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martes, 1 de septiembre de 2015

Solucionética - El Anti Hitler: Otto Wels. Por Luis Zaldívar


Por Luis Zaldívar
El Anti Hitler: Otto Wels

El 23 de Marzo de 1933, el parlamento alemán (Reichstag) estaba invadido por agentes de seguridad del partido nazi con la orden de amedrentar a los votantes y a cualquiera que pueda pronunciarse en contra de la línea del partido. Ese día, los elegidos por el pueblo votaban la “Ley Habilitante”, la cual permitía a Hitler legislar vía decretos supremos indefinidamente, prescindiendo así de cualquier tipo de participación del parlamento e instaurándose oficialmente la dictadura en Alemania. En preparación para este acto, Hitler ya había enviado a encarcelar a los parlamentarios comunistas unos días antes y había negociado para obtener mayoría con el infame Partido de Centro (Zentrum) que aglutinaba el voto católico. Con casi todo consumado, los únicos que se llegaron a enfrentar a la consolidación de la dictadura nazi fueron los delegados del Partido Social Demócrata, quienes eligieron a su líder Otto Wels a que se enfrentase verbalmente a Hitler frente al parlamento atiborrado de nazis.

Wels había nacido en Berlin el 15 de setiembre de 1873 en una familia trabajadora, pasándose las primeras décadas de su vida ascendiendo en los escalafones sindicalistas de la época. En la revolución de 1918 era parte del Consejo Obrero del Partido Social Demócrata, siendo parte de la instauración de la República de Weimar establecida con la constituyente de 1919[1]. En 1920 lideró la organización de la huelga que paralizó el intento de golpe de las fuerzas conservadores[2]. En la década previa a la Ley Habilitante, Wels se había convertido en uno de los principales puntales socialdemócratas en Alemania y un férreo opositor al crecimiento del fascismo, inclusive siendo partidario de la formación de un grupo de acción por la defensa de la república parlamentaria llamado Reichsbanner Schwarz-Rot-Gold (Bandera Negra, Rojo y Oro) que tomaron acción violenta en enfrentamientos contra los nazis[3]. Estas posiciones lo hicieron particularmente odiado por Hitler y sus seguidores, quienes al asumir el poder justificaron la represión argumentando que ellos habían sido maltratados.

Con esos antecedentes, el ascenso al poder de Hitler y la fuerza con la que se impondría la Ley Habilitante significaba necesariamente cárcel, destierro o muerte para los socialdemócratas. En su discurso en minoría del 23 de Marzo, Wels daría su último discurso parlamentario diciendo:

“Estamos indefensos, indefensos pero no sin honor. Estén seguros que los enemigos están detrás de nuestro honor. Sin embargo, este intento de infamia algún día rebotará en sus instigadores, y no es nuestro honor el que se destruirá con esta catástrofe, esa es nuestra creencia hasta nuestro último aliento”

Luego añadiría que

 “Si los señores del Partido Nacional Socialista quisieran hacer política socialista, no necesitarían esta Ley Habilitante, dado que tendrían una mayoría absoluta en esta casa de representantes. Pero ustedes quieren eliminar el parlamento para continuar su revolución. Pero la destrucción de lo que existe no es una revolución; la gente lo que quiere son logros positivos (), sus intentos de retroceder la historia serán fútiles (). Nosotros los socialdemócratas juramos solemnemente por los principios de humanidad, justicia, libertad y socialismo. Ninguna Ley Habilitante podrá destruir ideas eternas e indestructibles”[4]

Al aprobarse la ley con los votos del Partido de Centro -quienes a final de cuentas fueron timados por Hitler, dado que nunca les dieron los beneficios esperados- Wels fue reelegido como el principal líder de la Social Democracia alemana, pero la destrucción de los sindicatos un mes después lo convenció que las miras del Nacional Socialismo era la completa eliminación del sistema de partidos y que tenían el poder para lograrlo. Wels migrór a Praga y luego a París, donde muere en 1939.

El episodio del fascismo en el siglo XX nos ha dejado muchas lecciones que ya han sido en buena parte interiorizadas por la comunidad internacional. Sin embargo, el énfasis en hacer notar la inmensidad de la figura de Hitler ha hecho que otros personajes de la época quedaran en segundo plano. Cientos de miles de comunistas, social demócratas, demócratas sociales, liberales y otros han combatido el fascismo desde sus respectivas trincheras.  

A todos ellos les debemos aún homenaje.

ESCUCHAR DISCURSO DE OTTO WELS – 23 DE MARZO 1933



[1] http://books.google.com.pe/books?id=JV5i1Xau5VYC&pg=PA250&lpg=PA250&dq=otto+wels+biography&source=bl&ots=jyKSzXE0_F&sig=jx6mDdN5L4s5qlZsTDb2e3GYvjA&hl=es&sa=X&ei=TFteT8O_KMbpgAfjyKWiCw&ved=0CF4Q6AEwCA#v=onepage&q=otto%20wels%20biography&f=false
[2] http://www.historylearningsite.co.uk/kapp_putsch.htm
[3] archiv.spd-berlin.de/geschichte/personen/l-z/wels-otto
[4] Traducción del original en “Otto Wels’s Speech against the Passage of the Enabling Act (March 23, 1933), in Paul Meier-Benneckenstein, ed., Dokumente der deutschen Politik, Volume 1: Die Nationalsozialistische Revolution 1933, edited by Axel Friedrichs. Berlin, 1935, pp. 36-38.”

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