El sector Salud,
nunca ha tenido una época dorada, donde todos sean atendidos con calidad y sin
discriminación, siempre ha estado lleno de falencias, así que ponerle una fecha
al inicio del problema no se puede. Pero si podemos ponerle fecha a los sucesos
que actualmente están aconteciendo.
Todo empezó el
año pasado en setiembre, cuando se desató una huelga médica donde la federación
exigía mejoras salariales, pero aún más importante, un “Rescate financiero y sanitario del sector salud”, citando a Cesar
Palomino, el titular de la Federación Médica del Perú. En ese momento se
convocó a una reunión, donde se firmó un acta con acuerdos, que entre ellos
estaba que en julio del presente año saldría la escala remunerativa para los
médicos, cosa que aún no ha ocurrido; también, que se daría un bono a los
profesionales que laboran en las fronteras en ENERO, hasta ahora no pasa nada y
más importante aún, que todavía no se haya consensuado nada acerca de la
reforma financiera del sector salud. Es más que evidente que Cesar Palomino no
se equivoca cuando califica de incapaz a
la ministra de Salud, Midori de Habich.
Es por esto y
muchas cosas más es que los médicos han vuelto a las calles.
Pues bien,
analicemos un poco; mejoras salariales a los profesionales, ¿es eso justo? Pues
definitivamente sí. La profesión médica como otras profesiones de salud son de
las más sacrificadas, y no es posible que estos profesionales perciban sueldos
de 2000 o hasta 1200 soles. Estas personas han estudiado por un mínimo de seis
años (el caso de obstetras y enfermeras) y después una especialización de tres
años más (en el caso de los médicos), sin contar con el SERUM (Servicio Rural
Urbano Marginal del Perú) que suma otro año más. Son personas que desde
estudiantes invierten tiempo, dinero y hasta relaciones interpersonales con el
único objetivo de atender pacientes y mejorar su salud, apoyando con esto al
desarrollo del país. Personas que desde estudiantes, cuando va a hacer sus
prácticas, se ponen en riesgo de contraer infecciones que pueden matarlos,
pues, como bien se sabe, en los hospitales y centros de salud son donde se
concentran los agentes infecciosos más resistentes, que gracias a la baja
inmunidad (defensas) de los pacientes logran mutar y hacerse más fuertes. Se ha registrado casos de internos de
medicina y de obstetricia y hasta médicos que mueren a causa de una infección
contraída en su centro de labores. Todo esto lo hacen por pasión a su carrera y
vocación de servicio. Pero no tomemos la vocación de servicio como algo que
obligue a estos profesionales a hacer su función sin remuneración digna, es
cierto que lo hacen por vocación pero no por esto se le va a pagar una miseria
y se le va a hacer trabajar en situación de riesgo y solo porque es su
“vocación”.
Por otra lado,
en cuanto a la reforma financiera y sanitaria que menciona el Dr. Palomino;
alguien,
alguna vez ha ido a un establecimiento de salud del MINSA y con solo
ver, uno puede darse cuenta de las falencias que éste tiene. Primero, la
infraestructura, que en muchos centros de salud de los diferentes niveles no
son adecuados, se ven pacientes en camillas en los pasadizos por falta de
espacio, y cuando no hay camillas, los tienen en silla de ruedas. Y ni que
decir de las provincias del país. Segundo, implementos e instrumentos; no hay
los suficientes para atender al 60% de la población peruana, que es lo que
atiende el MINSA, cosas tan simples como lámparas de ganso, bisturís, pinzas,
campos de tela, no son los suficientes para atender a todos los pacientes.
Tercero, materiales; cómo es posible que donde más se necesite, se tenga menos.
Los Serumistas cuentan que al llegar a su centro de Salud en un lugar del Perú
profundo, no hay ni siquiera alcohol, ni algodón, mucho menos tendrán los
medicamentos necesarios para aliviar una infección, y ¿cómo logran atender?,
pues ellos mismos tienen que poner de sus bolsillos. En Lima, “la capital”, no hay gasas en los centros
obstétricos, falta alcohol en servicio de emergencia, y ahora, que nos
enfrentamos a un brote de la gripe AH1N1, no
hay vacunas.
Y a pesar de todas
estas falencias y muchas más, los doctores continuaron laborando confiando en
que la ministra resolviera los problemas. No sucedió.
Por otro lado,
el MINSA dice estar realizando esfuerzos para ejecutar los acuerdos realizados;
sin embargo, al parecer, son solo palabras. Piden tiempo, pero no dan
garantías. Atacan a los médicos diciendo que la huelga es ilegal que inclusive,
se impondrán sanciones. Es claro que el problema no es solo el MINSA, también
está involucrado el MEF y otras entidades. Pero qué pasa, porqué no hay
solución, si nos jactamos de decir que nuestra economía es una de las mejores
aún tenemos hospitales desabastecidos y profesionales mal pagados.
Pero no quiero
olvidarme del personaje, que para mí, es el más importante en este drama, LA
POBLACIÓN. Son los pacientes quienes son las víctimas siempre.
Los médicos al
no tener una remuneración acorde a su labor, se sienten frustrados, estresados
y esto se ve reflejado en el trato que dan a los pacientes, los que a su vez
dejan de confiar en ellos y ya no acuden a los centros de salud, se siguen
enfermando, aumentando la tasa de morbilidad del país; y otros optan por irse a
un doctor particular donde gastan más, disminuyendo su economía. Hay que
recordar que el MINSA está especialmente destinado a las personas más pobres y
vulnerables del Perú.
La huelga ha
hecho que cientos de pacientes se queden sin cita, niños que han viajado horas
por una operación, se queden sin ella, y hasta ha salido en las noticias sobre
muertes a causa de la ausencia de médicos en los hospitales. El MINJUS ha
declarado que iniciará un proceso penal a los galenos que resulten responsables
de eventuales decesos, así mismo señaló que puedenasesorar a las personas que se sientan perjudicadas con la paralización
de los médicos o no reciban la atención adecuada y no tengan posibilidades para
defender sus derechos.
La población no
es la culpable, pero es quien paga los platos rotos de un gobierno incapaz y
unos profesionales cansados de tanto abuso.
Para concluir,
lo que necesitamos son personas que trabajen por el bien de la población, por
el desarrollo del país. El gobierno y los trabajadores deben ser equipo en pro
de la salud de la población. La Salud es uno de los pilares para el desarrollo
de un nación, junto con la educación (que es otro problema), si seguimos así, a
pesar de que nuestra gastronomía la conozca el mundo, y que Machu Picchu sea un
maravilla del mundo y que el equipo de vóley haya quedado 4° en el mundial,
seguiremos siendo un país POBRE, porque sus ciudadanos no alcanzan su potencial
por falta de Salud Integral.
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