La renuncia
de varios militantes de Somos Perú para formar una nueva agrupación, entre quienes
figuran la esposa del fundador Alberto Andrade y los alcaldes de Ate y El Rímac[1],
nos dan una oportunidad para analizar a este exitoso movimiento político
surgido en 1995 y los alcances de lo que su fundador llamó un “partido
municipalista”[2], un estilo que en cierta
manera se ha impuesto con la proliferación de movimientos regionales y
municipales en la última década.
Somos Perú
nació, fundamentalmente, como una escisión del PPC encabezada por Alberto
Andrade, quien tenía la extraña combinación de ser alcalde de Miraflores y
tener un trato llano que lo identificó rápidamente con el criollismo limeño. Su
carisma y habilidad de desmarcarse de los partidos tradicionales en tiempos de
ensañamiento de la dictadura contra ellos hizo que Somos Lima –el nombre
original que ahora quiere ser retomado por la escisión liderada por la esposa
de Andrade- gane la alcaldía limeña en 1995 con poco menos de un millón y medio
de votos[3]
y luego la reelección en 1998 con unos 300 mil votos más que en la elección
anterior[4].
En los siguientes años tomaron el nombre de Somos Perú para tentar la
presidencia, pero poco pudo hacer el joven movimiento frente a la maquinaria
política de la dictadura fujimorista, luego perdiendo la alcaldía en el 2002
frente a Luis Castañeda Lossio, quien ganó ampliamente en las zonas populares más
identificadas con la nueva Lima provinciana.
Sin
embargo, el mérito de Somos Perú en los 14 años después de esa elección ha sido
el de mantener se activo y lograr mantenerse en el escenario sobreviviendo a su
fundador. El año 2002 Andrade pierde Lima, pero Somos Perú logra 17 distritos y
una cantidad importante de regidores [5];
esto debido en gran parte a la resurgencia de los partidos políticos –PPC con
Unidad Nacional y el APRA-. En el año 2006 forman parte del Frente de Centro
que se aglutinó alrededor de la postulación de Valentín Paniagua, logrando
mantener un porcentaje similar de alcaldías y provincias. Sin embargo el año
2010, ya con Alberto Andrade fallecido y bajo el liderazgo de su hermano
Fernando, logran una mejor tranza al aliarse con Perú Posible y Acción Popular,
ganando para sí las provincias de Ancash, Pasco, Huánuco, Cusco y Moquegua. Con
gran habilidad y sin tener figuras presidenciables, Somos Perú se ha
posicionado como un aliado útil en las elecciones generales y un fuerte
competidor en elecciones municipales en gran parte del país.
Como otras
agrupaciones fundadas en los noventas, Somos Perú no tiene mayor ideario que el
de respetar las formas democráticas, intentando diferenciarse más bien por el énfasis
municipal[6].
Tampoco existe un consenso de propuestas macro que el partido haya adoptado;
por el contrario, el programa de gobierno consagrado en su II Congreso Nacional
consta de 15 puntos de una oración cada uno, en los que se mezclan consignas
como “reforma integral del sistema de salud” con ofertas como el programa “no
te olvidaremos hermano”[7].
Recreando la fórmula lírica y personalista que llevó a Fernando Belaunde a la
presidencia dos veces (con su célebre consigna “adelante”), Somos Perú actualmente
tiene 419 regidores, 77 alcaldes y un presidente regional[8],
cifras nada despreciables para una agrupación que no tiene una visión del país
más allá que servir de vientre de alquiler para posibles candidatos.
Todo este
análisis nos lleva a preguntarnos cuál será el futuro de Somos Perú luego de la
escisión promovida por la viuda del fundador. La respuesta es bastante simple: no
hay ninguna diferencia real si es que uno de los actuales alcaldes de Somos Perú
candidatea con dicho partido o no, dado que la cohesión de la agrupación está
basada en la pequeña burocracia que inscribe a los candidatos y la importancia
de ser parte de un esquema mayor para candidaturas regionales. Si es que sólo
se retiran el grupo que hasta hoy ha declarado, lo más probable es que Somos
Perú mantenga su vigencia con la conformación de nuevos frentes y la aparición
de nuevos candidatos, dado que al no tener aspiraciones presidenciales reales
no genera ningún anticuerpo a la antipolítica imperante.
Somos Perú
se muestra así como una interesante cantera de cuadros municipales, pero un
ejemplo más de política sin objetivos a largo plazo ni instituciones nacionales
que unan a un país históricamente fragmentado. De cierta forma Somos Perú dejó
de ser un partido político al momento que Alberto Andrade dejó de tentar la
presidencia y se ha convertido, exitosamente, en una agrupación municipal útil
para los que ganen el favor de la cúpula dirigida por el ahora amo y señor de
la institución Fernando Andrade.
[1] http://diariocorreo.pe/ultimas/noticias/8404383/edicion+lima/ex-integrantes-de-somos-peru-forman-nuevo-pa
[2] http://www2.congreso.gob.pe/Sicr/Congresistas/2006/20060384.nsf/vf08web/911C0B2337FCCE91052574C2007349DB/$FILE/nota.pdf
[3] http://www.web.onpe.gob.pe/modElecciones/elecciones/RESUMEN/MUNICIPALES/10.pdf
[4] http://www.web.onpe.gob.pe/modElecciones/elecciones/RESUMEN/MUNICIPALES/18.pdf
[6] http://www.somosperu.org.pe/downloads/documento/Ideario.pdf
[7] http://www.somosperu.org.pe/index.php?plantilla=contenido&ncategoria1=101&ncategoria2=102&ncategoria3=157
[8] http://www.infogob.com.pe/Partido/ficha.aspx?IdOrgPol=14&IdTab=4
No hay comentarios:
Publicar un comentario