Es lo que suele primar tanto en los distritos cómo en la Metrópoli para las elecciones municipales; éstas en conclusión no son ideologizadas ni prima el criterio de manejo político.Es necesario decir que las opciones de candidatos que se ve que empiezan a actuar, representan o la posibilidad de experimentar como hace 3 años hicimos y nos fue mal o de volver a lo seguro que es al mismo tiempo resignarnos al silencio comunicativo y a admitir que no existen más limeños capaces de transformar Lima.
En el plano de la gestión de Susana Villarán creo que ha generado una gran decepción en la población, no sólo por las inexistentes pruebas de realización de algo físico o concreto, sino principalmente por la soberbia y el poco tacto para tomar decisiones o protagonizar controvertidos hechos como el haber solicitado un préstamo de la caja municipal, que si bien no es ilegal, la población percibe como un aprovechamiento de la posición que ostenta. En estos años, Villarán no ha hecho sino enfrentarse a la Lima popular y a demostrar frivolidad e inacción.Creo que lo que Lima pide y necesita en estos momentos es una autoridad eficiente, que pueda propiciar rápidamente y con éxito obras de infraestuctura, vinculadas a contribuir el tema del desplazamiento de las personas en la ciudad; además de aquellas que generan mejores posibilidades de atención y de servicios básicos a precios más accesibles y populares. Una autoridad, además, que se comunique sin rodeos y sin distancia, sin soberbia con la gente y con su juventud, que haga participar a esta última integralmente, no sólo a los jóvenes que son activistas de su tendencia ideológica.
Creo que estas cuestiones son muy importantes, vitales; pero sin duda la prioridad número uno debe ser generar un consenso rápido e implementar un plan de seguridad ciudadana que permita una lucha decidida y que de resultados contra la delincuencia y el crimen organizado. Esto es lo principal, ya que si analizamos este flagelo golpea más a los más pobres y a la clase media.
Por todo ello creo que se alinean las circunstancias para mirar con optimismo la aparición en la escena edil Metropolitana de un cuadro técnico, con manejo político, directo y poseedor de una gran capacidad expositiva y gerencial como Enrique Cornejo; quién tiene como aval una gestión extraordinaria como parte del gobierno 2006-2011 presidido por Alan García; Cornejo además contaría, como aliado clave, al General Miguel Hidalgo; un hombre conocedor de la realidad de seguridad en el país y que de seguro sería el eje para alrededor de él agrupar a profesionales competentes para combatir la delincuencia en la ciudad. El General Hidalgo ha sido de los pocos ministros del interior exitosos de los últimos años. Juntos harían un equipo más que interesante.
Creo que los limeños avizoramos la posibilidad de no resignarnos ni a que no existan más ciudadanos con capacidad para realizar una gran gestión edil, ni tampoco a especular con gente inexperta en manejar grandes proyectos en beneficio de los que menos tienen. Enrique Cornejo es la persona que puede cambiar el rumbo de esta elección edil y presentar además el mejor programa de gobierno municipal.
¡Que la estrella nos ilumine!.
Cynthia Valles Lozano
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