Pensamiento libre sin ideología es como coito asistido

lunes, 29 de octubre de 2012

LO QUE NO HIZO LA ALCALDESA EN LA PARADA. Por Hernán Hurtado & Billy Morales


Lo que no hizo la alcaldesa en La Parada
Irresponsabilidad criminal

Por Hernán Hurtado y Billy Morales


En un artículo publicado el domingo 28 en El Comercio por la dama de grandes cualidades Roxanne Chessman (en efecto, la mamá de Federico Dantón), podemos leer una interesante y cuidadosa comparación entre el impecable e incruento desalojo de Santa Anita del 28 de mayo del 2007 y el reciente trágico desalojo de La Parada. Añadiendo algo de nuestra propia investigación podemos establecer lo siguiente:

Primero: El operativo del 2007 tuvo una minuciosa preparación en la que participaron el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, el ministro del Interior, Luis Alva Castro, y los jefes de la Policía Nacional. ¿Coordinó con alguien la alcaldesa? ¿Qué reuniones realizó para la preparatoria del operativo? Ninguna, transfirió el encargo al ministro Pedraza, quien tampoco se caracteriza por distinguir un zapato izquierdo de otro derecho y es tan culpable de la tragedia como la alcaldesa.

Segundo: El 2007, la policía y el ministro del Interior reunieron abundante información de inteligencia para planificar el operativo. Tuvieron incluso una maqueta del lugar para prever los desplazamientos de la policía y la posible acción de resistencia de los involucrados. ¿Hubo algo parecido para este operativo? No hubo nada. Peor aún, la alcaldesa no tomó ninguna precaución y se fue de viaje, que parece ser lo único que hace bien.

Tercero: Las acciones del 2007 se realizaron poniendo en práctica tres principios tácticos policiales: diversión, sorpresa y disuasión. Para el primer aspecto hubo falsas acciones de desalojo desde un mes antes, con visitas sorpresivas de la policía para inspecciones diversas, desorientando a los revoltosos que ya habían amenazado con brutales acciones de violencia. Para el segundo aspecto, se escogió cuidadosamente día y hora (28 de mayo del 2007 a las 6 am) para cogerlos desprevenidos. En el tercer aspecto, la policía intervino en alto número (7 mil efectivos) con camiones, tanquetas y fuerte armamento, con el fin de disuadir a los antisociales con su presencia y superioridad de fuego. Más aún, como hubo una labor previa de inteligencia, la policía ya tenía detectados a los cabecillas, que fueron capturados de inmediato. Sólo uno logró escapar en medio de las acciones. El resultado fue una impecable operación que terminó antes de las 8:30 am. Sólo hubo 1 herido y 14 detenidos. ¿Tuvo una estrategia parecida la alcaldesa? Para nada. Lo peor, obra del ministro Pedraza, fue exponer a los policías a ser emboscados por los revoltosos, quienes los superaban en número y armas contundentes. Y sólo al ministro Pedraza se le podía ocurrir enviar policías a caballo para ese operativo.

Cuarto: En el desalojo del 2007 hubo una amplia coordinación entre alcaldía y gobierno central con diversas autoridades e instituciones, como la Fiscalía de la Nación, la Defensoría del Pueblo, los grupos de Derechos Humanos, la Cruz Roja, etc. Un destacamento de la policía femenina tuvo a su cargo prever incidentes que afecten a madres de familia y sus niños. Hubo personeros de todas estas entidades en el operativo. También se tuvo amplio contacto con los medios informativos. La finalidad era que ningún momento de las acciones dejara de tener testigos imparciales. ¿Hizo lo mismo la alcaldesa? En absoluto.

Quinto: El 28 de mayo del 2007, día de las acciones en Santa Anita, las autoridades ediles, el procurador público y los jefes policiales estuvieron presentes durante todo el desarrollo del operativo. ¿Hubo lo mismo en el centro de Lima? Nada que ver. Hubo un caos terrible sin autoridades presentes. Ya sabemos que la alcaldesa Villarán se las picó el día de las acciones en La Parada, pero, ¿acaso estuvieron algunos de sus preciosas y preciosos colaboradores y regidores? La niña caviar Marisa Glave, tan bocona ella, ¿dónde estuvo?

Los sucesos de La Parada demuestran la absoluta incompetencia de la alcaldesa Villarán y su equipo de gobierno municipal. No merecen estar un día más en la alcaldía. Acusar a toda la gente desempleada y de vida precaria de la zona de La Parada y los cerros aledaños de ser “asesina a sueldo” es no tener la menor idea de cómo es Lima. Y en lo que toca al ministro Pedraza, ufanarse de haber actuado con “mano dura” el sábado después de haber fracasado el jueves, exponiendo a la policía al fracaso y la humillación, es no tener sangre en la cara.

En lo que toca a la alcaldesa, que tiene a Lima en el mayor desgobierno que se recuerde, la revocatoria debe servir para sentar un precedente de sanción política y moral. Hoy en día cualquier integrante del Concejo Provincial está más calificado que ella para atender ese cargo. Y que la alcaldesa no se corra. Sabemos que desde su pituquísima casa miraflorina está indignada contra los “cholos ignorantes” que no sabemos apreciar sus grandes ideas y quiere renunciar. Pues los indignados somos nosotros. Que aguante el rechazo del pueblo. Que pierda en la revocatoria. Y que se ponga en cuatro para recibir su patada en el trasero.

1 comentario: