Jaicec Espinosa Sandoval
Era sin duda la más esperada reunión con un partido, tanto por la prensa como por la opinión pública, considerando que en los dos primeros años de este gobierno, el actual inquilino de la Casa de Pizarro y sus principales adláteres se dedicaron a atacar, provocar y perseguir políticamente a Alan García, a pesar que este anunciará públicamente que su misión como expresidente sería, y así lo está cumpliendo, la de seguir colaborando con el desarrollo sostenible, promocionando al país en todos los foros en los que participa en diversos países, para que se pueda seguir fomentando el empleo y el impresionante ritmo de crecimiento económico que se logró durante su gobierno.
Esa política de confrontación del gobierno de Humala ha durado aparentemente hasta el día en que presionado por la oposición y por la caída libre en las encuestas, decidió convocar a este dialogo nacional con todas las fuerzas políticas, lo que en principio nos parece una saludable rectificación, y que en palabras del novelista francés Marcel Proust se diría que ha decidido ir “en busca del tiempo perdido”.
Ojalá ello signifique dar el paso de la confrontación a la concertación de esfuerzos para así mantener el modelo económico que tan buenos resultados ha dado al Perú desde hace más de 10 años y que ha permitido en los últimos cinco años del gobierno de Alan García, reducir la pobreza aproximadamente en 20% y tener una tasa promedio de crecimiento económico de 8%, a pesar de que en el año 2009 se creció 1% debido a la crisis de los principales centros de poder de la economía mundial, advirtiendo que en la mayoría de países de América Latina la tasa de crecimiento fue negativa. Cabe señalar además que en ese año el crecimiento de la inversión privada fue negativo, por lo que el Estado mediante un vigoroso shock de inversiones desde el sector público hizo posible el crecimiento económico.
Así, el modelo económico empleado durante la gestión de Alan García estuvo basado en promover e impulsar la inversión privada que es cercana al 80% del PBI y a su vez, empleado políticas keynesianas, supo invertir en obras de infraestructura en energía, carreteras, escuelas y establecimientos de salud. Con esa exitosa experiencia, reconocida en todo el mundo, es que Alan García y su equipo de gobierno han decidido colaborar desinteresadamente con el gobierno para acelerar las inversiones públicas y destrabar el burocratismo que demora e impide la ejecución de cientos de proyectos.
El primer ministro Juan Jiménez, deberá sistematizar todas estas iniciativas para poder relanzar la inversión en 6 meses y además deberá ver la forma de devolver el dinero descontado a los trabajadores jóvenes independientes, dejando de lado la soberbia y la arrogancia. Esperamos que todo esto no sea una estrategia más de distracción de Humala, mientras que por otro lado sigue usando a sus sicarios políticos para tratar de inhabilitar a Alan García. No pasarán.
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