El día de ayer en el programa Medias Tintas el congresistade Gana Perú Eulogio Romero terminó de caer en desgracia por sus obviasrelaciones con la minería informal.La conchudez del dignísimo representante de lagran transformación llegó al punto de guardar equipos prohibidos por ley ensu propia casa de Madre de Dios y de azuzar a los mineros informales en contra“del Estado” y “los ambientalistas”.Felizmente, en una rápida acción, la bancada de Gana Perú ya suspendió aRomero, e inclusive el presidente del Congreso Abugattás lo ha llamado “traidoral proyecto nacionalista”.
Sin embargo, las razones dadas para la expulsión de Romerodejan mucho que desear para los que pensaban que el gobierno Humalistareivindicaba de alguna manera la protección ambiental.
El vocero y congresista Otárola ha salido a afirmar queRomero queda suspendido por defraudar el “mensaje del presidente contra lacorrupción”. ¿Contra la corrupción? Es decir, es obvio que hay un conflicto deintereses cuando un minero preside la comisión de minería, pero el verdaderoescándalo es que este no es cualquier minero, sino alguien que defiende unaactividad no regulada que vierte 105 toneladas anuales de mercurio a nuestrasaguas (info de GRADE aquí).
¿Es esto defendible? |
Es justo recordar también de que el plan de gobierno de Ollanta Humala no mencionaba el problema de la minería informal, y de que sus cinco páginasdedicadas al tema del medio ambiente no son más que una repetición de clichéssobre el calentamiento global sobre los cuales no se ha elaborado absolutamentenada.
Hasta el momento, no hay decisión política de ver losproblemas ambientales con seriedad. El Congreso prefiere ocuparse de los negociadoscon Rusia que han sido confirmados por la dirección general de Pesca de Rusia que ya son “periódico de ayer” y no sancionar la corrupción y los delitosecológicos que tienen frente a sus narices.
La hipocresía |
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