Por: Víctor Raúl Trujillo de Zela
Jaicec Espinosa Sandoval
Gracias a la prensa se ha destapado un vergonzoso escándalo de corrupción con ribetes internacionales, protagonizado por el círculo más íntimo del expresidente Toledo, pues incluye a su suegra, a su jefe de seguridad Avi Dan Ohn y al amigo íntimo de la familia Yosef Maiman. Pero lo que es más grave aún, son las afirmaciones del notario José Melvin Rudelman, quien ha dicho que fue el propio Alejandro Toledo quien le pidió constituir la empresa Ecoteba, lo que lo ha convertido en el principal colaborador de la fiscalía costarricense en la investigación por lavado de activos que se sigue en ese país a dicha empresa. Esta afirmación venida de un notario, cuya labor es dar fe de las cosas, termina por desmentir nuevamente la serie de coartadas que desesperadamente ha venido presentando ante la opinión pública peruana e internacional, el “cholo sano y sagrado” de la señora Karp, quien tuvo el descaro de presentarse en las elecciones del 2001 y 2011 como el adalid de la lucha anticorrupción.
Es una gran vergüenza para el Perú, en la cual también resulta implicado el actual gobierno presidido por el comandante Humala y la todopoderosa señora Heredia, quienes han tratado por todos los medios de “blindar” a su socio político, que ha pasado de ser su garante a ser su rehén. Pues en su obsesión por sacar adelante la reelección conyugal han intentado destruir a todos sus potenciales adversarios y sobre todo a los probables candidatos a la presidencia el 2016, empezando por el líder del Apra, Alan García, a quien vienen investigando sin haber podido encontrar hasta ahora alguna prueba que lo implique en algún acto de corrupción durante su último mandato, en el que el país creció 8% por año en promedio, permitiendo reducir la pobreza en casi 30%.
Ante esta grave situación, desde esta columna volvemos a invocar a los partidos políticos democráticos que creen en la democracia representativa con división de poderes, para evitar cualquier intento de atornillamiento en el poder. Por ello saludamos la postura democrática y concertadora de Lourdes Flores quien confesó que una alianza entre el PPC y el Apra le diría a la sociedad que más allá de sus diferencias los partidos democráticos se pueden poner de acuerdo por el beneficio del Perú, pero para esto será necesario el apoyo de los demás partidos y figuras políticas nacionales, regionales y distritales, que no se comen el cuento de la “Asamblea Constituyente” que vienen susurrando los gobiernistas y los izquierdistas, pues solo pondría en peligro el proceso electoral del 2016, como lamentablemente ha sucedido muchas veces en la historia de nuestro país.
Por lo tanto este gran “Frente Democrático” debe ser el pilar en la defensa de la democracia social en el país y la principal herramienta para desenmascarar a los verdaderos sinvergüenzas y corruptos de la política peruana, y así evitar el retroceso, como ya viene ocurriendo, en los niveles de inversión privada y pública, garantía del crecimiento económico con justicia social.
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