléndez, Vivas (2)), lo que se percibe detrás del voto del SI es el voto de protesta, el voto anti-político y anti-partidos.
De acuerdo al controversial debate presentado, me surge una duda sobre la que hasta el momento muy poco se ha escrito. En estos últimos años ¿qué transformaciones se han dado en la sociedad limeña que expliquen sociológicamente el voto por el Sí a la revocatoria?
Lima desde 1940 (3) hasta fines del siglo XX atravesó un proceso de transformación social y económica popular silenciosa que la clase política no ha comprendido hasta el momento, salvo ciertos académicos que hablaron en voz alta sobre el tema, como por ejemplo Carlos Franco con la “otra modernidad”, José Matos Mar con el “desborde popular”, Hernando de Soto con “El Otro Sendero” y Hugo Neira con “Hacia la tercera mitad”. Para mayor comprensión del tema, pasemos revista a las transformaciones que ha vivido la capital en todos estos años.
En lo social, la Lima popular actual es la expresión de fenómenos producidos como la urbanización espontánea que los migrantes generaron al venir a Lima. Entre lo más resaltante de ello tenemos a las barriadas que posteriormente fueron consolidándose en urbanizaciones y en distritos. Esto se logró producto de invasiones y conflictos permanentes con el Estado (Matos Mar). Por otro lado, tenemos los cambios en los códigos culturales que silenciosamente cuestionaron las formas de la cultura tradicional limeña (Carlos Franco). La música chicha es el producto de ello. Ya por los noventa, con la apertura del Perú al mundo y con los cambios sociales internos que comenzaron en los años ochenta, producto de la crisis (informalización) y del terrorismo, los vínculos preexistentes de organización social y política se transformaron en expresiones de sobrevivencia, de protesta, y de flexibilización (Hugo Neira). Eso es La Parada, la cultura combi y el transporte en la era de la globalización. En todo este proceso que hemos vivido en Lima la política formal y las organizaciones políticas no comprendieron que silenciosamente la sociedad se había transformado. En lo económico, Lima en los últimos años ha pasado un proceso de transformación enorme, a la par con los cambios en el proceso social. De una economía basada en la proliferación de fábricas, con la crisis posterior en los años ochenta, hemos pasado a una economía de libre mercado en la que la flexibilización laboral y recorte de derechos sociales es la condición “sine qua non” del proceso. Un agente económico a destacar, producto de los años de crisis, es la pequeña y mediana empresa que, pese a las trabas administrativas del Estado para su formalización y a la apertura comercial del país al mundo, logró generar un dinamismo económico que conectó con el sector formal para la circulación de bienes de consumo (Hernando de Soto). Ejemplo de ello es Gamarra. En estos casos, el Estado, en negociaciones permanentes (no exentas de conflictos), logro encauzar a cierta parte de esa economía informal, pero aún existe otra que todavía se muestra reacia, debido a la vulnerabilidad en que dejó el Estado a la pequeña y micro empresa en los años de liberalización del mercado.
Estos cambios en la estructura social y económica de la capital provocan la aparición no institucionalizada de códigos sociales y políticos que aún no han sido procesados en su conjunto, o en parte, por las instituciones democráticas, y que se expresan a través de un malestar generalizado o sentimiento popular de protesta que aparecen en clave de Si a la revocatoria.
A este proceso que vive la capital Sinesio López lo llama “caos”, quien -¡cómo cambian los tiempos!- se ha vuelto un defensor del status quo. Pese a ello, siempre es bueno recordarle que toda sociedad tiene cambios permanentes y cuestionamientos a los códigos sociales y políticos existentes, donde no se trata de recobrar el equilibrio crítico de la institucionalidad, sino de generar una nueva negociación y consenso sobre los códigos criticados. Ese malestar, por el momento, no tiene rostro político visible que los represente, pero si sabe lo que quiere.
Notas
2)    Para la explicación de Meléndez, ver aquí: http://jorobadonotredame.blogspot.com/. Para la explicación de Vivas ver acá: http://es.scribd.com/doc/122767195/Opinion-29-Enero-2013
3)    Año en que se da la primera ola migratoria de la provincia a la capital y a las zonas costeras del país donde había mayor dinamismo económico.

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