Jaicec Espinosa Sandoval
Mientras la figura del conductor del Apra crece en el Perú y en América Latina, posicionándose a nivel continental como líder indiscutible de la democracia con justicia social, por estos lares la zurda peruana encabezada por el acaudalado empresario capitalista Salomón Lerner Ghitis se arrodilla ante la dictadura de Maduro, defendiendo al corrupto régimen de todos sus crímenes que en la última quincena suman 10 jóvenes muertos. Y que encima tiene el descaro de usar a los esbirros de la dictadura castrista, quienes siguen llegando a Venezuela para apoyar la represión contra los jóvenes que luchan por recobrar la democracia y cambiar el sistema económico hambreador que ha condenado a la miseria absoluta a un país tan rico en petróleo, ante el silencio cómplice de la mayoría de gobiernos latinoamericanos, de la OEA y otros organismos más. Y no es cierto que aquellos que repudiamos a la fraudulenta administración de Maduro seamos instrumento del imperialismo norteamericano, como les gusta decir a la zurda peruana y hasta al mismo Maduro, quien en su cinismo le vende miles de millones de dólares en petróleo a los Estados Unidos.
Por eso es oportuno señalar que el mitin del Partido del Pueblo, celebrando el nacimiento de su fundador Víctor Raúl Haya de la Torre en Campo de Marte el viernes pasado, ha sido uno de los más concurridos y enfervorizados de los últimos lustros, en el que el expresidente Alan García ante decenas de miles, ha reiterado la validez de la doctrina del Apra y su inquebrantable vocación por instalar en toda América Latina una democracia de pan con libertad; es decir, una democracia con auténtica justicia social, que significa crecimiento económico con reducción significativa de la pobreza, dentro de un concepto integracionista de libre comercio con todos los bloques que se vienen formando en el mundo, bajo los valores de la democracia representativa. Como se hizo durante los 5 años del segundo gobierno de Alan García en el que la pobreza se redujo de 48% a 28%. Los demás son paliativos y no contribuyen al desarrollo económico y sostenible de los países. Por ello el líder del Partido del Pueblo, hace bien en señalar cuando dice que el próximo gobierno del Perú tiene que ser de ancha base para poder defender estos principios y así llegar al bicentenario de la república logrando realizar la justicia social en el país, cumpliendo el compromiso histórico del Apra con el pueblo.
Además, nos satisface plenamente coincidir con el líder del Partido del Pueblo en su compromiso de renovar la dirigencia de su partido e ir preparando a los jóvenes para asumir la conducción de nuestro movimiento y, sobre todo, para desempeñarse con eficacia, eficiencia y pasión para trabajar por el Perú a cambio nada más del honor de servir a la patria.
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